lunes, 31 de mayo de 2010

Se abre, si no lo está ya, el debate sobre los ‘pinganillos’

“Solo un error en las comunicaciones impidió al Sanse-Spiuk adjudicarse la general de la Vuelta a Navarra, que finalmente recayó en beneficio del equipo de la tierra (Caja Rural) –se refiere a Víctor de la Parte- relegando a la segunda posición al líder hasta hoy, Daniel Plaza. El error se produjo cuando se formó una escapada de 11 corredores en la que iba uno de los favoritos de la clasificación general, sin informar al resto de equipos, que este corredor formaba parte de esta peligrosa fuga. Esta falta de información provoco que el gran trabajo realizado por el equipo del líder (Sanse-Spiuk) que llevaba la carrera controlada, no pudiera reaccionar, ya que una vez que informaron del dorsal del vencedor final no contaban con suficiente tiempo de reacción para disminuir diferencias, perdiendo la vuelta por tan solo 3 segundos”.

Esta es la nota de prensa que ayer remitía el equipo madrileño en relación al desenlace de la ronda navarra, aunque otros medios consultados, como el Diario de Navarra, recalcaba el “recital de esfuerzo y trabajo, y se llevó con justicia la victoria en la Vuelta a Navarra más emocionante de los últimos años”, a la vez que argumentaba que los ciclistas del Sanse Spiuk, podían haber perdido la ronda por un “exceso de confianza”.

No quiero entrar la veracidad de la situación, sino la verosimilitud. Y desgraciadamente, la supresión de los ‘pinganillos’ desde el pasado 1 de enero en las categorías inferiores –que se extenderá progresivamente al ciclismo profesional en las dos próximas campañas- puede provocar situaciones como ésta en la que ‘radio tour’ puede ser acusada –con razón o sin ella- de un cambio en el desenlace de una carrera.

Han sido muchas las voces críticas en los últimos años en el sentido de que las comunicaciones del director hacia los corredores coartaban la libertad de acción de éstos e iban contra el espectáculo deportivo. Posiblemente. Pero ello no quiere decir que, suprimiendo el ‘pinganillo’, los directores no puedan dar órdenes a sus ciclistas: las darán, pero tardarán más tiempo y podrán provocar situaciones de tensión, e incluso de peligro, cuando necesiten imperiosamente adelantar para alcanzar a su corredor, cuando antes podían transmitirlas inmediatamente. Y se corta absolutamente la posibilidad de que los ciclistas se enteren de otras situaciones de carrera que ya no afectan a lo deportivo, sino a su propia seguridad.

Las comunicaciones en sentido contrario –es decir, las llamadas del corredor al director- obligarán a un mayor esfuerzo para que la organización establezca un servicio de ‘radio tour’ más amplio: ahora mismo suele bastar con una o dos motos y el locutor que va con el presidente, ya q ue los ciclistas avisan a sus directores no sólo en caso de averías, sino de movimientos o simplemente gestos en el pelotón; quizá en el futuro haya que disponer alguna forma para que cada grupo en carrera tenga un ‘portavoz’ ante cualquier necesidad. Y ello supondrá encarecer aún más la organización. Y no están los tiempos para más gastos.

Hay incluso quien plantea que sean los ciclistas los que reciban directamente ‘radio tour’. Pero bastante esfuerzo tienen que hacer rondando cuatro, cinco o seis horas para que tengan que estar oyendo continuamente informaciones retronando en sus oídos que, en un 95% de los casos, ni les van ni les vienen. Y no se resuelve el problema de sus avisos.

Por lo tanto, estamos en vísperas –si no metidos ya profundamente- de un interesante debate con posiblemente tantos defensores como detractores, en el que habrá que andar con pies de plomo ya que ninguna de las soluciones es idónea y en estos casos, se da paso a una polarización y una radicalización que tampoco son necesarias en nuestro deporte.

jueves, 27 de mayo de 2010

Demasiados cadáveres en el camino ciclista

Mientras que numerosos medios informativos se están haciendo eco estos días de lo que puede ser la reforma del UCI Pro Tour para 2011 desde un punto de vista demasiado ilusionante desde mi punto de vista, hoy nos llegaba una noticia mucho realista y por ende, pesimista: el organizador de la Subida a Urkiola suspende la prueba en 2010 “debido a los recortes en los patrocinios, la caída de alguno de ellos, y la imposibilidad de encontrar nuevos”. Una decisión que confirma lo que era un secreto a voces en el pelotón profesional. Pero lo verdaderamente grave es que no es una decisión coyuntural sino que parece definitiva: la carrera tampoco aparece en la preinscripción de pruebas del calendario UCI 2011, lo que supone su definitiva desaparición.

