jueves, 27 de junio de 2013

BTT-Maratón: un Mundial y una disciplina que no terminan de encontrar su sitio

Siempre he sido de la idea de que la UCI tiene bien claros los distintos conceptos que quiere para las distintas disciplinas deportivas, aunque en algunos casos haya sido a base del método de prueba y error. Eso no quiere decir que esté de acuerdo con algunos de los modelos vigentes, como puede ser el del UCI World Tour o la mera existencia del omnium como eje de la competición en pista.

Sin embargo hay una disciplina en la que la UCI que no termina de encontrar su sitio y es el BTT-Maratón. Si en un principio se intentó imitar el mismo esquema de competiciones que el cross country (*), pronto se desechó la idea. Tras varias iniciativas sin éxito, este año se ha optado por unas UCI Maratón Series que prometían una clasificación para el Mundial… cuando exactamente no era así.

Menos claro está precisamente el tema del Campeonato del Mundo, sobre todo en lo que se refiere a su colocación en el calendario. En 2008 y 2011 se optó con el inicio del verano, algo a lo que se ha regresado este año; por el contrario en 2009 y 2010, se fechó en pleno mes de agosto –incluso el primer año muy cerca del Mundial XCO-. E incluso en 2012 se retrasó hasta el mes de octubre. Unos cambios inimaginables en carretera o incluso en el ‘otro’ mountain bike.

Ello es debido a que en la mayor parte de los casos no es una organización específica, sino que se otorga a un evento ya existente –normalmente un festival multiciclista con alguna prueba XCM de diferentes exigencias-, que intenta mantener su fecha tradicional.


Dependiendo de ello nos encontramos que, salvo un puñado de fieles a nivel mundial –con el austriaco Alban Lakata como el más claro exponente-, la participación de las estrellas del XCO depende de su programación sus objetivos. Y si ese trasvase sirve para anunciar de vez en cuando alguna estrella, como este año Jaroslav Kulhavy, en el Mundial del próximo sábado, la verdad es que los vasos comunicantes entre el XCO y XCM cada vez son menos frecuentes y absolutamente imprevisibles.

Por ello me planteo dos cuestiones: ¿Deberían compatibilizarse las temporadas de ambas disciplinas o por el contrario independizarse definitivamente? Y, sobre todo, ¿es necesario celebrar un Mundial de Maratón tan ‘saltarín’ en el calendario como éste? Si alguien, puede, quiere o sabe contestarme, se lo agradeceré.

(*) No me gusta nada la denominación de cross country olímpico (XCO) frente a la de cross country maratón (XCM). Sería mucho más sencillo hablar de cross country (XC) y maratón (XM) como se hacía hace algunos años.

lunes, 24 de junio de 2013

Bembibre (y IV): Las reflexiones del día después


Posiblemente se puedan sacar muchas conclusiones de lo que ha sido estos cuatro días y medio de Campeonatos de España. Sin embargo, me voy a centrar solamente en cuatro, en una por jornada a modo de inicio de un debate que ya está abierto y que espero que se retome cuando se planifiquen los Nacionales de 2014.

1. ¿Pequeñas poblaciones? Una vez más se ha demostrado que el ciclismo es un deporte que engancha mucho más en las pequeñas poblaciones que en las grandes ciudades. Bembibre se volcó con los Nacionales, algo que no habría sucedido de igual forma en una capital de provincia, por ejemplo. En cuanto a agrupar todas las mismas pruebas en una misma sede, desde luego es una indudable comodidad para todos.

2. ¿Es posible otro formato para las féminas? Independientemente de que cuarenta sea un número demasiado reducido para un pelotón femenino -pero no hay más, desgraciadamente-, la realidad del Nacional es la presencia de dos selecciones muy fuertes –Euskadi y Cataluña- y el resto individualidades, aunque compitan por autonomías. Y si el terreno no es suficientemente selectivo como el año pasado, nos podemos encontrar con carreras desvirtuadas como la del sábado, aunque el mérito de Ane Santesteban esté por encima de cualquier discusión.

3. ¿Tiene sentido el Campeonato de España élite? En 2005 se creó esta carrera de forma independiente para que pudieran acceder al ‘rojigualdo’ todos los élites no profesionales, sin que se sobredimensionara el pelotón al competir junto a los pros. Pero ahora, con sólo ochenta ciclistas en liza el sábado, y otros tantos el domingo, ¿no se podrían fusionarse las dos categorías en una sola prueba? Para los élites –muchos de ellos ex profesionales sin hueco, pero con clase suficiente- podría ser luna gran ocasión de medirse contra sus ex compañeros para buscar una segunda oportunidad. Eso sí, el premio adicional del maillot rojigiualdo no se cuestiona.

