martes, 30 de diciembre de 2014

El recuerdo de Román desde su Clásica de los Puertos

De forma inesperada –ya que no me había dicho nada de su cruel enfermedad la última vez que hablé con él hace unos meses- he recibido a media mañana un mensaje anunciándome el fallecimiento de Román Herranz, ‘alma mater’ de la Clásica a los Puertos de Guadarrama, posiblemente la prueba más importante del ciclismo profesional madrileño hasta su desaparición en 2008.

Junto con el Trofeo Pedro Herrero, la Vuelta a los Puertos ha sido la carrera que más vinculada –en tiempo y en distintas facetas emocionales- ha estado a mi vida laboral. Primero como periodista, siguiéndola durante muchos años en esas fechas veraniegas que le daban un aire especial; posteriormente, a finales de los noventa, cuando tuvo que promocionar de forma obligada a la categoría internacional, como parte integrante de la organización, tanto a nivel de elaboración de reglamentos, y del contacto con los comisarios, como en la propia celebración de la prueba, ejerciendo de radio vuelta. Muchos años trabajando mano a mano con Román, un enamorado del ciclismo que, sin embargo, no disfrutaba de él como el resto: prefería quedarse en Guadarrama por si surgía algún imprevisto a seguir en uno de los coches de dirección ‘su’ Clásica. Y al llegar a la meta el ganador –ciclistas como Gastón, Juan Fernández, Cubino, Delgado, Indurain o Escartín, en mis años de mirón, o ‘Perdi’, Mancebo, Jufré, Plaza, Guerra o Leipheimmer, en la de ‘currela’-, le llegaba la tranquilidad… aunque siempre decía que sería la última vez. Eso sí, cuando llegaba mayo, ya estaba nervioso planificando una nueva edición.

La Clásica a los Puertos fue su vida y su obra, aunque siempre estuviera dispuesto a echarte una mano o a tomarse un café contigo desde su tienda de Electrodomésticos en la calle de La Iglesia. Una carrera de pueblo, en el mejor sentido de la palabra, ya que en esos días de mediados de agosto Guadarrama era una auténtica fiesta. Su promoción internacional fue el comienzo de su declive porque, paradójicamente, costaba muchísimo traer equipos de fuera para un solo día de competición. Y si encima coincidía con Vuelta a Portugal, adiós. La cercanía de la Vuelta a España también restringió la presencia de las grandes figuras en los últimos años. Y al final, entre todo eso, el cansancio de Román, las normativas cada vez más exigentes, el desinterés de una localidad que antes se volcaba, la ausencia de nuevos patrocinadores y el envejecimiento de una organización en la que se echaba en falta ‘savia nueva’ llevaron a la desaparición de una prueba de pueblo, pero con una imagen de marca que bien querrían otras carreras mayores: Apenas 150 kilómetros, pero de pura montaña, con dos vueltas al circuito de La Serranilla, el paso por El León, Segovia y Navacerrada, y dos vueltas más antes de llegar a meta, poco antes de la hora del vermú. Ciclismo y fiesta.

En 2008 comprendió que el ciclo se había cerrado. Ya definitivamente. Y hablaba del pasado con añoranza, pero sin pena. Resignado, pero a la vez contento de su pequeña gran aportación en esos treinta años de ciclismo. Aun así, echamos de menos la carrera, lo mismo que te echaremos de menos a ti. 

sábado, 27 de diciembre de 2014

El ciclismo ocupa los circuitos automovilísticos

No deja de ser curioso leer hoy en Marca.com una información sobre los ganadores de las 24 horas de Le Mans… en bicicleta, los vascos José Cruz ‘Krutx’ y Ainhoa Aierdi. Sorprende, principalmente, por el hecho de la victoria fue lograda hace ya cuatro meses, ya que la prueba se disputó los días 22 y 23 de agosto en la que fue la sexta edición de esta carrera que, por cierto, se llama oficialmente '24 Heures Vélo Shimano'. Pero como se disputa en el Circuito Bugatti de la ciudad francesa de Le Mans, ‘tira’ del nombre de la clásica prueba automovilísitica para incrementar su fama. Y no es lo único que aprovecha: la salida de la prueba es calcada, con los ciclistas corriendo hacia sus máquinas para dar el mayor número posible de vueltas.

Por lo demás, es de agradecer este tipo de reportajes para conocer otras prácticas ciclistas distintas y en auge.


Cyclosportive des 24 Heures Vélo 2014 - Le Mans from 24 HEURES VELO on Vimeo.

La prueba, organizada por la empresa CGO y que cuenta con el director deportivo Roger Legeay como uno de sus padrinos, se disputa en diferentes categorías: solos (masculino y femenino), dúos (masculino y mixto –donde se han impuesto Cruz y Aierdi estos dos últimos años) y equipos de cuatro (prestige), seis (sportive) y ocho (loisir) corredores. Estos equipos pueden ser masculinos y femeninos y, en el caso de los dos últimos también mixtos. Se puede participar con bicis de carretera, de BTT o híbridas, pero no se admiten otros modelos (tandems, handbikes, de crono…).

Lógicamente se trata de una disciplina que no está englobada en el ciclismo UCI. Sin embargo, la FFC regula mucho de sus aspectos, sobre todo en lo relativo a su participación. La competencia corresponde a la Ultra Maratón Cycling Association, que tiene un calendario de pruebas alrededor del mundo, principalmente en Estados Unidos, con distintas categorías. Eso sí, poco tiene que ver con los ciclomaratones tipo Paris-Brest-París… aunque compartan esa etiqueta de ultraciclismo.

En cualquier caso, se trata de otra posibilidad más de hacer ciclismo y de aprovechar y rentabilizar otros escenarios deportivos como los propios autódromos. Así, en Calafat ya se organiza una prueba similar, con versiones de 6, 12 y 24 horas, según el grado de resistencia de cada uno, que en 2015 vivirá su quinta edición; mientras que en el valenciano circuitoRicardo Tormo se estrenará otra prueba similar el primer fin de semana de agosto.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Abriendo la puerta a tener campeones de España extranjeros

Ayer conocíamos una sentencia de la Audiencia Nacional que abría la puerta a que ciudadanos de la Unión Europea puedan ser campeones de España en categoría individual. En concreto se estimaba la apelación de Liam Bette, un francés residente en Málaga, al que la Federación de Taekwondo le impidió participar en 2013 en los Campeonatos de España para los que se había clasificado por méritos deportivos pese a no ser español. Y aunque la sentencia no es aplicable de forma automática a todos los deportes, puede ser un precedente extensible a todos. Al tiempo.

Sin duda, el meollo de la sentencia está en lo que explica el bufete que defendió al mencionado deportista, que considera que la sentencia "permite, en definitiva, que los ciudadanos de la UE puedan integrarse plenamente en la vida cultural y deportiva de su país de residencia, sin ser discriminados en razón de su nacionalidad".