La SC Duranguesa sigue así el camino de otros muchos organizadores de carreras nacionales –demasiadas o excesivas sería un calificativo más preciso-, que han decidido tirar la toalla no sólo por la situación económica, sino al darse cuenta de la triste realidad del uso interesado que algunos gestores hacen de esta situación para afrontar reformas más o menos caprichosas, pero que en este caso afectan al ciclismo de una forma bastante más grave de la que se podría pensar. Porque por mucha internacionalización –algo positivo, sin duda- que haya, un equipo español con patrocinador español querrá competir y venderse principalmente en España. Y si no hay carreras, no habrá equipos; otra cosa son los Pro Tour con vocación universal, ¿pero tenemos de esos?

Luis Puig, Comunidad Valenciana, Setmana Catalana, Aragón, La Rioja –como carrera por etapas-, Alcobendas, Bicicleta Vasca, Guadarrama… son ya historia de este deporte. Y otras como Asturias, seriamente tocadas. Y si la vida es renovación, lo podríamos entender. Pero lo malo es que no ha entrado ni una sola prueba nueva en el calendario profesional español en los últimos años, excepción de la Vuelta a Madrid, que no es ni la sombra de lo que quería ser.

Y lo que es peor, no se ve a nadie con ganas, salvo al voluntarioso amigo que lucha con denuedo por resucitar la Vuelta a la Comunidad Valenciana. Antes, muchos organizadores de pruebas amateur soñaban con la “promoción” de sus carreras al profesionalismo tras un rodaje más o menos largo. Ahora el ‘Virgencita, que me quede como estoy’ parece lo máximo a que en este mundo ciclista se puede aspirar. ¡Que pena!

domingo, 23 de mayo de 2010

El ciclista llegó por fin a España

El viernes por la mañana me regalaban ‘El ciclista’, de Tim Krabbé. Para muchas personas es el mejor libro jamás escrito sobre ciclismo. Y me alegró un montón porque estaba en la lista de espera de mis lecturas, aunque no en forma de papel, sino en una versión ‘oficiosa’ –un pdf hispanoamericano con la traducción menos precisa de ‘El corredor’- que había localizado para mi e-book justo unos días antes de que supiera que se iba a editar en España. Aunque pienso que al final, me habría llamado desde cualquier librería y habría ido a parar a las estanterías de mi casa.

Y es que, aunque es una obra con más de treinta años de antigüedad, incomprensiblemente jamás se había publicado en nuestro país. Afortunadamente Los Libros del Lince ha reparado este olvido y este error editando esta pequeña joya que sinceramente os recomiendo. Pero no adelantemos acontecimientos.

Como dice el refrán, “A caballo regalado no le mires el diente y ponte ya a cabalgar”. Es decir, comenzaba a leerlo a primera hora de la tarde, siguiendo hasta ya cerrada la noche… y dejándome las últimas cincuenta páginas para ayer sábado. Ahora, con la lectura terminada y fresca, puedo corroborar todo lo bueno que se había escrito sobre ‘El ciclista’.

Se trata de una narración autobiográfica de Krabbé, novelista, periodista, ajedrecista y tardío ciclista aficionado –“hubieras podido ser un buen profesional de haber empezado cuando tenías 16 años”- cuando afrontó el 26 de junio de 1977 el Tour de Mont Aiguoal, “una carrera que quería ganar”. Todo lo demás es narración, es emoción, es experiencia, es vida, es ciclismo, aunque os dejo a vosotros que sepáis si es victoria o derrota. Y es una gran novela.