4. ¿Se puede o debe obligar a los profesionales a asistir a un Nacional? A todos nos duele la diferencia del nivel de compromiso entre algunos corredores. En vísperas del gran objetivo del Tour de Francia es de agradecer el de un Alejandro Valverde, que no fue protagonista, pero pudo serlo. No como otros que prefirieron descansar o incluso entrenarse fuerte sin dorsal (cuando podrían haberlo hecho mejor que en cualquier otro sitio en Bembibre). Incluso también hay diferencias entre los que después del Giro prefieren descansar a los que aún siguen corriendo, aunque sea a más bajo nivel, como Beñat Intxausti o Fran Ventoso. En este sentido, Josu Garai recordaba ayer las palabras de Koldo Fernández de Larrea hace un año. “Yo lo tengo claro. Quien quiera estar en los Juegos Olímpicos o en el Mundial, debería tener la obligación de correr los Campeonatos, porque los corredores, si no, buscan la comodidad”. 

viernes, 21 de junio de 2013

Bembibre (III): En el recuerdo del Mortirolo berciano

Si los Campeonatos de España han puesto a Bembibre en el mapa ciclista durante este fin de semana, y con una notable afluencia de público, no es menos cierto que la capital de El Bierzo Alto estuvo de moda en el pelotón profesional a finales de los noventa y principios de la década anterior, gracias a un puerto llamado El Redondal, que acogió cuatro llegadas de la Vuelta a Castilla y León.

Se trataba de un puerto no muy largo, de 6,5 kilómetros, pero con rampas de hasta el 22%, y un desnivel medio del 9,3%, y que se caracterizaba por sus tramos de hormigón en el que el agarre de la bicicleta multiplicaba su dureza. Tanto es así que se le llegó a llamar El Angliru leonés o el Mortirolo berciano.

Tuve la suerte de vivir aquellas llegadas, con victorias de Leonardo Piepoli (1999), Paco Mancebo (2000), Javier Pascual Llorente (2001) –todos ellos cuando la ronda se disputaba en verano- y Juanmi Mercado (2002) –en las fechas de mayo-, cuando parecía que el granadino iba a ser el gran ciclista de la década.

Por razones políticas –cambio de corporación- no se volvió a subir El Redondal… aunque el interés ciclista que ha mostrado el actual equipo de gobierno de Bembibre y la entidad del puerto merecen que no caiga en el olvido.

miércoles, 19 de junio de 2013

La imaginación de Danny MacAskill no conoce límites


Ya he mostrado mi admiración en post anteriores por el rider Danny MacAskill. Pero si me quedaba alguna duda, en este nuevo vídeo –en el que imaginación y destreza se mezclan a partes iguales- nos vuelve a dejar con la boca abierta.

‘Danny MacAskill's Imaginate - Riding Film' es el título y semejante flipada no podía sino salir de la factoría de sueños de Redbull.

Y no tengo nada más que añadir. Disfrutadlo.

martes, 18 de junio de 2013

Bembibre (II): En el recuerdo de la pionera ‘Chely’ Alvarez


El 2 de diciembre de 1991 los varios miles de habitantes de Bembibre no daban crédito a la fatal noticia: el cuerpo sin vida de una de sus vecinas más ilustres, Consuelo ‘Chely’ Álvarez, aparecía colgado de una viga en su domicilio. Tenía sólo 26 años de edad, había sido campeona de España de carretera en 1989 y otras dos veces en la entonces incipiente disciplina del BTT. Y era una de las seis ciclistas incluidas en el primer Plan ADO, con destino a los Juegos Olímpicos de Barcelona’92. Y fue precisamente la exclusión de esa lista de cara al año definitivo lo que, dicen, originó su suicidio, en una situación en la que también pudo influir su delicada situación económica –su marido se quedaba en el paro-, la obligatoriedad de tener que ir a Madrid para entrenar por tener la beca –ella estaba mucho más cómoda en su tierra- o la presión de estar a las puertas de esos Juegos Olímpicos. Se habló por aquel entonces de su fragilidad psicológica, aunque quienes la conocieron desmienten este extremo como causa decisiva.

Posiblemente muy pocos de los participantes en estos Campeonatos de España 2013 recuerden la figura de ‘Chely’, una de las pioneras del ciclismo femenino nacional, que salió del equipo que tenía Emilio Villanueva –de donde también surgieron dos históricas como Dori Ruano y Marga Fullana-. No en vano han pasado 22 años ya de aquella luctuosa historia. En Bembibre se honra su memoria con una calle, y alguno de sus hermanos aún vive por la zona. Su marido ya no.