Sinceramente, y pasando al caso del ciclismo -aunque otros deportes puedan tomar este ejemplo- ¿alguien piensa que un extranjero con residencia en España, o aunque no la tenga pero pertenezca a un equipo español, puede considerarse discriminado por no poder participar únicamente en un Campeonato de España cuando lo está haciendo sin problemas en el resto de pruebas del calendario?

Siguiendo con nuestro deporte, los Estatutos de la RFEC indican bien claramente que “sólo podrá proclamarse campeón de España el titular de una licencia cuyo código UCI sea ESP”, aunque “en los Campeonatos de España de las diferentes modalidades y categorías, los corredores de la Federación Andorrana podrán participar pero no tendrán opción al título”.

Y aunque en ocasiones no se puede ni entender ni tolerar que lo deportivo deba tener su propia independencia por encima de lo legal, en este asunto creo que debe quedar bien claro que es un tema deportivo, que un campeón de España, por definición, debe ser español. Otra cosa muy diferente es que en dicho evento puedan participar otros corredores de distintas nacionalidades –con requisitos de residencia o con convenios internacionales de colaboración-, pero siempre sin poder optar a ese título. 

Lo demás son ganas de enredar.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Árboles, bosque, árbitros y ciclismo

Siempre que llegas a un número ‘redondo’ como puede ser este post número mil de Uluru, te crees en la obligación de escribir algo especial, algo que justifique esa ‘cifra mágica’. Y se te ocurren mil temas… o simplemente ninguno a la altura del momento.

Después de reflexionar, he preferido por hacer algo especial en este aniversario: no escribir nada nuevo y redifundir un artículo que escribí recientemente para la revista digital del Comité Técnico de Árbitros de la RFEC, Ex Aequo, con el que quería agradecer la labor que realiza este colectivo a la hora de poder informar sobre numerosas pruebas ciclistas en carretera. Nada mejor que refrendar ese agradecimiento para conocer y difundir el ciclismo.

En un deporte de tópicos como es el ciclismo, uno de los más repetidos es que el mejor sitio para verlo es la televisión. Posiblemente, con la salvedad de que cada día son menos las carreras televisadas –y prácticamente ninguna en las categorías no profesionales-, que una mala realización puede ‘descolocarte’ completamente, y que no es nada extraño que las etapas de montaña puedan quedarse sin imágenes por culpa de las condiciones meteorológicas -niebla, lluvia intensa…- que originen que los helicópteros encargados de redifundir la señal no puedan volar.

Por ello, suelo responder que mejor que la televisión, un coche en carrera, aunque es algo que no está al alcance de muchos aficionados. Pero ni siquiera todos valen. Los vehículos de los directores deportivos suelen estar muy limitados por el desarrollo de las pruebas o simplemente por su colocación en la fila de coches, aunque ellos lolimitan a base de experiencia… incluso de picaresca. Los de invitados
tienen más movilidad, pero no en todas las circunstancias ni momentos de carrera. Entonces, ¿cuáles son los idóneos para ver la prueba? El del presidente del colegio de comisarios y el del adjunto que va por delante.

He tenido la suerte de hacer radio-vuelta en numerosas carreras y por ello puedo hablar con propiedad de esta situación privilegiada de ocupar un asiento en el coche de dirección. Sin embargo, no todas las personas que viajan en este auto están en la misma situación que yo que, lógicamente por mi función, tengo que estar pendiente de lo que sucede para retransmitirlo, tanto por la radio interna como, últimamente, por Twitter. El conductor tiene que preocuparse, sobre todo, por ‘ver’ a los ciclistas, de que puedan moverse cómodamente y sin peligro en carrera, tanto en situaciones deportivas de tranquilidad –rodando en pelotón y bajando al coche de equipo- como de más tensión, en un descenso de un puerto, cuando intentan cazar a un grupo… Es decir, los árboles pueden no dejarle ver el bosque de lo que realmente está sucediendo en carrera.

La tercera persona es, como podéis imaginar, el propio comisario, del que poco tengo que escribir en una revista especializada como ésta. Solamente me gustaría decir que su función es básicamente controlar los distintos grupos de corredores, sin que ninguna circunstancia ajena pueda alterar el desarrollo de la prueba. En este sentido, no recuerdo que ningún comisario ciclista haya tenido que salir escoltado de una carrera como sucede a veces en fútbol o incluso en baloncesto. Quizá sea porque nuestras hinchadas sean menos apasionadas, pero también porque los árbitros desempeñan perfectamente la labor. Claro está que, siguiendo con la comparación anterior, el hecho de que se preocupen por el bosque, por la situación general de la carrera, hace que estén menos atentos a los árboles, a los protagonistas individuales en un momento dado.

Desde el gabinete de prensa de la RFEC, una de las prioridades es publicar en nuestros medios una información completa y lo más rápida posible de las principales carreras de las distintas categorías, en especial de las incluidas en las Copas de España. Desgraciadamente la situación económica actual impide que muchas veces se pueda contar ex profeso con una persona dedicada a esta labor, o incluso una persona que, aparte de su función principal, pueda estar pendiente de esos datos. Algunas organizaciones ya tienen asumida la importancia de difundir en tiempo y forma por todos los canales posibles esa información, pero otras veces esta labor es absolutamente secundaria y es algo que merecería también una reflexión por parte de todos… aunque este no es el foro.

Por todo ello, tenemos –tengo- que apoyarme en esos magníficos profesionales que sois los comisarios para que junto a vuestra labor de controlar la carrera –el bosque- os multipliquéis para facilitarme esa información necesaria para la información –los árboles-, aunque en algunos momentos sea bastante complicado simultanear ambas labores, motivo por el cual mi agradecimiento es infinito.

Algunos, rizando el rizo, mandándome fotos de sus propias notas manuscritas para poder incluso tuitear el desarrollo de las pruebas como si estuviera en carrera, pero todos con una excelente disposición, incluso en esos momentos en que, con la carrera acabada y pensando en volver a casa, todavía queda mandarle la clasificación al ‘pesado’ de Román.

En fin, muchas gracias por vuestro trabajo y por posibilitar el mío que, en definitiva, todo redunda en pro del ciclismo. Ah, y que espero seguir contando con todos vosotros en 2015.

sábado, 13 de diciembre de 2014

No hacen falta más escuelas de ciclismo, sino más ciclismo en las escuelas

“Yo tenía que ir y venir todos los días del lugar de trabajo a Fuencarral, a golpe de alpargata. El camino se hacía larguísimo, y me daba tal envidia los que lo hacían en bicicleta, que comencé a pensar en adquirir una”. Eso escribía Julián Berrendero en su autobiografía ‘Mis glorias y memorias’, fechando sus recuerdos en 1931. “En el ir y venir del recorrido, pronto empecé a participar en las batallas que mis compañeros armaban… En total, que empezó a picarme el gusanillo, y en las competencias de nuestro camino pronto me hice el amo, los ganaba a todos”.

