Ermua, una población de unos 15.000 habitantes en la comarca vizcaína de Debabarrena, es una las canteras ciclistas más prolíficas de Euskadi, aunque este fin de semana ha perdido a dos de sus profesionales; ha despedido a sus dos vecinos más ilustres, Pedro Horrillo e Igor Astarloa. Ambos se retiran antes de tiempo, pero como dice el ex campeón mundial en Deia, “los finales llegan, no se eligen. Éste no es el final soñado, tan sólo es un final”.
Por lo menos, Horrillo presumir en su adiós de la mejor victoria de su vida, la que le ganó a la muerte tras aquella espeluznante caída en el Giro de Italia, que rememora en El Correo, en una de las múltiples entrevistas que le han realizado en estos días. Con él apenas he coincidido, aunque siempre es un placer –y espero que siga siéndolo- leer sus crónicas y comentarios, principalmente en El País. Y es que Horrillo pasará a la historia del ciclismo, tanto por su trabajo silencioso de gregario, principalmente a favor de Freire, como por su condición única de ‘ciclista filósofo’.
Con Astarloa tampoco he compartido muchos momentos, pero sí muy intensos, sobre todo ese Mundial logrado en Hamilton, secundado con la medalla de plata de un jovencísimo Alejandro Valverde. Fue el mejor año –ese 2003 en el que también logró la Flecha Valona- de una carrera que ha tenido más sombras que luces, pero que despide con un triunfo –logrado merecida y brillantemente- con el que todos sueñan, pero del que muy pocos pueden presumir.
Los dos han sido profesionales durante diez temporadas. En el caso del primero, tan sólo militó las tres primeras temporadas en un conjunto español; el segundo, ni eso, ya que tuvo que emigrar a Italia para dar el salto. Un hecho que debería servir de acicate a todos aquellos ciclistas que se inician de que España no es el único destino posible, a veces ni siquiera el más recomendable.
ya habia leido la entrevista de El Correo y es realmente recomendable, interesante, amena, con cosas para reflexionar y tambien para reirte.
ResponderEliminary lo ultimo que apuntas es mas que interesante, muy "para reflexionar", el aventurarse a salir a otros sitios para buscarse la vida, que el mundo no se acaba aqui y menos en un deporte tan internacional.
las oportunidades no hay que esperarlas, hay que buscarlas
un saludo
Cierto, Mikel. Hemos estado mucho tiempo mirándonos el ombligo y más allá de los Pirineos, del Atlántico incluso del¨Indico hay mundo. Puede salirte bien, peor o regular, pero que te quiten lo bailao.
ResponderEliminar