lunes, 3 de octubre de 2011

Conclusiones de un Campeonato sin conclusiones tajantes

La primera conclusión que se puede sacar de los recientes Campeonatos de España de pista es que no se pueden sacar conclusiones, al menos tajantes. Estamos en los comienzos de la temporada de pista, en un año que va a ser tremendamente largo con ese apéndice veraniego de los Juegos Olímpicos. Algunos llegaban muy cortos de forma, pensando en Londres, pero otros, con la escopeta cargada habida cuenta que sus disciplinas están muy lejos de estar clasificadas y hay que comenzar a disparar desde ya mismo –apenas faltan tres semanas escasas para el Europeo de Apeldoorn- para intentar ganar la plaza, en primera instancia, y para ser el elegido para esa plaza, en definitiva. 

Por ello tiene un mérito especial ver a un David Muntaner tan soberbio en estos Nacionales, en los que se llevó cuatro otros, algo que no logró ningún otro competidor. El de Establiments fue el alma de una selección balear que tiene incluso más futuro que presente, aunque quizás le falte alguna fémina de nivel para completar el equipo. Detrás de él, un Albert Torres notable –tres oros y un bronce- que sin embargo nos dejó preocupados con una pobre clasificatoria en persecución… aunque no sólo no le dio importancia, sino que lo compensó con creces. 

Entre los fondistas, destacar a un Sebastián Mora que pide paso decididamente (el 4-27-9 de la persecución lo certifica), pero más aún a su paisano Julio Alberto Amores, que aún siendo todavía junior se hizo con un título sub23 a base de valentía y desparpajo. Ojo con él. 
Pasando a los velocistas, una vez más deberíamos preguntarnos si no sería más justo que, dada la escasez de especialistas, élites y sub23 compitieran juntos, en una sola categoría, para aumentar la rivalidad en determinadas pruebas como keirin o velocidad. Lo que nos permitiría ver el potencial real de un Juan Peralta que ‘progresa adecuadamente’ o un Hodei Mazkiarán, que apunta destellos en su necesaria recuperación. Pero como siempre, habrá partidarios y detractores, así que nos dejamos de elucubraciones.  

Quizás el mayor debate de estas disciplinas se haya producido fuera de los velódromos, ya que mucha gente se ha planteado si es positivo que un Escuredo cuarentón sea capaz de ganar aún a velocistas que casi podrían ser sus hijos. Pienso por un lado que el gerundense es un fenómeno de la naturaleza al que nunca se ha apreciado en la medida de su valor. Pero por otro lado, vuelvo a referirme a la competición conjunta como un baremo que quizás fuera más justo. Y no quiero terminar sin animar a un corredor que es sinónimo de profesionalidad y que no ha atravesado su mejor momento en estos Nacionales, Itmar Esteban. 

Y termino con las féminas. Con Leire por encima de las demás en las tres especialidades que tomó como un entrenamiento de calidad, lo más positivo es la rivalidad que se está estableciendo entre las jóvenes ‘delfines’ que ojalá progresen lo que sea necesario, aunque su meta no sea el 2012 sino el 2016. Por el contrario, las velocistas pueden llegar a tiempo a Londres, aunque no sea tarea fácil. En todo caso, la rivalidad Tania Calvo-Helena Casas –y con Mar Manrique mirando desde lejos- puede ser muy positiva para la pista española y por supuesto para ellas mismas.

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