Un inicio ciclista como otros muchos campeones de los tiempos heroicos, como le sucedió a Bahamontes y su famoso carrito de carga que le convirtió en escalador por culpa de las cuestas toledanas, aunque no hay que remontarse hasta hace ochenta años para encontrar a gente que descubrió que del uso de la bicicleta a la práctica deportiva no había tan largo trecho. El más reciente, Nairo Quintana, como tan notablemente nos cuenta Ainara Hernando el ‘Por amor al ciclismo’ o podemos leer en este reportaje.

Más significativa es otra frase del ‘Negro’ de San Agustín de Guadalix: “No he sido yo corredor que se ha visto forzado a estos entrenamientos nocturnos; otros trabajadores con aficiones al mismo deporte hubieron de hacerlo. Por eso, el ciclismo es un deporte ideal para los ricos y para los que tienen negocios propios y tiempo de que disponer. Pero no sé qué será que a estos no les da por desgastar sus energías”.

Y es que, muchas décadas después, los españoles nos comenzamos a creer –a base de engaños y de migajas- cada vez más ricos. Con más tiempo libre, más ocio, desde luego. Y con una llegada al ciclismo radicalmente distinta a la que tuvo Berrendero, a base de un trabajo más ‘programado’ desde la base, desde las escuelas de ciclismo, como una carrera por etapas que debía llegar hasta el profesionalismo. Eso sí, muchos se quedaban por el camino, por la exigencia de una dedicación exclusiva demasiado temprana, por falta de resultados… o por la feroz competencia de otras prácticas deportivas más gratificantes.

Hace unas semanas, mantenía una interesante y extendida conversación con uno de los mejores periodistas jóvenes actuales sobre las posibles medidas para dinamizar el ciclismo actual, en un entorno en que la gente sueña con recuperar los felices noventa… sin darse cuenta de que las circunstancias son muy distintas  y de imposible extrapolación. Sin embargo, hay oportunidades que se podrían aprovechar…  aunque para ello haya que remontarse a los tiempos en que Berrendero se compró su primera bici.

En un país con una climatología bastante agradable, y en el que el 58% de los hogares disponen de una, el uso masivo de la bicicleta como forma de transporte no es algo descabellado y menos aún cuando hay cada vez, afortunadamente, más facilidades para el ciclismo urbano  -pese a las zancadillas del lobby automovilístico- y más gente, desgraciadamente, que se verá obligada a este transporte como consecuencia de la crisis. De este colectivo puede salir algún ciclista deportivo tardío, que podría incluso llegar a hacer carrera… si no fuese por ese peligroso concepto de querer tener controlada la vida deportiva de esos campeones o pseudocampeones desde demasiado pronto… y pensar que si con veintipocos no tienes un nombre, ya no tienes nada que hacer.

No estaría mal, combinando ambas posturas, fomentar ese uso de la bicicleta desde las edades más tempranas, pero en los colegios. Facilitando el desplazamiento de los alumnos desde sus casas a los centros escolares y, ya dentro de ellos, con la educación vial como materia de enseñanza -no hace falta que sea una asignatura, y menos aún con calificaciones-, y la práctica del ciclismo como otro deporte más dentro de la educación física. Y, desde luego, con un programa que parta de las instancias educativas, no de iniciativas ciclistas más o menos aisladas y bien intencionadas, como Soy Bici. Seguro que alguno termina haciéndose el amo de las competencias, como le pasó a nuestro histórico campeón.

Como ya he manifestado en alguna ocasión, lo que hace falta ahora no son más escuelas de ciclismo, sino simplemente más ciclismo en las escuelas. 

lunes, 8 de diciembre de 2014

CIOclismo: posibles novedades en nuestro deporte tras el Concilio de Mónaco

Mis felicitaciones a Carlos Arribas por la atinada comparación que realiza entre el CIO y las altas jerarquías eclesiásticas en su crónica de hoy, lo que le lleva a llamar ‘concilio’ a la sesión que se está celebrando estos días en Mónaco, calificando igualmente de ‘encíclica’ a la Agenda 2020, las medidas presentadas y aprobadas para modernizar el olimpismo.

Desgraciadamente, por mucho que diga que se modernice, la Iglesia cada vez está más alejada de la sociedad, de los ciudadanos. Y mucho me temo que esto es también de aplicación al CIO, y que las medidas aprobadas por el Movimiento Olímpico pueden modernizarlo, pueden captar un mayor interés de los jóvenes –cada vez menos interesados en los JJ.OO. según reconocen a través de diversas encuestas-, pero no servirán para corregir la disimetría entre el deporte del día a día, el regulado por las Federaciones Internacionales, y el que se vive –aunque sea con la máxima intensidad- esos quince días al cuatrienio en los Juegos Olímpicos. Y es que por mucho que el sueño de cualquier deportista sea estar en un evento de este tipo, no se puede negar que las diferencias entre ambos ámbitos deportivos son enormes. Y pueden serlo aún más tras la aprobación de estas medidas de la Agenda 2020… o pueden desvirtuar algunas disciplinas deportivas que quieran mantener su sello olímpico. Renovarse o morir.

No voy a entrar en analizar las medidas éticas y económicas o de sostenibilidad y transparencia a la hora de elegir las sedes de los Juegos a partir de 2024, porque son absolutamente necesarias. Ni los procesos planteados para fomentar el uso no comercial de la marca olímpica. Simplemente me gustaría llamar la atención sobre tres aspectos que aún no están concretados, pero que pueden suponer esa revolución para nuestro deporte. Y para otros muchos.

El primero de ellos es romper con la noción de participación por deportes sino por eventos, que pueden ser competiciones que agrupen varias modalidades pero que den lugar a un solo podio final. En el ciclismo ya lo hemos vivido con el nacimiento del omnium en vez de las disciplinas tradicionales de pista (puntuación, persecución o kilómetro), pero sobre todo con el programa de los Juegos Olímpicos de la Juventud, un mix de carretera, contrarreloj, cross country, eliminator y BMX… con una sola medalla a la mejor nación. Y desgraciadamente, en ninguno de los casos para bien.

El CIO también se plantea una participación equitativa, algo también absolutamente necesario. En este sentido, el ciclismo es uno de los deportes que tiene igualdad en el número de pruebas masculinas y femeninas (nueve para cada sexo), aunque curiosamente todas las competiciones de hombres en carretera, BTT o BMX tienen más participantes que sus versiones femeninas. Y la equiparación, por aquello de no disparar el número de participantes, será hacia abajo. No es utópico pensar que el ciclismo en carretera masculino se dispute en el futuro con selecciones de menos corredores, tres o cuatro en vez de cinco, algo que ya pasaba hasta que se autorizó la presencia de los profesionales, en Atlanta 1996. Aunque, paradójicamente, esta más que probable reducción contradiga, aparte de la normativa UCI del día a día, otra de las nuevas ideas del CIO: incrementar la colaboración con las ligas profesionales para lograr que los mejores deportistas participen en los Juegos.