También se la recuerda todos los años con una carrera ciclista, el Memorial Chely Álvarez, que este año ha cumplido su vigésima edición… aunque paradójicamente dedicado a corredores juniors y cuyo último triunfador es uno de los ciclistas españoles más prometedores, el granadino Alvaro Cuadros. Y precisamente la celebración de esta clásica fue el embrión para el nacimiento de este Nacional, que de una u otra forma debe rendirle homenaje.

Pero Bembibre ha tenido una historia ciclista mucho más amplia, y que intentan recordar estos días con una exposición paralela a los Campeonatos, ‘Un lugar en el tiempo’, y que esperamos poder visitar. Y es que uno de los primeros participantes en el Tour de Francia nació en los alrededores de esta localidad. Bahamontes también tuvo su gregario berciano, y uno de los artífices de los recorridos de estos Nacionales, Jorge Nogaledo, fue profesional la década pasada en tierras portuguesas.

lunes, 17 de junio de 2013

Bembibre (I): tercera cita leonesa para unos Campeonatos de España


Apenas faltan tres días para que arranquen los Campeonatos de España de ciclismo en la localidad leonesa de Bembibre. Será la tercera vez que unos Nacionales –en su máxima categoría- recalen en la provincia de León, con dos precedentes muy distintos.

La primera vez fue en 1978, cuando el Campeonato profesional era una prueba independiente de las demás categorías. Fue en Villablino, capital de la comarca de Laciana, con una importante tradición ciclista que incluía una prueba de ‘pros’, el Gran Premio Caboalles, y un destacado corredor en los sesenta, José López Rodríguez, olímpico en México, y sexto en la Vuelta a España de 1967.

Los finales de los setenta fue una época de cambio, muy difícil para el ciclismo español, que no supo encontrar el relevo a la maravillosa ‘hornada’  de los Ocaña, Fuente, López Carril, Aja, Gandarias, Perurena y compañía, con aquella llamada ‘generación perdida’. Eran los tiempos del final del dominio del Kas y la naciente oposición de Teka, aunque sólo se plasmara a nivel nacional. Y de los guerrilleros del Novostil o el Transmallorca, con el inolvidable Rafa Carrasco.

Aquel Nacional fue un duelo entre los dos equipos punteros, que se dilucidó en un sprint casi masivo entre una treintena de los corredores que acabaron la prueba –pocos más- y en la que Teka perdió sus opciones por caída de sus dos hombres más rápidos en la llegada –Eulalio García y Javier Elorriaga-, lo que propició la victoria de Enrique Martínez Heredia (Kas), precisamente el más claro exponente de aquella ‘generación perdida’, por delante del asturiano Luis Alberto Ordiales.

Tuvieron que pasar 23 años hasta la segunda presencia leonesa, esta vez en la capital y con una fórmula muy similar a la actual, con todas las categorías agrupadas en dos fines de semana. El primero, en junio, con las principales categorías y los tandems de la ONCE; el segundo, en septiembre –pocos días después del tristemente famoso 11-S-, con juniors y masters.

También era muy distinto el panorama competitivo, ya que junto a los seis equipos pro –Kelme, Ibanesto, ONCE, Euskaltel, Colchón Relax y Jazztel-Costa de Almería- se le unieron los mejores equipos élite del panorama nacional, aunque sin recompensa específica para el mejor clasificado, que se instauraría un año más tarde.

La carrera parecía que iba a dilucidarse al sprint, pero el viento propició una fuga de tres corredores que decidiría las medallas, con Iván Gutiérrez superando a Santi Blanco y Aitor Garmendia. Era el segundo título del cántabro –el año anterior había ganado contra el crono- de los seis que suma el ciclista más laureado en esta cita. Santos González se llevaba el maillot rojigualdo en la prueba contrarreloj, dando el doblete a la ONCE.

A partir del jueves, Bembibre, una localidad de población similar a la de Villablino, es decir, una de menor tamaño en acoger los Campeonatos de España en los últimos años, capital de El Bierzo Alto, y también con una importante relación con nuestro deporte, aunque sea más trágica.

jueves, 13 de junio de 2013

No todo el paraciclismo es ciclismo paralímpico


La inminente celebración de la Copa del Mundo de ciclismo adaptado (o paraciclismo) en Cuéllar, Segovia, ha vuelto a traer a un primer plano una denominación errónea, y desgraciadamente muy difundida, de esta disciplina: ciclismo paralímpico. Y es que este nombre se debe aplicar única y exclusivamente a las competiciones que se desarrollan en unos Juegos Paralímpicos, cuya última edición fue el pasado mes de septiembre en Londres. Y que no volveremos a poder utilizar correctamente hasta Río de Janeiro 2016.

Y es que englobar estos eventos con la etiqueta de paralímpico sería lo mismo que llamar olímpicos a los Mundiales de Florencia o a la Copa del Mundo de Vallnord, por ejemplo, por la simple presencia del ciclismo en carretera o del mountain bike en el programa de los Juegos Olímpicos.

