martes, 11 de septiembre de 2012

Diario de otro Mundial (2): Una selección que engancha


Con el anuncio de la selección élite esta mañana a cargo de José Luis De Santos, y a falta de determinar únicamente los tres juniors que competirán en línea –el sábado, tras la Premundial de Beasain-, ya conocemos la expedición española al Mundial de Limburgo, que estará formada por 22 ó 23 ciclistas –dependiendo si el juvenil Oscar González dobla en la prueba en línea-, entre ellos siete mujeres. 

En un país en que cada español es un seleccionador, ha sido relativamente bien acogido el ‘nueve’ pro anunciado hoy. Tan sólo algunos reparos a la presencia de ‘Samu’, dado su estado físico, y una preocupación por el exceso de gallos, de la que no saldremos de dudas hasta el mismo 23-S: más que de consignas previas, depende de ellos mismos, de su actitud en carrera, su consideración como equipo o como una suma de individualidades digna de la Italia de los peores tiempos. Lo más positivo es que, a día de hoy, es una selección que interesa, que ilusiona, pero sobre todo que engancha y ojalá esto se traduzca en el seguimiento de este evento. 

También se ha escrito algo de la presencia de sólo un sub23 en la prueba en línea. Y aunque he leído algunos apuntes interesantes, no se ha profundizado en las causas de esta disminución –desde los cinco corredores hubo en Copenhague-, que se debe a dos razones fundamentales: falta de pruebas 2.2. en España que den los puntos necesarios y escasa presencia de nuestros sub23 en competiciones en el extranjero. Y en este caso no se trata de ir con la selección, sino de competir con sus equipos (aficionados o continentales) o mismamente de militar en formaciones extranjeras, algo cada vez más necesario para nuestros corredores, desde un punto de vista profesional y personal.  

La suspensión de la Vuelta a Madrid –que se unía a las de otras rondas internacionales como el Cinturón o el Circuito Montañés- ha sido fundamental, ya que fueron los puntos logrados en esta ronda los que nos permitieron alcanzar la máxima presencia en el anterior Mundial. Y un detalle para terminar: la semana pasada, saliendo de Ámsterdam, vi un cartel de carretera que señalaba las distancias a Bruselas, París y Londres, todas ellas –lo mismo que Alemania- a escasos 500 kilómetros, como mucho. ¿Qué señalización se ve desde Madrid? España y más España. Nos cuesta salir no sólo psicológicamente sino físicamente. 

De lo que menos se ha hablado ha sido de las féminas. Ni de las élites, con una Anna Sanchis supermotivada que quiere ‘liarla’ en Valkemburg, incluso compitiendo en la crono, ni mucho menos de las juniors, con un cuarteto de muchos quilates, al que dedicaré un post más amplio porque realmente esta generación –la más completa de la historia- se lo merece.

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