Y en tercer lugar, se habla de fomentar las competiciones mixtas…  absolutamente inexistente en el ciclismo en cualquiera de sus modalidades, salvo el ‘team relay’ en BTT, que es una prueba absolutamente menor, casi de exhibición. Aunque en otros deportes es la misma tónica. Elucubrando, pero tomando como base las ideas anteriormente expuestas, no sería extraño que el BTT, por ejemplo, se convirtiera en un evento por naciones, con un solo podio, claro está, que contemplara una prueba masculina, otra femenina –cada una con dos ciclistas- y el mencionado ‘relevo’, con los cuatro. Brian Cookson ha reaccionado con rapidez e incluso se ha mostrado favorable a competiciones de pista con ambos sexos, pero mucho me temo que una persecución o una velocidad por equipos con equipos formados por hombres y mujeres quedaría demasiado desequilibrada, aunque una madison mixta podría ser interesante, si no fuera porque es una de las disciplinas sacrificadas y porque jamás se ha hecho en competición oficial.

Insisto, es hablar por hablar, pero me temo que si Mahoma se aleja de la montaña, las montañas federativas tendrán que buscar al Profeta, para remodelarse, incluso olvidando sus tradiciones, para adaptarse a esa neomodernidad olímpica salida del Concilio de Mónaco.

PD: No he leído nada aún, pero mucho me temo que lo que sí sería una positiva evolución, que los JJ.OO. de Invierno dejasen de ser solo de deportes de hielo y nieve, para posibilitar otras disciplinas ‘invernales’, es algo inviable para nuestra Iglesia. Adiós, pues, al sueño olímpico del ciclocross, o a un posible cambio de ubicación del ciclismo en pista, algo que tampoco veía con malos ojos el presidente de la UCI.

viernes, 5 de diciembre de 2014

‘Regulación Jurídica de la Bicicleta de Montaña’: un libro pionero y necesario

Por mucho que digan que ‘No hay nada nuevo bajo el sol’ y que todo ya está inventado, de vez en cuando encuentras algo pionero u original que se diferencia de lo demás y que merece la pena reseñar. En este caso se trata del libro Regulación Jurídica de la Bicicleta de Montaña’, recién publicado en Desnivel por Jorge Galíndez Arribas, amante de la BTT, abogado y antiguo alumno del Master del Derecho de los Deportes de Montaña de la Universidad de Zaragoza, donde nació el proyecto de esta publicación, la primera en su género.
Bien es cierto que la concepción del Estado de las Autonomías en España, donde se buscan más la creación de diferencias artificiales que la homogeneización legislativa, posibilita que esta publicación de 144 páginas que en un país con una mayor (y más lógica) armonización se podría quedar en una veintena o treintena de páginas. Pero ello no resta ni un ápice del mérito de Galíndez a la hora de recopilar toda la normativa existente. Eso sí, la reciente aprobación de la Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales, puede afectar en un futuro no muy lejano a algunas normas recogidas.
El libro comienza encuadrando el BTT dentro de la regulación deportiva, con una dualidad que puede generar una cierta polémica, y que de hecho tiene ya algún conflicto latente. Y es que, aunque la mountain bike no se contempla ni como modalidad ni especialidad dentro de la FEDEME, sino en la RFEC, tanto en su faceta de competición como de cicloturismo, el autor considera que fuera del ámbito competitivo, está más vinculada a los deportes de montaña y aventura.
Posteriormente analiza la BTT dentro de la regulación como una faceta del turismo activo, bastante difundida y regulada en todas las Comunidades, así como las lagunas existentes en referencia a los centros de BTT y la señalización y homologación de espacios y rutas, tanto a nivel estatal como autonómico, con excepción de la labor realizada por IMBA, a la que también dedica algunas páginas.
El tercer capítulo, el más amplio, se centra en la regulación del medio ambiente, en los dos niveles de la Administración, y en espacios con mayor o menos protección medioambiental (espacios protegidos, parques naturales, montes, senderos…) Es en este capítulo donde se desarrolla el trabajo más minucioso y al mismo tiempo más clarificador… aunque se ponga en evidencia esa dualidad entre las antiguas normativas más restrictivas “muchas veces por puro desconocimiento” y las regulaciones en nuevos espacios “que tienden a permitir más el uso de la bici de montaña porque la agresión al medio ambiente es similar a la que provoca el excursionismo a caballo o el senderismo”, según explica el autor.
El último capítulo se refiere a la responsabilidad civil, sobre la que concluye algo tan obvio como olvidado: “nadie debería salir al monte sin tener contratado un seguro de responsabilidad civil, como el que ofrecen las respectivas federaciones deportivas”.

Y termina recordando las normas de comportamiento o ‘reglas del camino’, a la vez que da dos consejos muy útiles: "La prioridad en los senderos no la tenemos los ciclistas, sino los que van caminando" y “No podemos permitir, en ningún caso, actos de imposición o exclusión violentos o intimidatorios”.

En definitiva, ‘Regulación Jurídica de la Bicicleta de Montaña’ es un libro no sólo pionero sino necesario –al menos como instrumento de consulta-. Y ojalá sirviera como ejemplo para que se elabore uno similar sobre la Bicicleta Urbana, aunque la dispersión de normativas locales podría generar un volumen de miles de páginas.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Horacio Gil Ochoa: una vida captando la belleza del ciclismo colombiano

Gracias a mi hermana Esperanza –y a esta interesante web alpsandes- ha llegado a mi poder esta maravilla de vídeo en el que Horacio Gil Ochoa, un pionero del ciclismo colombiano como fotógrafo, periodista y simple aficionado, nos hace un repaso de los últimos años, desde los inicios en los cincuenta hasta nuestros días, con los momentos más destacados o curiosos de nuestro deporte en el país hermano.

lunes, 17 de noviembre de 2014

La viralidad en el ciclismo: mucho trabajo por delante

La semana pasada tuve ocasión de acudir a varias charlas del I Curso de Comunicación e Imagen dirigido al Deportista de Alto Nivel organizado por el CSD. Un área en la que la actualización de conocimientos es una exigencia permanente, por lo que son de agradecer este tipo de iniciativas (*).

En concreto, el tema de mi interés eran las marcas personales de los deportistas, con un requisito cada vez más perentorio de diferenciarse, sobre todo a base de historias personales que sean interesantes de ‘comprar’ por parte de los posibles patrocinadores. Y en este sentido, YouTube es el principal escaparate para cualquier deportista.

Por ello, me he querido preguntar cuál es el estado del ciclismo en ese termómetro del siglo XXI que es YouTube. Y aunque hay algunos protagonistas bastante destacados vinculados de una forma u otra con nuestro deporte, la impresión es que hay mucho, pero que mucho trabajo por delante.

Sin ninguna duda, son los vídeos musicales los que copan las primeras posiciones del ranking de más vistos, con el mítico ‘Gangnam Style’ en la cima con 2.100 millones de visualizaciones. ‘Charlie bit my finger - again!’ –un simple vídeo de un bebé mordiéndole el dedo a su hermano mayor- es la única excepción en este ‘top ten’, con 799 millones, mientras que el primer vídeo deportivo corresponde al canal de Nike Football, con su anuncio ‘Winner Stays’, aunque ‘baja’ a los 100 millones de visitas.



