jueves, 7 de abril de 2011

Una primavera en Mallorca

Hace menos de dos meses escribía un artículo titulado “Un invierno en Mallorca” sobre mi experiencia en la Challenge de Mallorca, como radio-vuelta en la primera prueba profesional sin pinganillo de la temporada en España. Ahora, con unas temperaturas más propias casi del verano que de la primavera repito experiencia en la isla, aunque prometo no hablar más –de momento- de las comunicaciones, sino de la gran cantidad de ‘personajes’ que me estoy encontrando en esta segunda carrera de Unisport Consulting, el Cinturón de Mallorca, que estuvo en un tris de no celebrarse, por culpa de la manida crisis, pero que incluso así puede darse el lujo de contar con 28 equipos, de los cuales la mayoría son de fuera de nuestro país, procedentes de lugares como Gran Bretaña, Países Bajos, Noruega, Suecia, Alemania, Suiza, Israel o Turquía, completados con los cuatro conjuntos baleares y con otras tantas formaciones peninsulares (Guerola-Valencia, UPV-Bancaja, Vitaldent-Arán y Hostería de Cañete-Nagares).

Lo que es seguro es que este año no vamos a tener un vencedor tan inesperado y atípico como el ‘biker’ Sergio Mantecón, que en su primera participación en una prueba en carreteras se llevaba una ronda tan selectiva como el Cinturón, aunque luego demostró que no había sido casualidad, ganando el Campeonato de España élite –junto al de BTT, en un doblete que será difícil de repetir en el futuro- e incluso brillando entre los pros en la última etapa de la Challenge 2011.

Pero echando un vistazo, encontramos una ilustre nómina de ’pistards’ no sólo españoles como Sergi Escobar, David Muntaner, Pablo Aitor Bernal, Albert Torres, Antonio Miguel o Sebastián Mora, sino británicos como Andrew Tennant o Ed Clancy o alemanes como Robert Bartko. Clancy, la gran ausencia el el omnium del último Mundial, me comentó que fue por enfermedad “porque estuve varios días con fiebre y dolores de cabeza”, aunque se considera que debe ser él la máxima opción para representar a su país en los próximos Juegos Olímpicos. “Hay varios candidatos más, incluso Wiggins”, reconoce, pero no apuesta por ‘Cav’. “Nunca se puede saber, pero le veo muy centrado en la carretera”.

Medio siglo de experiencia

De Gran Bretaña –de Sheffield- viene también un tal Malcom Elliot, un cincuentañero que recordarán los aficionados de los años ochenta por su punta de velocidad –tres etapas y la clasificación por puntos en 1989 en la Vuelta- e incluso por haber militado en Teka. “¿Qué que hago yo aquí? Es lo que me pregunto”, sonríe, para luego contarnos que solamente el año pasado dejó de competir en pruebas en el extranjero, siempre con la licencia élite, “aunque un año me saqué la master para ir al Mundial de Saint Johann, que gané”. Este año iba a correr solo en su país, pero recientemente atropellaron –aquí en Mallorca- a un compañero, otro se fracturó la clavícula, “Y entre venir con cinco o venir yo, no me lo tuve que pensar mucho”, reconoce abiertamente.

Pero Elliot no es el más veterano del pelotón, sino el balear Tolo Quetglas, de 52 ‘tacos’, un hombre que descubrió el ciclismo hace muy pocos años y que lleva seis consecutivos corriendo el Cinturón como reto personal. “Sufro mucho, pero me gusta”. Nada más acabar la carrera, “cambio la licencia por la master y ahí ya es totalmente distinto porque voy con los mejores”. Desde luego nada extraña de un hombre que incluso ha subido al Everest. “¿Y por que no? Lo que me aburre es estar parado, cualquier reto es bueno”, confiesa. Y por ello se ha apuntado también en la Titan Desert dentro de pocas semanas. Aventurero también es su compañero de equipo, Jason Perryman, un ciclista de Barbados –y que responde al estereotipo físico caribeño al cien por cien- que, aunque vive en casa del técnico de pista del STRYC, Bill Huck, apunta mejores maneras en la ruta que en los velódromos.

Y el Belda rodador jugó a ser escalador

Y aunque fue aquí, en Mallorca, donde vi la película ‘No es país para viejos’, el titulo no va con la ronda balear: el líder, José Belda, tampoco es un jovencito, ya que los próximos que les caigan serán los 36. Tras ganar ayer la crono a lo grande –no en vano es un excelente rodador, campeón de España élite contra el crono en 2009-, hoy ha querido imitar a Vicente y David, con los que comparte apellido, pero ningún lazo familiar: basta con ver la diferencia de talla. Y es que hoy dijo aquello de que la mejor defensa en un buen ataque y demarró en el Puigmajor, aseguró el amarillo, pero le faltaron 400 metros para ganar. Al menos la victoria se quedó en España con Iker Camaño, un ciclista que ‘mojaba’ por segunda vez, siendo un servidor el único que le ha visto personalmente en ambos triunfos: el primero fue la crono de la Vuelta a Chihuahua hace tres años, cuando corría en el American Beef, sucesor in extremis del Saunier Duval.

En fin, podría hablar del equipo israelí –que ya estuvo en el Cinturón hace dos años-, que acude con la ilusión de coger experiencia de cara a la ronda de su país y a proyectos de futuro, o incluso de Tadej Vajlavec, que espera en esa incertidumbre del ‘cara o cruz’ que pasará con su carrera –“el TAS me ha dicho que decide el 21 de abril”, indica en un perfecto castellano-, de Diegoweb, que también está por aquí, y de otros muchos más. Quizás los dos días que restan de carrera me den tema para otro artículo mallorquín más.

PD: O también podría decir que el Cinturón 2001 pasará a la historia por ser la primera carrera 2.0 de la historia: la misteriosa desaparición de los dorsales antes de la crono hizo que los ciclistas salieran solamente con el transponder… y todo salio a pedir de boca.

Fotos: Rafa Carbonero, con todo mi agradecimiento por su trabajo y excelente disposición.

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