lunes, 9 de abril de 2012

Desde Melbourne ya se comienza a divisar el skyline de Londres

Aunque un total de ocho países se han llevado uno o varios ‘arco iris’ de Melbourne sin pasar por los puestos de merchandising del velódromo, el Mundial de pista finalizado ayer ha demostrado la igualdad existente entre británicos y australianos –seis títulos cada uno- y ha supuesto un golpe de timón de los europeos tras el claro dominio de los ‘aussies’ el año pasado en Appeldorn. Sinceramente creía que los locales iban a asustar de cara a los Juegos Olímpicos, aunque fuera solo una treta psicológica. Y ha sido, al revés, ya que los británicos son quienes han salido más reforzados en todos los sentidos.

Y es que si analizamos solo las diez competiciones que habrá en agosto en Londres, el balance es muy claro para los británicos, con cinco títulos, frente a los tres australianos y los dos restantes, para franceses y alemanes. Todo ello con la salvedad de que la velocidad por equipos masculina estuvo marcada por la descalificación de dos potentes selecciones como Alemania –campeona saliente- y Gran Bretaña –aunque no termina de rematar su trío- y con Australia ganando por una sola décima a los galos que, para mi, son más fuertes en nueve de cada diez enfrentamientos.

Centrándonos el análisis en esas nueve pruebas olímpicas restantes, vemos que el golpe psicológico más fuerte de Gran Bretaña fue el dado en la persecución por equipos, donde no sólo ganaron, sino que batieron el record del mundo (3-53-295), en una guerra que ya lleva muchísimas batallas. Y eso que alinearon cinco corredores distintos: Ed Clancy, Andrew Tennant, Peter Kennaugh, Gerraint Thomas y Steven Burke, con Ben Swift, otro posible integrante, relegado a las pruebas no olímpicas, pero en la recámara, donde incluso podría estar Bradley Wiggins en Londres, aunque sólo “por si las moscas”. Su equipo me ha impresionado, con dos corredores incluso capaces de marcar 1-01 en el kilómetro, en una nueva forma de entender esta disciplina. Sinceramente yo creía más en que la suma de talentos individuales australianos –Michael Hepburn, Jack Bobridge y Rohan Dennis, los tres más rápidos en la clasificatoria de la persecución- iba a pesar más en un equipo que completó Glenn O’Shea en detrimento del prometedor joven Alex Edmondson y del ya rutero autodescartado Luke Durbridge. Y en féminas, nada que objetar al poderío del trío femenino, también con posibilidad de elección y con record del mundo.

Otra plusmarca mundial que cayó en el Hisense Arena fue el de la velocidad por equipos femenina. Pero no con Australia –con una plata que las sentó peor que una copa de cazalla-, ni con Gran Bretaña –que se quedó fuera del podio, preocupada- sino del sorprendente dúo alemán, con el que habrá que contar muy en serio para Londres. Victoria Pendelton, por lo menos, se llevó la prueba reina, mientras que Anna Meares se desquitó con el keirin y con los no olímpicos 500 metros. En todo caso, en estas disciplinas ‘cortas’ está todo muy abierto.

Baugé y Hoy, intocables

En hombres, en cambio, me sorprendería todo lo que no fuera el oro olímpico de velocidad para Gregory Baugé, que se tomó la justa revancha por la descalificación mundialista por aquel asunto de las ‘notificaciones’ ante el único que aún le tose de vez en cuando, Jason Kenny. Sir Chris Hoy, me temo, no está para hacerlos frente aunque es capaz de genialidades –fuerza, cabeza y coj…- como la que mostró para ganar el keirin, en el mejor momento sin duda de todo el Mundial. Shane Perkins, con todo mi respecto y pese a que ganara en Appeldoorn, está un paso por debajo en estas dos pruebas.


Y terminamos con el omnium, prueba en la que me ha sorprendido la chistera que tienen los australianos que tuvieron las narices para descartar al vigente campeón mundial, Michael Freiberg, para sustituirle por otro que mostró una mayor solidez, el citado O’Shea. Clancy, que curiosamente fue el mejor en las pruebas cortas, que no son las suyas, no despejó las dudas británicas, al no subir al podio. Pero que ninguno de ellos se confíe, ya que en Australia faltó el mejor de la temporada, el colombiano Juan Esteban Arango.

En cambio la menuda Laura Trott sí parece una garantía para las huestes británicas pese a que su máxima rival fuese –no podía ser otra-, una australiana, Annette Edmondson, y que haya una jauría de candidatas que se han quedado muy hambrientas tras Melbourne, comenzando por Sarah Hammer y finalizando por Leire Olaberría.

Falta algo menos de cuatro meses para la cita, pero desde Melbourne ya se puede divisar el skyline londinense.

3 comentarios:

  1. Poco o nada más que añadir, Luís. Si acaso, añadir algún protagonista más a la lista en las pruebas individuales de velocidad: como Levy, Sireau, Bourgein... o Panarina y Guo entre las chicas.

    Gracias por invitarme a comentar.
    Carmelo

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  2. No nos olvidemos que los JJOO son en verano y eso beneficia a los paises del este, ya que, aparte de las naciones que emigran a nuestro país, las condiciones para entrenar son las mejores.

    Creo que la velocidad por equipos femenina estará reñida, Ukrania con el buen tiempo (como han demostrado al inicio de temporada) puede rendir a gran nivel, las chinas estan demostrando que estan creciendo y si Australia mejora su segunda vuelta en 2-3 decimas será la máxima favorita en llevarse el oro.

    Para las individuales Meares, como super fan que soy, es mi gran favorita, pero no me olvido de Pendleton, la que creo que los Juegos han sido su apuesta des de el principio, esta temporada solo corrio el Europeo y no volvio ha aparecer hasta Londres. Krupeckaite despues del bajon del año pasado a vuelto y también habrá que tenerla en cuenta junto a Shulika, Guo, Sanchez, Vogel, Panarina (ausente en Melbourne) entre otras.

    Alba

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  3. La lastima es que en tu crónica no se hable de los españoles, aunque han demostrado que estén tan lejos y tan cerca de los de arriba , quedan 4 meses para Londres , a ver que pasa!

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