Por el contrario, si el análisis lo hacemos en base a los canales, algunos youtubers profesionales como PewDePie superan (32 millones de suscriptores) a los principales músicos como Justin Bieber (10,4 millones), PSY (7,5) o Lady Gaga (5,3). Incluso varios youtubers españoles alcanzan cifras impresionantes de seguidores: ElrubiusOMG, 8,9 millones; Vegetta, 7,5 millones y TheWillyrex, 5,6.

En cuanto a canales deportivos, la referencia, en esta valoración en base a suscriptores, encontramos a la NBA en cabeza, con 5,8 millones. Nike Football se queda en 1,9; el Real Madrid, en 1,6, ligeramente por encima del Barça, y Olympics –es decir, el COI- y la FIFA, en algo menos de un millón. Sin embargo, en esta relación me he dejado a dos empresas bastante vinculadas con el ciclismo: GoPro alcanza los 2,4 millones y RedBull, los 3,8 millones. Y aunque ambas, en especial la marca de bebidas, tienen un público multideportivo, buena parte de sus visitas están relacionadas con el ciclismo. No está mal para empezar… aunque se está perdiendo una gran oportunidad por no autorizar desde ya el uso de las cámaras ‘on board’.

Sin embargo, el ciclismo que triunfa en YouTube no es el convencional, sino el que podríamos calificar como extremo, con especialidades como el descenso, el BMX o el freestyle como grandes protagonistas. A nivel individual, el indiscutible rey es Danny McAskill,  con cuatro de sus vídeos por encima de los 20 millones, aunque el más original, Imaginate, no es el más popular. En este sentido, RedBull tiene un buen filón en ‘competiciones’ como el Rampage y en el propio piloto escocés.

Para encontrar una bicicleta de carretera en las primeras posiciones tenemos que ‘hacer trampa’ y recurrir al malogrado Martyn Ashton: cada una de las dos partes de Road BikeParty alcanzó los 12 millones de visitas.

Aparte de los equilibrios y habilidades de los pilotos, el segundo foco de visitas en YouTube radica en las caídas y el los accidentes, aunque lógicamente nadie va a apostar por este tipo de percances como elemento distintivo de una marca personal. En todo caso, el vídeo de la caída de la chilena Irene Aravena en los Juegos Odesur está ya por encima del medio millón de visualizaciones.


Como canal específico del ciclismo de carretera, sin duda el referente es el del Orica GreenEdge, con 43.800 suscriptores, cifra levemente superior a las de Sky Team o Trek. Movistar Team se queda en 8.579, Katusha, en apenas 1.000, y poco más de 200 el Caja Rural-Seguros RGA. Cifras bajas pero que tienen un lado muy positivo: hay un alto potencial de crecimiento. Por cierto, la UCI alcanza los 115.000, lo que no está nada mal.

Y decíamos que el equipo australiano es la referencia por el contenido del canal, que se adapta plenamente a lo que es la filosofía de una marca en redes sociales en los tiempos que vivimos. Su momento culminante fue ese Call Me Maybe, con 926.000 visitas. Igualmente se destaca su vídeo de la etapa del Tour de Francia en Córcega, con el autobús encajado en el arco de meta, con 230.000, mientras que el para mí originalísimo villancico 12 Days of Christmas se queda en unas ‘escasas’ 44.000 visitas.

Continuando este análisis con los propios deportistas, hay que decir que los ciclistas no son muy proclives a tener su propio canal, por lo que enlazando con la introducción de este post, pierden una buena oportunidad de mejorar su imagen, con el rendimiento económico que podría conllevar, ya que sin duda el ciclismo tiene muchas historias que contar.

La prueba más evidente es Peter Sagan, posiblemente el ciclista con más potencial youtuber, y con cifras importantes en algunos de sus vídeos, como por ejemplo el que protagonizó con el ‘biker’ Marco Fontana, con casi 800.000 visitas. Una demostración de su habilidad subiendo escaleras llego a los 627.000, mientras que las míticas imágenes de su caballito en la ascensión de un puerto de montaña, Wheelie, superaron ampliamente el medio millón.

 

Sin embargo, un simple recorte de una grabación televisiva en el Tour de Francia de Thomas Voeckler –otro ciclista con enorme potencial- echando la bronca a un espectador que le había abucheado llega a las 3,4 millones de visitas. Incluso en el caso de Alberto Contador –una excepción, ya que tiene canal propio, con 10.400 seguidores-, el vídeo con más difusión es aquel en el que le da un manotazo a ese imbécil disfrazado de sanitario que corría a su lado. También es un ‘recorte’, pero fueron 1.800.000 visitas.

La forma de afrontar este concepto de imagen se puede entender en un vídeo como el que recoge el ‘team building’ del Tinkoff-Saxo Bank hace unos días ascendiendo el Kilimanjaro: un vídeo que quiere transmitir la épica de la aventura en 18 minutos tenía en el momento de escribir estas líneas algo más de 30.000 visitas, pero estoy seguro de que si se hubiera optado por un formato más corto y musical, la viralidad podría haberse disparado.

Y esa creo que es una de las asignaturas pendientes de nuestro ciclismo en el siglo XXI, aunque como decía, hay mucho potencial de crecimiento y más gracias a la imaginación que a los medios técnicos necesarios.

PD: No quiero olvidarme de dos canales con un gran presente y futuro. Por un lado cyclingnewstv, con casi 40.000 suscriptores, pero por otro, Mundo Mammoth, en español y con una impresionante cifra de 142.000, gracias a haberse sabido abrir un nicho, una imagen propia, en la reparación y mantenimiento de la bici, en esta jungla del marketing de contenidos.

(*) Me dolió bastante que la asistencia al curso esté siendo bastante reducida y muy centrada en los estudiantes de la Residencia Blume. Una formación así no es sólo necesaria, sino que es un lujo poderla recibir con carácter gratuito gracias a los desvelos del CSD, cuando un curso de este tipo puede costar fácilmente en Estados Unidos varios miles de dólares… y con bastante lista de espera.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ciclistas, tengan cuidado ahí fuera (hay mucho animal suelto)

Ya he hablado en este blog de la simbiosis entre animales y ciclistas. Incluso he sugerido una mascota como la cabra para nuestro deporte. Sin embargo, la convivencia no es siempre sencilla, e incluso un fiel amigo del hombre como el perro puede convertirse en un feroz enemigo cuando vas pedaleando, como bien muestran estas imágenes.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la causa de este comportamiento agresivo, si se debe a que el movimiento despierta sus instintos cazadores o simplemente es que se muestran asustados, amenazados. En todo caso, en Internet hay muchos consejos de autodefensa, aunque cualquier ciclista sabe que una mochila, la bomba o incluso la propia bicicleta es una buena herramienta de protección, llegado el caso.



