viernes, 16 de septiembre de 2011

Diario de un Mundial (II): ¿Qué hacemos con los juveniles?

Después de seis años en el que los Campeonatos del Mundo absolutos han estado compuestos solamente de seis pruebas –para élite hombres y mujeres, y para sub23 masculinos, tanto en línea como contrarreloj-, Copenhague 2011 significará la ‘recuperación’ de las categorías juveniles masculina y femenina, por lo que el Mundial alcanzará diez competiciones. Y es que en 1997 –en San Sebastián, mi primer Campeonato- se estableció esta fórmula, que se mantuvo hasta 2004.

En 2005 la UCI decidió unificar los Mundiales de carretera y pista para juniors en una sola fecha, a mediados de agosto, separándolos de los absolutos. Pero la alta especialización existente incluso en esta categoría y los problemas de numerosas sedes para compatibilizar un recorrido en carretera y un velódromo han originado que la UCI regrese a la antigua fórmula, que tiene más de un detractor a causa de las fechas, ya que en la segunda quincena de septiembre, se ha iniciado el curso escolar. Eso sí, logística y económicamente es una ventaja para cualquier selección.

Sin embargo, los juveniles no dejarán de lado la formación, al menos como ciclistas. Y es que el máximo organismo ciclista internacional ha programado para el próximo jueves la UCI Junior Conference, una charla obligatoria para todos los participantes en la que se les aleccionará sobre algunos aspectos relativos al ciclismo que están en la mente de todos. ¿Interesante? Por supuesto. ¿Útil? Ya lo veremos.

Por lo demás, esta formula supondrá seis días de competición, más uno –que no esperábamos, de descanso, aunque posiblemente sea el que más trabajemos: de lunes a miércoles, las cronos en el centro de Copenhague; de viernes a domingo, las pruebas en línea, en el suburbio de Rudersdal, en una zona casi deshabitada.

Foto: El hoy profesional Egoitz García, uno de los participantes en el último Mundial junior conjunto, en Verona 2004.

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