jueves, 22 de diciembre de 2011

Dos libros recomendables en Navidad para ciclistas aventureros

Para todos aquellos despistados que aún no hayáis comprado el regalo de Navidad –o de Reyes- a ese loco de vuestra familia al que le entusiasme tanto la bicicleta como este inmenso mundo que nos rodea y que desconocemos, quisiera haceros dos recomendaciones recién llegadas de los hornos de las librerías por si os sirven como pistas. Aunque posiblemente lo mejor que podáis hacer es leerlos vosotros mismos.

Sin duda, el aventurero ciclista español  más conocido es Alvaro Neil, Biciclown, que ya ha cumplido más de 100.000 kilómetros en casi 2.600 días rodando por 64 países, repartiendo Millas de Sonrisas alrededor del Mundo. Desde la Isla Sur de Nueva Zelanda nos llega ‘Donde termina el asfalto’, su tercer libro, centrado en su periplo asiático, que no es sino un punto y seguido en su viaje que se prolongará por lo menos hasta 2014. De este personaje sin igual tenemos ya otros dos relatos –‘Africa con un par’ y ‘Kilómetros de sonrisas’- así como otro recomendable documental, ‘La sonrisa del nómada’.

De la Expo a las Olimpiadas en bicicleta’ fue el lema del viaje en 2008 de Diego Ballesteros, un zaragozano que durante casi cuatro meses, atravesó 14 países sobre una bicicleta apodada león, recorriendo la distancia de 12.822 kilómetros. Y este guarismo es el título del libro recién editado “donde describo mis estados emocionales, los lugares que visito, las amistades que realizo, las dificultades que encuentro, y cientos y cientos de anécdotas desconocidas que sorprenderán al lector”. De momento, ya se han agotado las dos primeras ediciones, y si lo pides por correo electrónico al autor puedes obtenerlo dedicado.

martes, 13 de diciembre de 2011

¿Por qué hay menos equipos que nunca?

Esta mañana Biciciclismo publicaba un interesante estudio comparativo de los equipos ciclistas españoles en los últimos años, concretamente desde 2004 hasta 2012, llegando a la conclusión –inapelable- de que hay menos equipos que nunca: Y es que de los ocho de la primera fecha pasaremos a los cuatro de la próxima campaña, sin contar a los dos continentales –Orbea y Burgos- que se sumarán.

Evidentemente, esta bajísima cantidad debe mover a la reflexión, no buscando causas, justificaciones y culpas más o menos asumibles, sino soluciones. Y ver que las ‘bajas’ son debidas a diferentes causas, según nos movamos en el UCI WorldTour o en las categorías continentales.

Y es que tener dos equipos de primera división es algo absolutamente lógico habida cuenta de la mundialización del ciclismo. Estamos al mismo nivel que Francia, Italia, o Bélgica, nuestros referentes, por encima de Alemania y Países Bajos y solamente por debajo de Estados Unidos, en la cúspide más por razones empresariales que por otros motivos. Para bien o para mal, la mundialización es un hecho irreversible –otra cosa es que el UCI WorldTour sea más o menos criticable o mejorable- lo que conlleva que, en un mundo de recursos limitados, cuanto más equipos haya en países emergentes (Australia es el último ejemplo), menos equipos del más alto nivel tendremos.

Otra cosa muy distinta es la segunda división, donde la situación es dramática, con sólo dos escuadras, Caja Rural y Andalucía, frente a las cinco que llegamos a tener no hace mucho. Y todo ese teniendo en cuenta que no hay límites, como en la superior, y que Francia o Italia nos duplican ya en escuadras. Y en esta categoría es donde se han producido las principales bajas también entre los organizadores españoles. Tanto en uno como otro caso, nos encontramos con entidades demasiado dependientes del dinero público -Galicia, Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Canarias… en el caso de los equipos, por no hablar de las rondas regionales también desaparecidas- por lo que la situación en la que nos encontramos es perfectamente comprensible, e incluso posiblemente resoluble: coordinar un calendario peninsular junto al también maltrecho calendario luso, buscar más competiciones en el extranjero, aunque sean más ‘incómodas’ y caras, y sacar adelante la ‘deseada’, la Ley de Mecenazgo, a ver si es realmente ese dinamizador que se necesita. Porque si no…

Por último, la tercera categoría, que también llego a tener media decena de conjuntos la década pasada, también plantea numerosos interrogantes y más teniendo en cuenta que varios equipos amateurs –Super Froiz y Guerola-Valencia como ejemplos más evidente- tienen potencial más que de sobra para ser continentales y al mismo tiempo dejar de ser refugio de ‘recalificados’ que tienen suficiente clase para seguir midiéndose con los pros. En este caso, una reforma del calendario, con la promoción de algunas pruebas amateurs, debe ser un primer paso obligatorio e ineludible, aunque no el único.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Valparaiso Cerro Abajo, !vaya espectáculo!