Son muchos los casos de ciclistas atacados por perros, pero, ¿por gatos? Por lo menos tenemos constancia de uno, el colombiano Rafael Infantino en el Mundial de carretera de Toscana, en 2013.



De todas formas, el animal que más la tiene tomado con los ciclistas no es sino un ave, la urraca, y en especial en tierras australianas. Recientemente vimos como uno de estos pajarracos la tomaba con un pobre ciclista, e incluso en alguno de mis viajes a este país, recordaba el consejo que daban los lugareños de poner unas bridas en el casco, dejando las puntas hacia fuera para ahuyentar a las ‘magpie’. Por cierto, hay una asociación para protegerse de estos animalejos.



Volviendo a los mamíferos, ya vimos los peligros de la cabra en el post antes citado y también recordamos el encontronazo sufrido por un ciclista de montaña con un antílope en una competición en Sudáfrica, en este recordado vídeo. Por lo tanto, a nadie puede extrañar que una jirafa la tome con un pobre bicicletero, aunque eso de tener como enemigo a un bicho de seis metros…



Y este alce, aunque sea algo más pequeño, tampoco parecía demasiado amigable.



Y es que los ciclistas de montaña cada vez son más osados en su conquista de la Naturaleza, que incluso pueden amenazar al propio Rey, al León. Como decía el Sargento Esterhaus, “tengan cuidado ahí fuera”.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Fernando Alonso tendrá equipo ciclista

Ayer se cumplía justo un mes de la penúltima declaración pública de Fernando Alonso respecto a su proyecto ciclista. Fue en Socchi (Rusia), el 9 de octubre, cuando dijo que en una semana o diez días daría buenas e ilusionantes noticias sobre el proyecto de su equipo ciclista.

El plazo ha vencido, y bien vencido, y no solo no hay buenas noticias, sino que sus últimas manifestaciones referidas a su ‘partner’ Novo Group, la pasada semana en México, eran bastante negativas: “Seguramente tienen otra visión, sobre todo ahora a corto plazo, otros proyectos siempre en el ciclismo, pero no exactamente quiere decir en un equipo”, para resolverlo o enredarlo todo con un sencillo, pero ya insuficiente, “creo que van a llegar cosas buenas".

Pensaba escribir unas líneas sobre este triste y descorazonador desenlace, pero se me ha adelantado esta mañana @Juan_Guti en su blog Pedaladas con este post: ‘Los aficionados al ciclismo pierden la fe en Fernando Alonso, que suscribo casi en su totalidad, por lo que me ha ahorrado parte del trabajo.

Nadie puede negar la afición ciclista del asturiano. Y me jugaría más de una cena apostando que tarde o temprano tendrá el soñado equipo ciclista. Entre otras cosas porque adelantó que con algo se tendrá que entretener cuando se retire de la F1. Pero no sólo ha perdido dos oportunidades únicas –el año pasado para dar continuidad a un equipo nacional cuando más falta hacía y éste, para entrar por todo lo alto en la élite universal cuando más fácil hubiera sido y más hubiera conseguido en todos los sentidos-, sino que ha perdido buena parte de su credibilidad, aunque el asturiano es una de esas personas a las que se le da una segunda, una tercera o una cuarta oportunidad.
 
Sus deseos y sus intenciones han estado jalonadas de muchas acciones directas, efectivas en este 2014, inequívocos ejemplos de que lo suyo parecía que iba por el buen camino, con otras absolutamente incomprensibles, como esa misión de Paolo Bettini que algún día ojalá sepamos hasta donde llegó. Sin olvidarnos de muchos rumores infundados que algunos medios elevaban a la categoría de noticias.

Pero, sobre todo, el gran error de Alonso, como bien dice Guti, ha sido su política comunicativa: la mayoría de las manifestaciones han sido circunstanciales, en ruedas de prensa de su actividad como piloto, sin haber dado nunca informaciones directas acerca del proyecto ciclista, a pesar de sus ‘puntadas sin hilo’. Y menos aún una explicación de lo que ha ‘fallado’ en este 2015 en el que todos estábamos tan ilusionados, y en el que todos hemos quedado tan chafados.

Insisto: Fernando Alonso tendrá algún día equipo ciclista. Y la gente se olvidará de todo lo sucedido. ¿Pero cuándo? 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La experiencia fixie de un seleccionador de pista

Por Jaume Mas
Hace unas semanas, escribí un post en este blog para dejar de ‘demonizar’ a las fixies, y comprender que este nuevo fenómeno del ciclismo urbano puede tener interesantes conexiones con el convencional. Una de las personas que más está trabajando en ‘acercar’ los dos ciclismos es el ex seleccionador nacional Jaume Mas, que con su trabajo con PistaBCN en el velódromo de Horta es la persona idónea para contarnos su experiencia.
Descubrí el mundo de las fixies en Los Ángeles, con ocasión de alguna prueba de pista. La mayoría de veces eran mensajeros que venían a ver las pruebas que se celebraban allí con sus bicicletas de piñón fijo. Llegaban a gran velocidad, derrapando la rueda trasera y frenaban en el acto -luego me dijeron que esa técnica se llamaba ‘skid’-. A veces se quedaban parados aguantando el equilibrio como un ‘surplace’ –‘track stand’- demostrando el gran dominio que tenían sobre la bicicleta.
Tiempo después comencé a verlos por el velódromo de Barcelona, cuando había alguna prueba de pista. Sin dejarse ver mucho, medio ocultos en un rincón, a pesar de lo llamativo de sus fixies o bicicletas vintage, en la mayoría de casos recuperadas de carretera y de diversos colores.
Fue entonces cuando Vicenç Catalá y un servidor pensamos que podía ser interesante acercar a los usuarios de la fixie al velódromo. Siempre he creído que el ciclismo tiene que llegar a todos los aficionados, ya sean competidores o no. Por eso hablamos con el presidente de la Catalana, Josep d. Bochaca, y con el director del Velòdrom de Barcelona, Manel Herrando, para que el sábado se abriese al público ‘de a pie’, aficionados al ciclismo que quieran introducirse en la pista y como no, a los  usuarios de las fixies de Barcelona.
Obviamente tuvimos todo tipo de comentarios que nos alertaban de que se llenaría de ‘frikies’ y de ‘barbudos’. Por el contrario, cuando pasamos por las principales tiendas de Barcelona especializadas en el mundo fixie, como Barceloneta Bikes o My Beautiful Parking y les explicamos el proyecto, tuvimos una excelente acogida.
El primer día contamos con 15 aficionados, que miraban los peraltes con mucho respeto, algunos con un poco de miedo. Sin embargo, la pista les atraía. Nos explicaron los problemas que tenían la mayoría por acceder a los velódromos, y que incluso algunos de ellos incluso saltaban la tapia para poder rodar unas vueltas.
Me sorprendió mucho saber todo lo que saben de ciclismo, en muchos aspectos. No les preguntes quien ha ganado el Tour o el Mundial de carretera. Ni tampoco de ganadores de competiciones de pista. Pero el ciclismo en su hobby y realmente aman la bicicleta.
También me sorprendió la visión tan negativa que tenían del ciclismo convencional. No obstante, me demostraron una gran receptividad hacia todo lo que les enseñabas. Y es curioso que se sorprendan de que estés con ellos. ¿Cómo siendo quien eres pierdes el tiempo con nosotros?, me llegaron a preguntar. Lo que puedo decir, muchos meses después es que cada sábado es un descubrimiento. Hemos conocido gente maravillosa, de todo ámbito, razón social y ciudadanos de todo el mundo, donde lo que más prima es la educación. Por cierto, casi todos se han sacado licencia, y han comenzado a participar en carreras de ruta, pista o ciclocross, en pruebas cicloturistas e incluso en triatlones.
Las pruebas CRIT
Llevábamos tiempo ya metidos en nuestra experiencia cuando nuestros amigos de Enciklica nos pidieron que nuestro club fuese colaborador de una prueba CRIT, el Red Hook Criterium de Barcelona, que se celebró a finales de agosto. Íbamos a ser course marshall (una especie de control) y no sabíamos ni de que nos hablaban. Pero descubrimos una prueba interesantísima, que se disputa en un circuito urbano cerrado, en bicicleta de pista y por supuesto sin frenos y a piñón fijo. También me sorprendió la repercusión de la prueba ya que se presentaron corredores de todo el mundo, cuando el premio suele ser modesto, una bicicleta y algún regalo mas.