Hay una explicación histórica a esta confusión. Y es que hasta hace algunos años el ciclismo adaptado no estaba integrado en la UCI ni en las federaciones nacionales, sino que dependía de distintas entidades en función de la discapacidad: ciclismo para ciegos, paralíticos cerebrales o discapacitados físicos. Y en esta diversidad, el Comité Paralímpico Español ejercía como aglutinador de todas ellas. El adjetivo paralímpico nacía, pues del CPE, y no del ciclismo como disciplina.

La UCI, hasta la integración, utilizaba la denominación ‘handicapés’, es decir, discapacitados, aunque actualmente habla en sus reglamentos de paracycling o paracyclisme, que se traduce fácilmente por paraciclismo, aunque la denominación reglamentaria en castellano sea ciclismo adaptado.

Por cierto, aprovecho este ‘post’ para recomendaros la película ‘Imparables’, que se estrena el próximo 1 de junio y que tiene como protagonistas a algunos de los paraciclistas españoles más destacados y meritorios, como Juanjo Méndez y Raquel Acinas.

miércoles, 12 de junio de 2013

Las bicis, fuera de las calles (aunque sea volando)

Tan caliente se está poniendo el tema de las bicicletas urbanas, que son muchos los que pretenden erradicar definitivamente este molesto medio de transporte, pretendidamente ecológico, de las ciudades. Hasta tal punto que un alto responsable de la DGT dijo hace unas semanas, en ‘petit comité’: “Las bicicletas saldrán de las calles, aunque sea volando”.

Y en este país en los que apenas se puede guardar un secreto, la frase privada ha trascendido a nivel público y ha llegado ni más ni menos que hasta la República Checa, donde un tal Milan Duchek se ha puesto manos a la obra y en la tarde de ayer nos hacía llegar esta interesante y esperanzadora noticia.

Y aunque la fecha de la misma no es ni 28 de diciembre ni 1 de abril, el hecho de que no se vea acompañada de ningún vídeo nos hace ser moderadamente cauteloso, por mucho que se expliquen las características de este prototipo, una bici eléctrica de 95 kilos dotada de varios propulsores. De momento conducida por control remoto, pero pronto veremos cualquier valiente pedaleando en ella… aunque en este caso será la batería la que proporcione su aeroestabilidad.

Las reacciones en España no se han hecho esperar desde los organismos oficiales: “Razón de más para obligar al uso del casco”.

viernes, 7 de junio de 2013

El triunfo de los Momparler en Villanueva de Roubaix

“Esta era una prueba que mi padre y yo teníamos en mente desde hace mucho tiempo”, me comentaba Pascual Momparler hace unos meses cuando el Memorial Pascual Momparler daba sus primeros pasos. “Es la carrera que le hubiera gustado organizar” añadía su buen amigo José Salvador Sanchis. No podrá verla, desgraciadamente, pero el próximo domingo, con un  recorrido de 150 kilómetros, su sueño se convertirá en una realidad.

¿Y qué tiene de diferente la prueba? Pues nada más y nada menos que un tramo de pavés, de unos cuatro kilómetros que formará parte de cada una de las ocho vueltas a un circuito de unos 18 kilómetros, en Villanueva de Castellón, que compone la prueba. “Es un tramo que conocíamos de siempre, en el que pensábamos que se podría hacer una carrera muy bonita, distinta –comenta Momparler hijo-. En vida no pudimos hacerlo, pero ahora es una realidad gracias al apoyo del Ayuntamiento de Villanueva, que se ha volcado con la prueba”.


El actual seleccionador nacional considera que “ahora mismo que cada vez es más complicado organizar pruebas por etapas, hay que ofrecer carreras distintas, que interesen tanto a los aficionados, como a los patrocinadores. Y por supuesto a los propios corredores. Las buenas actuaciones de ciclistas como Flecha en Flandes o Roubaix ha hecho que el pavés sea atractivo, que sea un reto. De momento, muchos ciclistas de la zona están preparando la prueba de una forma especial. Y estoy seguro que el domingo se vivirá un gran espectáculo, porque, además, será una carrera muy difícil de controlar”.

Además, el Memorial se verá respaldado por el Día de la Bicicleta, que comenzará inmediatamente después de la salida de la prueba elite y coincidirá con ellas en varios puntos, con una fiesta final con premios y regalos, en una forma de unir ciclismo de élite y popular.

Seguro que el domingo, Pascual Momparler, padre, disfrutará desde el cielo con ‘su’ carrera. Y su hijo, desde Canadá con la selección, combinará la pena por la ausencia con el orgullo y la satisfacción de esta prueba distinta, a la que todos auguran un gran futuro. ¡Por muchos años!