sábado, 3 de octubre de 2009

Cuatro años en Chihuahua

Con una cronoescalada de 4 kilómetros al Cerro Coronel –una de las dos colinas que dominan la capital del Estado- comenzará mañana la IV Vuelta a Chihuahua, posiblemente la carrera ciclista más importante de Hispanoamérica en sólo tres años de existencia y que en esta ocasión se estrena en categoría 2.1, un indudable reconocimiento a los méritos de la prueba y que se avala con la presencia del propio vicepresidente primero de la UCI, el doctor Artur Lopes. Una evidencia más de que el ciclismo se mundializa –se debe mundializar-, y que el máximo organismo internacional apoya de forma decidida.

He tenido la suerte de participar en todas las ediciones anteriores y tengo también la fortuna de formar parte del equipo organizador de la cuarta, por lo que siento esta carrera de una forma especial y naturalmente, como partícipe de esta evolución. De momento el éxito parece estar garantizado con la presencia de hasta cinco equipos españoles –Caisse d’Epargne, Fuji-Servetto, Xacobeo-Galicia, Andalucía-Caja Sur y Contentpolis-AMPO- así como conjuntos holandeses, italianos, portugueses, estadounidenses, canadienses y naturalmente mexicanos.

Y aunque hay una buena nómina de excelentes corredores, habrá que ver si acusan la dureza de la prueba chihuahuense y de la larga temporada. En cambio, sí se puede garantizar el protagonismo de dos ilustres ‘desterrados’ como Mancebo –luchador en cada una de las pruebas en que toma parte, sea BTT o carretera y avalado por su condición de biganador de esta carrera- y Rasmussen, que me sorprendió tanto por su extrema delgadez como por su locuacidad poco danesa.

Pero también tendré la fortuna de volver a estar en poblaciones como Cuahtemoc –capital mundial de la manzana y en donde se enorgullecen de no tener paro-, Creel - corazón de la sierra Tarahumara y considerada una de las trece maravillas de México-, Guachocchi –literalmente lugar de las garzas, junto a la impresionante Barranca de la Sinforosa-, Parral –última residencia del mítico Pancho Villa- o Camargo –con su impresionante producción ganadera-, compartiendo trabajo con amigos mexicanos y españoles en una intensa semana que ojalá se repita por muchos años más. Y aunque el máximo valedor de la prueba –el gobernador José Reyes Baeza- dejará el cargo el 1 de octubre de 2010, la carrera también ha calado hondo entre autoridades y pueblo de Chihuahua.

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