Una de mis carreras favoritas, a la que todavía no he podido acudir, desgraciadamente, es la Lisboa Downtown, el original descenso urbano en la capital portuguesa, desde el Castelo de San Jorge hasta el Barrio de Alfama. Este año estuve más cerca que nunca de ir… pero se suspendió. Así que esperaremos a tiempos mejores.

Sin embargo, he descubierto otra prueba del estilo de la lisboeta, bastante más cutre pero posiblemente mucho más espectacular, aunque algo más lejana para acudir a presenciarla: Valparaíso Cerro Abajo, en Chile.

En este primer vídeo podréis vivir el peculiar ambiente de esta competición.



Y en este otro, el descenso de uno de los pilotos en primera persona.



Disfrutadlo, pero que no os entre el ‘mono’ como a mí. Eso si, en Internet hay muchos más vídeos sobre esta prueba.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El pedal de Frodo: La bonita y loca aventura de montar unos premios

Solamente por la ilusión que destila, os quiero reproducir este artículo de los amigos del Pedal de Frodo cuyos Premios 2011 serán entregados en la que será una Gala sin par el próximo día 22. Ojalá pueda asistir, aunque es algo que  no depende de mí. Suerte !

Perdonarme, que como no hay carreras hace mucho tiempo que no actualizo nuestras “experiencias” y si que estamos vivitos y coleando jeje. Ahora andamos embarcados en una aventura que hasta hace bien poco se antojaba inimaginable para nosotros, la organización de un acto de entrega para nuestros premios. Nuestros premios, ¡qué bonito queda!, otra cosa que era impensable pero que poco a poco y que, con vuestra colaboración, se hizo posible y realidad.

¿La historia de todo esto? La primera vez que nos lo planteamos fue cuando nos lo comentó el amigo Marce de Sprint Especial.  Que sería bonito que nosotros pudiéramos hacer algo de eso decía, y yo estuve de acuerdo en que sería algo muy bonito… Pero sinceramente en aquel momento lo vi fuera de nuestro alcance y por ello descarté la idea.

Pero después, en la Vuelta a España, Eneko me vino con la misma idea de Marce. ¿Por qué no damos nosotros unos premios? Y yo seguía sin verlo muy claro… ¿Cómo?, ¿dónde?, ¿a quién?, ¿cómo elegirlos?, ¿de dónde sacamos la pasta?, ¿ya vendrían los corredores? Ufff…. ¡vaya “fregao”! Casi que imposible pensaba jeje…

Hasta que un día me vino diciendo que había visto por internet unos trofeos bastante chulos y que salían económicos comprando cuatro. En ese momento ya nos lo empezamos a plantear completamente en serio, pero solo 4 categorías de premiados me parecían pocas… Ya de liarla pues liarla del todo, ¿no?

Así que mirando y mirando dimos con otros trofeos que respondían a la perfección a nuestras necesidades, ya que llamándonos El Pedal estaba claro que nuestro premio tenía que ser “algo” de un pedal. Y nada, todo en marcha…. ¿Categorías de los premios? Pues lo que decía, ya que estamos hay que aprovechar jeje… ¡y finalmente han sido 11!

Aunque claro, una cosa es “conceder” unos premios (muy fácil con vuestra ayuda y teniendo internet)  y otra completamente distinta es organizar un acto-gala-evento de entrega. En aquellos momentos he de reconocer que me veía dando los trofeos a sus ganadores en la siguiente carrera en las que les viésemos…

¿Qué tendríamos que conseguir? Un sitio, algo de picoteo y bebidas, que alguien patrocine los trofeos, alguna habitación de hotel, preparar un cartel, preparar un discursillo, alguien que hable y, lo más importante, conseguir que los galardonados viniesen al acto. No muchas cosas… pero complicadas, muy complicadas, y más cuando no se tiene ningún tipo de experiencia en estas cosas.

