También España tuvo momentos de gloria este fin de semana en el ‘Pringle’ londinense: Eloy Teruel ganaba la puntuación del omnium con una superioridad casi insultante; Albert Torres se imponía dando un recital a lo Llaneras en la carrera a los puntos ‘normal’, y Unai Elorriaga obtenía el maillot gris como ganador de la Copa del Mundo de esta disciplina… aunque estos resultados –salvo el del murciano- no serán extrapolables al mes de agosto, ya que esta prueba –una de las más espectaculares en pista- desapareció del programa olímpico para dejar paso a ese absurdo, incomprensible e innecesario omnium. Esperemos que de cara a Río 2016 haya un replanteamiento para bien, aunque en este apartado prefiero no hacerme ilusiones. Pero este no es el tema de hoy.
Las dos últimas pruebas olímpicas del programa de la reciente Copa del Mundo fueron los dos omniums. Y aunque nos ofrecieron algunas referencias ‘olímpicas’, posiblemente no puedan ser consideradas tan significativas como las de las pruebas comentadas ayer.
En la cita femenina, Sarah Hammer ratificó que es la favorita número uno a la medalla de oro olímpica: marca diferencias en sus pruebas y aguanta como nadie en el resto. La canadiense Tara Whitten –a pesar de ser la vigente campeona del mundo-, la holandesa Kristen Wild, la británica Laura Trott o la rusa Eugenia Romanyuta permanecen en un segundo plano –en el que debemos añadir a la australiana Annette Edmonton por lo visto este fin de semana-, en el que ojalá este nuestra Leire Olaberria, aunque en Londres anduvo lejos del nivel que debería tener en agosto para aspirar a esa plaza en el podio
Las candidaturas masculinas, en cambio, cada vez son más abundantes. Por un lado el colombiano Juan Esteban Arango –ganador en Cali y en Londres- ha demostrado una interesante progresión hasta el punto de tener que cargar con bastante responsabilidad el próximo mes de agosto, mientras que los dos primeros el año pasado en Apeldoorn –el australiano Michael Freiberg y el neozelandés Shane Archbold- han permanecido en un más que comprensible segundo plano. Pero hay más: el canadiense Zachery Bell, una garantía absoluta, el italiano Elia Viviani, que puede ofrecer mucho más de lo visto hasta ahora, el germano Roger Kluge –ojo con él-, el coreano Ho Jung Sho, a la chita callando, o el galo Bryan Coquard, quizá demasiado regular para marcar diferencias en alguna prueba. No me olvido, claro está, de Eloy Teruel, ni de la X británica: sea quien sea, estará muy arriba.
Londres, y acabo, también terminó de decidir –en un 99%- la que será la participación española en los JJ.OO. Pero de esto hablaré otro día.
A Teruel los rivales se le multiplican la verdad. Cómo se nota que estamos en año olímpico hace un año por estas fechas tanto él como Leire estaban o en el podio o rozándolo y ahora ven como surgen corredores por doquier. Quiero equivocarme, pero el diploma sería un excelente resultado, idem que en la cuarteta. Nos iremos sin medallas del velódromo londinense??? Yo diría que sí
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