Lógicamente las comparaciones con ‘Alpe d’Huez’, de Javier García Sánchez, son odiosas: aquí tenemos una narración más ligera en todos los sentidos en relación con la del español cuya épica resulta algunas veces exagerada –sobre todo ese final a lo Dan Brown-, aunque es otro libro altamente recomendable, quizá por lo escaso que resulta encontrar obras con esta temática deportiva. En ambos casos, como escribía hace unos pocos días, en el mundo del ciclismo la ficción no supera a la realidad, pero también entretiene.

viernes, 14 de mayo de 2010

Cuando la ficción no supera a la realidad, pero también entretiene

Aunque en el mundo del ciclismo la realidad siempre supera a la ficción, y prefiera ver un final de etapa en alto, el lanzamiento de un sprint, la potencia del Cancellara de turno en los muros o el pavés o, cambiando de escenario, una prueba de puntuación –hábilmente escamoteada por el COI del programa olímpico- o de keirin, reconozco que hay algunas cuentas películas –no muchas desgraciadamente- a las que merece la pena dedicarlas una mañana perezosa o una tarde-noche de esas en las que no apetece salir, cómodamente sentado en el sofá.


Hoy quiero escribir sobre una de ellas, ‘Parpaillon’, un film que vi por primera y única vez hace ya muchos años, cuando en televisión había más calidad y más variedad, pese a existir bastantes menos canales. Fue en una ‘Noche Temática’ dedicada al mundo del ciclismo que me sorprendió tanto que no pude ni reaccionar a tiempo para grabarla en vídeo (el DVD todavía no estaba a mi alcance, y a lo mejor ni existía como producto de masas).

El titulo no podía ser más sugerente, ya que el Parpaillon es uno de los grandes puertos del cicloturismo francés en el que se celebra una Marcha en la que Luc Moullet –uno de los ‘enfants terribles’ del cine galo y cuyo objetivo “es hacer reír a la gente”, - sitúa la acción. Ciclistas anónimos y actores profesionales dan vida a los protagonistas de esta prueba que refleja, de forma tan exagerada e irónica como convincente, todo lo que es, y en algunos casos no debería ser, una ‘randonée’, esa mezcla de esfuerzo generoso y de pique egoísta; de humildad y de bravuconería; en una colección de gags que se suceden en 84 minutos concebidos en forma de pseudo-reportaje. Por cierto, el propio Moullet, autor de una treintena de largometrajes, aparece en la película como suele hacer en casi todas ellas.

¿Y por qué hablo hoy de ‘Parpaillon’? Simplemente porque por fin voy a poder disfrutarla de nuevo, y espero que de forma tan grata como entonces. Tras estar buscándola por doquier años y años, y ver que la única opción era comprar por Internet en Francia o en Amazon –la versión inglesa se ha traducido con el poco sugerente nombre de ‘Up and Down’- un ‘pack’ con otras obras que no deseaba y con un precio elevado, el denostado p2p me va a permitir disfrutar de ella, de algo por lo que hubiera estado dispuesto a pagar un precio justo, pero que la oferta de las multinacionales no entiende que puede y debe poner a mi alcance. Quizá Moullet debería rodar una de sus ironías también sobre este tema.

martes, 11 de mayo de 2010

Una guinda amarilla en una Copa bien servida

Levantando los brazos y vestido de líder. Así es como les gusta ganar a la mayoría de los ciclistas, aunque no es fácil. Pero así lo hizo el domingo Raúl Alarcón en la Cursa del Llobregat, la décima y última prueba de la otrora llamada Copa de España élite y sub-23 y ahora rebautizada, en su duodécima edición, como Copa de España de ciclismo en ruta.

Me confesaba el ciclista alicantino que es con esa ambición como le gusta correr, atacando desde lejos. Y que si no lo había podido hacer en esta Copa era porque tenía que defender el liderato, es decir ser más conservador. Tiene toda la razón pero no deja de ser una lástima que nos hayamos perdido las maneras combativas de un ciclista que encandiló a Matxin hasta ser su ‘ojito derecho’, aunque circunstancias de la vida le relegaron de nuevo al campo amateur. En estos tres meses ha demostrado que puede volver a la élite, que merece volver. Claro que en su misma situación hay más de una docena de ciclistas. Y otros que muchos olvidan que no se debe regresar por encima de todo: por lo menos, con un mínimo de dignidad deportiva y económica.