Al principio vaya vaya, muchas llamadas y mails mandados con nuestra propuesta sin respuesta… Pero una vez con la idea en la cabeza nos jodía tirar la toalla y, por si acaso, fuimos avisando a los corredores premiados para ir tanteando su disponibilidad. Joder… y que gente como Iñigo Cuesta, Juanjo Cobo, Igor Antón o Mikel Landa te digan que si vendrían fue el pequeño gran estímulo que necesitábamos para no rendirnos. ¡Había que conseguirlo!

Fuimos poco a poco, lo más urgente era conseguir el sitio donde realizarlo para poder empezar a coordinar todo y por fortuna dimos con un auténtico enamorado de este deporte (Brako) que nos puso a nuestra disposición su local y unas bebidas para los presentes. ¡Perfecto! Siguientes pasos, sufragar los trofeos y conseguir algo de papeo…

Lo de los trofeos ya los teníamos “medio” pactados con Bilbo Bike y cerramos el acuerdo. ¡Sólo, más o menos, faltaba la comida! Llamada por aquí, llamada por allá, incluso la siguiente respuesta “¿qué te piensas tú, que somos una ONG?” jeje. Pero es que no estábamos tocando las puertas correctas… hasta que nos encontramos con los amigos de Katering Puntuan, que rápidamente se sumaron a nuestro proyecto e hicieron posible cerrarlo todo.

Bueno todo no, nos faltaba alguna habitación de hotel por si alguno de los premiados las precisa y preparar un cartel para promocionarlo. Y en el tema de las habitaciones hubo suerte, rápidamente además, con el Hotel Gran Bilbao. En cuanto al cartel quiero levantar desde aquí un monumento a mi primo Alberto… ¡por la paciencia que ha tenido durante esta semana! Pero al final ha quedado guapo, ¿eh?

Y tendremos hasta nuestro D.J. particular pinchando música sobre dos ruedas, ¿qué más podemos pedir?

Bueno si, ya puestos jeje… Alfombra roja no, pero si que nos hace falta un fotocol y un par de carteles para el día del evento… ¡¡Somos todo oídos!!

Y ahora lo que nos toca es invitar a la gente (ya hemos obtenido respuesta afirmativa por parte de unos cuantos de ellos!!) y preparar el acto en sí, cómo plantearlo, cómo desarrollarlo, redactar un discursillo… ¡uf, jeje! Esperemos que salga todo bien, no sé si lo conseguiremos (porque en la vida hemos hecho nada parecido) pero nuestra idea es hacer algo sencillo y divertido… ¿Lo lograremos? No lo sé, pero la ilusión que tenemos seguro que nos ayuda. ¡Toquemos madera y que así sea…!

¡El día 23 os lo contamos!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ciclista olímpico, medallista, boxeador… y Borbón

Antes de comenzar con la curiosa historia del personaje de este post, quiero reconocer la admiración que profeso hacia aquellas personas que son capaces de convertir una afición en una devoción, hasta tal punto de convertirse en verdaderas autoridades sobre temas que, para muchos mortales, resultan absolutamente lejanos, pero tremendamente sugerentes.

Por ejemplo, Fernando Arrechea, el mayor experto sobre la historia del olimpismo en España y autor de ese blog  “que todo el mundo visita, muchos plagian y casi nadie cita”, como bien define. Gracias a él, hemos podido descubrir al primer ciclista olímpico español y medallista hacia la friolera de 111 años, que además fue boxeador y, por si fuera poco, Borbón.

Hay que remontarse a Paris’1900, los segundos Juegos Olímpicos de la Modernidad, aunque su formato fue muy diferente al de los actuales, ya que coincidieron con la Exposición Universal y se prolongaron durante los cinco meses que duró ésta. Para entendernos, realmente fueron una serie de competiciones deportivas paralelas, de muy distinta índole, incluso remuneradas monetariamente, en flagrante contradicción con el espíritu olímpico. De ahí la dificultad de encontrar el palmarés completo de aquella edición.

Pese a todo, no es difícil encontrar el nombre del francés Fernand Sanz como medalla de plata en la prueba de “sprint de 2,000 metros”. Tampoco descubrir que ganó sendos campeonatos de boxeo en Francia en 1903 y 1904. El mérito de la investigación es su resultado de que no era Fernand sino Fernando, ni francés sino español, hijo de la cantante de ópera Elena Sanz… y de Alfonso XII, que jamás le reconoció… ni lo han sido aún sus herederos pese a sus ‘demandas’, según las informaciones de Arrechea.

En fin, a falta de algo más de 200 días para el inicio de Londres’2012, no está de más acordarnos del precursor del ciclismo olímpico español… y de su descubridor.