sábado, 8 de mayo de 2010

El Giro equivocado, la participante equivocada

Cuando miramos el palmarés del Giro de Italia, nos encontramos como ganador en la edición de 1912, a un equipo, no a un corredor: Atala se impuso por delante de Peugeot y Gerbi. Y es que aquel cuarto Giro disputó su general exclusivamente por equipos, una fórmula que no se ha vuelto a repetir jamás ni en la ‘corsa rosa’ ni en ninguna gran prueba por etapas.

No sé sabe muy bien por qué los organizadores de la ‘Gazetta’ se empeñaron en esta idea, que no tuvo apenas defensores fuera del periódico y que fue criticada unánimemente, tanto por los que participaron como los que no pudieron hacerlo al no encontrar una formación que les diera cobijo, con lo que el número de inscritos bajó sensiblemente con respecto a las primeras ediciones. Y con el agravante de que las etapas se disputaban individualmente, con victorias del corredor que terminaba primero, pero con una general por equipos, elaborada por la suma de puntos, por los puestos obtenidos, no por tiempos, aunque ésta era una norma de la carrera italiana desde sus inicios que no se abandonó hasta 1914.

Al final, en Bérgamo –se añadió el recorrido del Giro de Lombardía como ‘prórroga’ para contentar a los espectadores, tras la suspensión de la etapa entre Pescara y Roma por una huelga de los corredores, a causa de un alargamiento del recorrido por culpa de un corte de carretera-, subían a lo más alto del podio Carlo Galetti, Giovanni Micheletto y Eberardo Pavesi –el cuarto integrante, Luigi Ganna, había abandonado a mitad de carrera-, como ganadores de la prueba que si hubiera sido individual por tiempos, hubiera reflejado en el palmarés el nombre de Galetti, el ‘furbo’ –el astuto-, ganador también en los dos años anteriores, con un tiempo de 100 horas, 2 minutos y 57 segundos.

Visto el fracaso organizativo –que no deportivo- los organizadores volvieron sin ningún tipo de aspavientos a la fórmula individual, sinónimo de ciclismo hasta nuestros días. Con el precedente del Tour de Francia que ya llevaba nueve ediciones gestando la épica de los grandes corredores, este tipo de carrera por equipos estaba condenada al fracaso.

Alfonsin

Y cuando echamos un vistazo a los participantes del Giro de 1924, lo que encontramos es el nombre de Alfonsina Strada –aunque en la hoja de inscripción apareciera como Alfonsin para evitar una publicidad que no se deseaba-, una mujer de coraje que no dudó en apuntarse, lo que despertó todo tipo de recelos en la organización y entre sus ‘compañeros’, que quisieron boicotear aquella edición, a lo que ‘La Gazetta’ respondió pagando primas en especie, principalmente viajes y comida, por la inscripción, ya que no podía impedir –reglamento en mano- la presencia de una mujer.

Con unos medios, y con una situación social, a años luz de los actuales, la Strada compitió dignamente en las primeras etapas, aunque a partir de la quinta comenzó a entrar bastante descolgada, hasta que los organizadores decidieron excluirla por fuera de control en la octava, en una decisión bastante drástica y nada bien acogida. Pese a ello, la corajinosa ciclista cubrió las etapas restantes sin dorsal y llegó a Milán entre los aplausos de sus compatriotas. Por cierto, no hubiera sido la última clasificada en la general si se le hubiera seguido tomando el tiempo en cada jornada, aunque habría acabado a 28 horas del vencedor.

Nacida Alfonsina Morini en 1891 –cambió su apellido al casarse-, había sido una notable corredora, compitiendo con hombres ya que no había otra opción, antes de aquella gesta que no pudo repetir ya que el organizador se curó en salud y le impidió futuras participaciones masculinizando reglamentariamente la ‘corsa rosa’. Eso sí, se ganó el respeto de sus rivales. Como curiosidad diremos que fue la primera fémina en establecer el record de la hora, en 1938.

Ahora tan sólo nos queda preguntarnos, si el Giro por equipos hubiera sido un éxito y se hubiera encontrado la complicidad del Tour, y si la Strada hubiera podido repetir ¿estaríamos hablando ahora de otro ciclismo?

PD: Para los que deseen más información, hay un libro de Paolo Facchinetti sobre la campeona italiana llamado ‘Gli anni ruggenti di Alfonsina Strada. Il romanzo dell'unica donna che ha corso il giro d'Italia assieme agli uomini’

3 comentarios:

  1. Ni el ciclismo ni el deporte en general están hechos para la mujer.

    "el ciclismo femenino, ni es ciclismo ni es femenino"

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  2. ya que se habla de mujeres...luis román, por qué ese empeño y esa obsesión enfermiza por hacer tanto la pelota a una "periodista" tan limitada y que hace tanto daño a nuestro deporte con esas mediocres crónicas? tu estás por encima de ella, muy por encima, pasa de ella; entre todos podemos echarla de CAF y recuperar esa histórica revista que fue. Desde que esta Ainara, le he cogido asco a la revista.

    QUE CONSTE QUE NO DIGO ESTO PORQUE AINARA SEA MUJER, SINO PORQUE ES PATÉTICA

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  3. La verdad es que nunca he hecho la pelota a Ainara, aunque si la he defendido. Como periodista y compañera tiene cosas buenas que debo defender, ya que aporta un punto de vista distinto. ¿Mejor o peor? Que lo juzguen sus lectores, yo no soy quien. Y respecto a las malas, como pone el rótulo de los bares: Lo malo dígalo aqui; lo bueno, fuera". Lo que tengais que recriminarle (a ella o a cualquier otro compañero) hacédselo llegar a ellos (a sus medios, a sus bloges, a sus comentarios, no a mi. Y es que aqui estoy hablando de Alfonsina que fue una pionera incomprendida y he querido rescatarla en estos días en los que 'manda' la actualidad del Giro. Gracias en todo caso por tus aportaciones

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