También subió al podio en Sant Boi Víctor Cabedo como mejor sub-23, que tuvo su momento de gloria en esta Copa al ganar brillantemente el Valenciaga, la prueba reina de la categoría. Tanto él como su compañero Ramón Domene, también protagonista de esta edición, son dos ciclistas a tener muy en cuenta; el castellonense por su meticulosidad y su clase; el alicantino por su genialidad y su chispa. Y ambos dirigidos por un Xabier Artetxe cuyo proyecto en Seguros Bilbao es uno de los más serios del campo aficionado, y cuyos frutos se han visto con una excelente ‘camada’ de corredores ya profesionales como Beñat Intxausti, Johnatan Castroviejo o los hermanos Izaguirre. Y no serán los últimos, desde luego.

Otro proyecto interesante es el de CIDI, a tenor de lo que significan sus siglas Ciclismo, Investigación, Desarrollo e Innovación, pero sobre todo por la combatividad mostrada como colectivo en la presente edición, que le ha llevado a ganar la clasificación por equipos –estando entre los tres mejores equipos en nueve de las diez carreras- en su primer año de existencia… aunque en este caso la situación económica pende como una espada de Damocles sobre su futuro.

Son los laureados de la presente edición, aunque se pueden y deben señalar algunos más como protagonistas de esta edición, como el del argentino Daniel Díaz, que confirmó su alternativa usando un símil taurino en Aitzondo, o el neozelandés Michael Torckler, también en campeón en Torredonjimeno, o el de un Eduard Prades que fue de más a menos pero que también merece una oportunidad entre los pro.

Así terminaba la Copa de España, el acertado proyecto gestado ya hace más de una década por Josep Bochaca, hoy en día convertido en el mayor referente del calendario nacional aficionado, aunque desgraciadamente no sea ya el trampolín para la máxima categoría, como tampoco lo es ninguna otra prueba, ni quiera el Valenciaga: ahora cuentan más las referencias o las preferencias, por no hablar de las ‘nacionalidades’. Llegada la paz entre organizadores y equipos, un proyecto que mueve más de 300.000 euros quizá necesite mayor atención como reclaman los organizadores, y aunque la tarea no es fácil en la actual situación, el reto está lanzado.

Foto: Iván Vega.

sábado, 8 de mayo de 2010

El Giro equivocado, la participante equivocada

Cuando miramos el palmarés del Giro de Italia, nos encontramos como ganador en la edición de 1912, a un equipo, no a un corredor: Atala se impuso por delante de Peugeot y Gerbi. Y es que aquel cuarto Giro disputó su general exclusivamente por equipos, una fórmula que no se ha vuelto a repetir jamás ni en la ‘corsa rosa’ ni en ninguna gran prueba por etapas.

No sé sabe muy bien por qué los organizadores de la ‘Gazetta’ se empeñaron en esta idea, que no tuvo apenas defensores fuera del periódico y que fue criticada unánimemente, tanto por los que participaron como los que no pudieron hacerlo al no encontrar una formación que les diera cobijo, con lo que el número de inscritos bajó sensiblemente con respecto a las primeras ediciones. Y con el agravante de que las etapas se disputaban individualmente, con victorias del corredor que terminaba primero, pero con una general por equipos, elaborada por la suma de puntos, por los puestos obtenidos, no por tiempos, aunque ésta era una norma de la carrera italiana desde sus inicios que no se abandonó hasta 1914.

Al final, en Bérgamo –se añadió el recorrido del Giro de Lombardía como ‘prórroga’ para contentar a los espectadores, tras la suspensión de la etapa entre Pescara y Roma por una huelga de los corredores, a causa de un alargamiento del recorrido por culpa de un corte de carretera-, subían a lo más alto del podio Carlo Galetti, Giovanni Micheletto y Eberardo Pavesi –el cuarto integrante, Luigi Ganna, había abandonado a mitad de carrera-, como ganadores de la prueba que si hubiera sido individual por tiempos, hubiera reflejado en el palmarés el nombre de Galetti, el ‘furbo’ –el astuto-, ganador también en los dos años anteriores, con un tiempo de 100 horas, 2 minutos y 57 segundos.