Royal | Red Hook Crit Barcelona 2014 from Royal Productions on Vimeo.

Muchos de los participantes, la mayoría norteamericanos que trabajan como mensajeros, vinieron a rodar antes al Velòdrom de Barcelona, y pudimos intercambiar muchas experiencias. A nivel técnico te encuentras que la mayoría vienen muy preparados, tienen mucha técnica. Los cuadros son un poco más altos de caja de pedalier, sobre 29 cms, y los desarrollos que utilizan suelen ser los mas cómodos para cada prueba, ya que igual que han de arrancar después de cada curva, tienen que frenar al llegar a ellas y al final de la prueba las piernas lo pagan.
A nuestro modo de entender las carreras de CRIT serán parte importante del futuro del ciclismo, pruebas que se pueden celebrar en cualquier circuito o en este caso, como en el Red Hook de Barcelona en una explanada, donde tan solo hacen falta unas vallas para dibujar el recorrido. Y una mente abierta, para entenderlo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

¿Sobra el Mundial contrarreloj por equipos?

Leo esta misma mañana que la UCI estaría estudiando la posibilidad de cambiar la sede del Mundial contrarreloj por equipos los dos próximos años -Richmond 2015 y Qatar 2016-, y dejarlo en ambos casos en Europa, ante las quejas de los equipos por el elevado coste de trasladar a otro continente todo el personal y material necesario.

Obviamente la cuestión que me planteo es muy simple: ¿Y a las Federaciones Nacionales no les cuesta bastante más dicho traslado, ya que en el caso de las más potentes pueden llegar a ser de más de treinta ciclistas en vez de los seis de la crono por equipos?

Independientemente de costes, y del espectáculo que supone una disciplina como esta contrarreloj por escuadras, lo que es ilógico desde mi punto de vista –aunque tenga algunas sinergias- es mezclar en un mismo evento competiciones por equipos comerciales con otras por selecciones. Algo así como sí la Copa del Mundo de fútbol viniese precedido por la final de la Champions League.

Foto: Rafa Gómez / Ciclismo a Fondo / Ponferrada 2014

sábado, 1 de noviembre de 2014

Los cuatro récords de la hora

“Espero que los logros de Jens (Voigt) y Matthias (Brandle) inspiren a otros grandes ciclistas a que intenten superar una de las marcas más desafiantes de nuestro deporte. El ciclismo debe adaptarse a los tiempos y por eso optamos por modernizar las normas del récord de la hora. Es fantástico que hayamos podido ser testigos de dos hazañas de este calibre en tan poco espacio de tiempo. Eso también prueba que el récord sigue estando totalmente revitalizado", comentaba esta semana el presidente de la UCI una vez que el austriaco estableciera la nueva plusmarca con 51,852 kms.



Coincido con Cookson, salvo en su matización de ‘grandes ciclistas’. Y es que ahora, los próximos meses son muchos –me atrevería a decir decenas de corredores- los que pueden batir esta marca, perfectamente asequible, sin que ello suponga que el record de la hora esté minusvalorado o venido a menos. Todo lo contrario. “Los 51,110 kms. de Voigt podrían batirlos bastantes profesionales. Soy optimista, lo afronto porque me siento capacitado”, comentaba Brandle con absoluta sinceridad antes de su desafío.

Y es que el guante de este primer record de la hora, el de los teloneros, está lanzado y quien no lo aproveche es porque no quiere. Insisto: son muchos, pero que muchos, los rodadores que estarían capacitados en llevarse su ‘hora’ de gloria.

¿Algún español?

Eso me preguntaba hace un par de días. Y la verdad es que a estos niveles, pienso que hay varios que podrían afrontarlo, aunque mi opinión no es la relevante. “Creo que hay unos cuantos que la superarían, con Castroviejo o Luisle a la cabeza –me indica Raúl Mena, presidente de la Comisión de Pista de la RFEC y responsable del equipo Eustrak-, aunque sinceramente me gustaría ver a Teruel o Torres, que seguro que también lo batían”. “Castroviejo me encanta –añade el ex seleccionador Jaume Mas-. También veo a Mora o a Albert, pero dentro de unos años”. Por su parte Javier Zahonero, preparador de numerosos pistards, añade que “si tomamos como barrera los 52, podemos contar con Castroviejo, Valverde, Izaguirre y Herrada o los pistards Teruel, Muntaner, Torres o Mora. Pero superar o estar cerca de los 53 ya es otra cosa, la lista se reduce, incluso me atrevería a decir que a cero si no hay una buena preparación específica, estando dispuesto a los sacrificios que supone”.

Y aunque en principio, el record parece más algo más destinado a grandes rodadores de ruta, el factor de adaptación al anillo parece algo fundamental para el éxito, sobre todo cuando las exigencias de la plusmarca vayan siendo cada vez más elevadas. En España, desde luego parece más probable que si alguien se decidiera a afrontar ese segundo record de la hora fuese un ‘pistard’. “Creo que el único loco que puede intentarlo ahora mismo es David Muntaner”, me comenta Mora. “No es tan fácil de batir, aunque haya aún margen de mejora”, tercia el balear. “A mi me encantaría intentarlo –añade Teruel-, pero se necesita un gran apoyo tanto logístico como económico”.

No olvidemos que en España no hay ninguna marca homologada como récord de la hora, por lo que el desafío podría ser interesante para muchos segundos y primeros espadas, aunque como comentaba Zahonero, los 53,040 kms. de Indurain que sí permanecen como mejor marca de la hora parecen algo inaccesible hoy en día “aunque a medio plazo, a falta de un poco más de madurez, pienso que Herrada y Torres tienen potencial para platearse el reto”.