Visto el fracaso organizativo –que no deportivo- los organizadores volvieron sin ningún tipo de aspavientos a la fórmula individual, sinónimo de ciclismo hasta nuestros días. Con el precedente del Tour de Francia que ya llevaba nueve ediciones gestando la épica de los grandes corredores, este tipo de carrera por equipos estaba condenada al fracaso.

Alfonsin

Y cuando echamos un vistazo a los participantes del Giro de 1924, lo que encontramos es el nombre de Alfonsina Strada –aunque en la hoja de inscripción apareciera como Alfonsin para evitar una publicidad que no se deseaba-, una mujer de coraje que no dudó en apuntarse, lo que despertó todo tipo de recelos en la organización y entre sus ‘compañeros’, que quisieron boicotear aquella edición, a lo que ‘La Gazetta’ respondió pagando primas en especie, principalmente viajes y comida, por la inscripción, ya que no podía impedir –reglamento en mano- la presencia de una mujer.

Con unos medios, y con una situación social, a años luz de los actuales, la Strada compitió dignamente en las primeras etapas, aunque a partir de la quinta comenzó a entrar bastante descolgada, hasta que los organizadores decidieron excluirla por fuera de control en la octava, en una decisión bastante drástica y nada bien acogida. Pese a ello, la corajinosa ciclista cubrió las etapas restantes sin dorsal y llegó a Milán entre los aplausos de sus compatriotas. Por cierto, no hubiera sido la última clasificada en la general si se le hubiera seguido tomando el tiempo en cada jornada, aunque habría acabado a 28 horas del vencedor.

Nacida Alfonsina Morini en 1891 –cambió su apellido al casarse-, había sido una notable corredora, compitiendo con hombres ya que no había otra opción, antes de aquella gesta que no pudo repetir ya que el organizador se curó en salud y le impidió futuras participaciones masculinizando reglamentariamente la ‘corsa rosa’. Eso sí, se ganó el respeto de sus rivales. Como curiosidad diremos que fue la primera fémina en establecer el record de la hora, en 1938.

Ahora tan sólo nos queda preguntarnos, si el Giro por equipos hubiera sido un éxito y se hubiera encontrado la complicidad del Tour, y si la Strada hubiera podido repetir ¿estaríamos hablando ahora de otro ciclismo?

PD: Para los que deseen más información, hay un libro de Paolo Facchinetti sobre la campeona italiana llamado ‘Gli anni ruggenti di Alfonsina Strada. Il romanzo dell'unica donna che ha corso il giro d'Italia assieme agli uomini’

viernes, 7 de mayo de 2010

Londres se aleja del ciclismo español

No se puede decir que sean unos criterios realizados específicamente contra ningún país –Comité Nacional, en lenguaje olímpico- y menos aún contra España. Pero la nueva tendencia de procurar una representación de todos los continentes en los Juegos Olímpicos ha originado unas normas de clasificación que no benefician, ni mucho menos, al ciclismo español de cara a Londres 2012, sobre todo en pista, la disciplina que está recibiendo más varapalos de forma injustificada en las últimas fechas.

La UCI publicaba esta semana los criterios de clasificación para la próxima cita olímpica en tres de las cuatros disciplinas. Falta la carretera, donde no debe haber sorpresas respecto al modelo de Pekín, aunque visto lo visto…

De todas ellas, sin duda es la modalidad de pista la que más novedades presenta, no sólo a causa del cambio del programa olímpico, del que ya hemos hablado largo y tendido y que ya es una batalla perdida, sino también por el límite continental antes expresado. En el caso de la velocidad por equipos masculina –prueba clave ya que permite la participación también de un corredor en velocidad y otro en keirin-, no vale ya quedar entre los diez mejores del mundo, sino que la clave es situarse entre las cinco mejores naciones europeas. Si pensamos que, salvo hecatombe, Gran Bretaña, Francia y Alemania estarán en Londres, vemos que España tendrá que luchar por una de las dos plazas restantes contra países como Países Bajos, Polonia, Rusia, Chequia o Grecia. Complicado. Porque la segunda opción olímpica para los velocistas –estar entre los mejores cuatro europeos del ranking mundial- es hoy impensable.