La hora de Wiggins

Volviendo con la plusmarca mundial, ésta permanecerá asequible hasta que llegue el momento de que los grandes especialistas decidan poner las cosas en su sitio, establecer ese tercer record que ya permanezca por más tiempo. De momento el único que lo ha dicho claramente de que es un objetivo a corto plazo, uno de sus retos para 2015 junto a la ‘Roubaix’, es Bradley Wiggins. Por cierto, hoy el ‘Diario de Mallorca’ adelantaba que el británico podría intentarlo en el Palma Arena en julio o agosto.

Wiggo lo tiene todo a su favor –añade Zahonero-. Es capaz de rodar en ruta durante periodos superiores a una hora con velocidades medias cercanas a los 50 km/h. De hecho en Ponferrada en un recorrido de perfil positivo rodó 56'25" a 50,1km/h, a lo que hay que añadir que es capaz de hacer la persecución por equipos por debajo de 4 minutos y la individual por debajo de 4'20". Por lo tanto tiene a su favor el factor de eficiencia por celebrarse el evento en velódromo, además de los medios técnicos muy superiores de British Cycling en cuanto al análisis de factores como elección de velódromo, trayectorias óptimas, materiales…”

Lo que no está tan claro es la marca a la que puede llegar, por mucho que quien más quien menos piense en la mejor plusmarca, los 56,375 kms. que estableció Chris Boardman. “Eran otros tiempos -comenta Mas-. Pienso más que en los 54, quizás 55”. Así también lo piensan Zahonero, Muntaner o Teruel, mientras que Mora o Mena apuestan por una distancia cercana a los 56.

Ya a este nivel, son pocos los corredores capaces, aunque muchos solamente se atreven a señalar a Tony Martin –“que hizo 58 kilómetros en 1h5’ en el Mundial de 2013” recuerza Zahonero- y a Fabian Cancellara, cuya respuesta al desafío está siendo más tibia de lo que cabía esperar, a pesar de que fue uno de los primeros interesados y cuente con toda la información del intento de su compañero Voigt. Ojo también a Taylor Phinney, al australiano Rohan Dennis, al bielorruso Vassily Kirienka o incluso al neozelandés Jesse Sergent o al danés Ramus Christian Quaade.

“En cuanto al escenario hay algo que no se esta teniendo en cuenta y es que los velódromos más favorables son los que tienen más curva por los efectos inerciales, que favorecen en la pista la aceleración”, comenta Zahonero, aunque Mas me precisaba que “para aquellos corredores que están menos acostumbrados a rodar en pista como es el caso de Cancellara (o Martin) es mejor un velódromo como el de Moscú, por su cuerda de 333 metros”.

En este sentido, pienso que ese plus de ‘pistard’ que tiene Wiggins y del que carecen Cancellara y Martin puede ser fundamental cuando hablemos de ‘performances’ que aspiran a esos 55 o 56 kilómetros.

“Estoy seguro que el récord tendrá un punto de inflexión antes y después de Wiggo, ya que no veo a nadie con tantos factores favorables como el británico”, termina Zahonero, aunque posiblemente, llegados a ese momento, pudiéramos entrar en otro factor desestabilizador, como pudiera ser la altitud de Aguascalientes (México), el escenario ideal para alcanzar nuestro cuarto record de la hora, aunque ello conllevaría un periodo de adaptación no inferior a tres semanas, con todo lo que de esfuerzo y de renuncias supondría, puesto que no tendría nada que ver con las circunstancias que, por ejemplo, el año pasado vivió François Pervis


miércoles, 29 de octubre de 2014

Cañardo, del catalán de Olite al primer campeón

Entre los muchos papeles que tengo de ciclismo en casa –cada vez menos, gracias a la digitalización- cuento con una colección de biografías, publicadas por MARCA y recopiladas por mi padre en los años sesenta, bajo el título ‘40 días, 40 ases, 40 biografías’. Solo conservo las de ciclismo, por otra parte muy numerosas debido al prestigio de los ‘pedalistas’ en aquella época. Y junto a la de campeones contemporáneos como Poblet, Anquetil o Altig, se publicaron otras sobre los primeros héroes de nuestro deporte como los hermanos Pélissier o Mariano Cañardo, biografía subtitulada como ‘El catalán de Olite’.

Durante mucho tiempo ese cuadernillo de ocho folios amarillentos y manoseados pero perfectamente legibles fue la única referencia biográfica que tuve del gran ciclista de los felices veinte y los terribles treinta, hasta que hace unas semanas nos hemos encontrado con la biografía escrita por Iván Vega sobre el catalán –que de navarro tuvo muy poco- bajo el título de ‘El primer campeón’. Nuevamente gracias al esfuerzo de otro loco ciclómano y de la editorial Cultura Ciclista se ha puesto remedio a uno de los muchos olvidos histórico de nuestro deporte.

Y es que en 276 páginas, el autor repasa de forma exhaustiva la trayectoria deportiva y vital de Cañardo, enmarcada en los acontecimientos históricos –que a menudo te saben a poco- que le tocaron vivir y que encuadran perfectamente su figura. La tarea no debe haber sido fácil, ya que se basa fundamentalmente en la investigación hemerográfica, ardua y poco agradecida, y más aún cuando “los periodistas de la época, si no sabían bien, inventaban”, aunque haya tenido la suerte de contar con la colaboración de la entusiasta familia del corredor, especialmente de su hija Neus. 

Pero el resultado merece la pena, y no solamente para ‘casos perdidos’ como puedan ser el propio Iván o yo mismo, sino para cualquier lector que quiera conocer más profundamente lo que es el ciclismo, que en su esencia tampoco ha cambiado tanto. Y es curioso que algunas de las anécdotas de aquel serial de MARCA sobre sus primeros años de vida no se hayan recogido en el libro, aunque espero que se puedan incorporar en una segunda edición.

Lo que no sé es si Cañardo será el primer campeón, como se titula. Antes de leer el libro me inclinaba por dar ese calificativo a corredores como Julián Berrendero, el ‘Negro de los Ojos Azules’ o a Bernardo Ruiz, al que precisamente dirigió Cañardo cuando logró su podio del Tour de Francia. Incluso a Vicente Trueba, al que llamaron ‘Pulga’ no por su estatura, sino por su forma de correr, a saltitos, y al que bloqueaban con una fila de corredores a su alrededor al inicio de los puertos para que no se escapase.

Posiblemente, palmarés en mano –siete Voltas, cuatro Campeonatos de España, un segundo en la neonata Vuelta a España, dos ‘top ten’ en el Tour y otros tantas en el Mundial, entre sus cien victorias- y, sobre todo, por su carácter y profesionalidad lo sea, aunque me ha picado el gusanillo, y tendré que comprobarlo leyéndome ‘Mis glorias y memorias’, la autobiografía de Berrendero, publicada a finales de los años cuarenta, otra joya olvidada que tenía entre esos papeles amarillentos en mi biblioteca.