No debe haber problemas para conseguir una de las plazas del omnium masculino o femenino –no de las dieciocho generales, sino de las ocho específicas europeas-, ni tampoco para estar entre los seis mejores equipos masculinos –siempre europeos- de persecución. Y terminando con los conjuntos femeninos, ya el problema no es de cuotas, sino de tiempo. ¿Es posible que en solamente dos años se puedan construir casi desde cero sendos equipos de velocidad y persecución capaces que estar entre los mejores con unas condiciones tan restrictivas?

En el BMX y en el BTT, afortunadamente no hay cuotas continentales, pero en ambas modalidades prima el componente colectivo sobre el individual y en el caso del bicicross eso es un hándicap para España. Y es que ‘casi’ todo se decidirá en base la clasificación mundial por naciones -que contempla los resultados de 6 de mayo de 2010 a 28 de mayo de 2012, para lamento de la UCI que deseaba un plazo mayor-. Y estos son con tres corredores, lo que favorece a naciones con un nivel alto global: ese no es el caso de España, ni en hombres ni en mujeres. Y cuando decíamos ‘casi’ es porque aún hay una segunda opción, pero que tampoco resulta fácil: estar entre los seis hombres o las tres mujeres mejor clasificados –excluidos los de las naciones ya representadas por el anterior criterio- en el Mundial de 2012

No todo va a ser malas noticias. En el mountain bike los criterios serán similares a los de 2008, aunque tomando en cuenta un ‘mix’ que combina las clasificaciones UCI por nación de 23 de mayo de 2011 y de 23 de mayo de 2012. En el caso de los hombres, España no debe tener problemas para clasificarse entre las cinco primeras naciones, que son las que acudirán con tres ‘bikers’, como sucedió en Pekín. Y en el de las mujeres, lo lógico es estar al menos con una representante –algo que tienen los 18 primeros países-, e incluso con opciones de dos –hay que clasificarse en el top 8-, aunque todo dependerá de la longevidad deportiva de Marga Fullana –que sigue al más alto nivel pero que en Londres tendrá ya cuarenta ‘tacos’- y de la progresión de Rocío Gamonal y de Anna Villar.

En fin, que esta semana Londres se ha alejado un poco del ciclismo español.

miércoles, 5 de mayo de 2010

A corrida mais louca do mundo

No exagero si digo que Lisboa es una de las ciudades más interesantes del mundo, aunque los españoles no seamos muy proclives a valorar los múltiples atractivos del país vecino, bien porque nos miramos el ombligo demasiado; bien porque cuando dejamos de hacerlo y buscamos el extranjero nos planteamos algo más diferente, incluso exótico. No está de más recordar que Portugal podría ser parte de España si las alianzas dinásticas hubieran sido otras en los comienzos del Renacimiento y que incluso hoy en día muchos de sus habitantes no verían con malos ojos una fusión con el nuestro. Y mientras tanto, aquí sólo pensamos en dividir.

Volviendo con la capital lusa, cualquier fecha del año es buena para hacer una visita, ya que sus temperaturas son bastante agradables en cualquier momento, aunque os recomiendo dos. Por un lado, en San Antonio -13 de junio-, sus fiestas patronales, cuando los lisboetas se echan a la calle y las toman literalmente, convirtiendo cualquier esquina en una fiesta; por otro, el segundo sábado de mayo –en este caso el próximo día 8- cuando las empinadas rúas y callejuelas son tomadas por otros protagonistas, por los más locos de los ya habitualmente locos descenders.

Y es que es la fecha en que se celebra la Nissan Lisboa Downtown, que este año cumple su undécima edición. Es el día en que los ‘bikers’ sustituyen el campo por la ciudad, las piedras por el empedrado, las veredas por las callejuelas, los árboles por las fachadas de las casas, las trochas por las escaleras. Lisboa se convierte en la capital mundial del ‘downhill urbano’, avalada por la presencia de los mejores especialistas del mundo, comenzando por Steve Peat, monarca universal el año pasado en Canberra, soberano absoluto de la Copa del Mundo y ocho veces rey en Lisboa, donde casi monopoliza el palmarés de una prueba que también se ha llevado nuestro Oscar Saiz, en 2001. Greg Minaar, Michael Hannah o Cédric Gracia son otros de los pilotos confirmados por la organización, en una lista que solo incluye a un español, el gallego Jorge Aguin.



Desde el mismo Castelo de San Jorge hasta las inmediaciones del puerto junto al río Tajo, un descenso corto, de poco más de un kilómetro, pero vertiginoso e intenso por el siempre atractivo barrio de Alfama. Eso sí, hacerse con un hueco como espectador no es tarea fácil: el año pasado más de 20.000 personas se arremolinaron junto al recorrido.

La cita es a partir de las dos de la tarde con las semifinales y a las cuatro con las finales. Pero si no os sirve esta ‘excusa’ para viajar hasta Lisboa, no todo está perdido: tanto en Eurosport 2 como en internet se podrá seguir ‘a corrida mais louca do mundo’ y saber si Steve Peat sigue siendo ‘O Rei de Alfama’.

domingo, 2 de mayo de 2010

Cinco días de aventura y superación en el Sáhara

Siento una especial admiración por la Nissan Titan Desert. Y es una de las carreras que he marcado en rojo en mi calendario de futuro. Lógicamente no para participar, que el cuerpo no está ya para esas alegrías, pero sí para seguir de cerca la que se ha llamado acertadamente ‘el Paris-Dakar de la bicicleta’. En sólo cinco años los organizadores de RPM ha creado el ‘raid’ de BTT más importante del mundo, una prueba que tiene un carácter competitivo, lógicamente, pero que queda en un segundo plano ante la importancia que adquiere la lucha contra uno mismo; un factor decisivo a la hora de inscribirse, algo que han realizado en esta edición, que comienza mañana, un total de 335 aventureros.

El Atlas y el desierto del Sahara, concretamente 470 kilómetros, esperan a esta élite del sufrimiento en bicicleta a lo largo de cinco jornadas hasta el próximo viernes, principalmente por pistas, caminos de cabras, pedregales y otros terrenos arenosos, que de llanos no tienen nada: en alguna de las jornadas –concretamente la tercera- se alcanzan los 1.800 metros de desnivel acumulado. Y sin las comodidades de un hotel para recuperar, ya que se duerme en tiendas en el desierto… o incluso en su propio saco en el caso de la etapa maratón. Llegar a Ouarzazate, la puerta del desierto, en este caso de salida, supondrá una satisfacción similar a la de alcanzar los Campos Elíseos para un ciclista en el Tour de Francia.

Los ex ruteros Melchor Mauri y Roberto Heras –ganadores en 2007 y 2008- y el ‘biker’ Israel Núñez, último vencedor, encabezan una nómina tremendamente atractiva que reúne a otros ex ciclistas como Abraham Olano, Laurent Jalabert, Peio Ruiz Cabestany, Igor Astarloa, Roberto Torres, Eleuterio Anguita o Miguel Ángel Iglesias; a ‘bikers’ en activo como Marc Trayter, Alejandro Díaz de la Peña, David Lozano, Ismael Ventura, Xavier Carnicer, Josep Puigpinós y Oriol Morata; a aventureros periodistas, caso de Roberto Palomar o Sergi López-Egea, y a un ‘mito’ del BTT como ‘Tinker’ Juárez. Sin olvidarnos de Fran Contador, el hermano y mánager de Alberto.

Muchos medios –destacando MARCA, que ha alineado su propio equipo- seguirán la prueba, aunque también podréis seguir el día a día de la prueba de forma en su web oficial: http://www.nissan-titandesert.com/

Suerte a todos y esto es lo que os espera:

1ª: Maadid-M’Cissi (98,4 km y 460 metros de desnivel acumulado)
2ª: M’Cissi-Alnif (94,4 km y 40 metros de desnivel acumulado). Maratón.
3ª: Alnif-Boulmane Dades (98,1 km y 1.800 metros de desnivel acumulado)
4ª: Boulmades Dades-Toundout (135 km y 1.400 metros de desnivel acumulado)
5ª: Toundout-Ouarzazate (52,1 km y 400 metros de desnivel acumulado)