Conocía los casos de Chris Hoy, Sven Nys o Zdenek Stybar. Incluso
el consejo que daba Cyrille Guimard a los jóvenes ciclistas en su libro ‘Metido
en carrera’. Pero no el de Robbie McEwen, campeón australiano junior de BMX
antes de pasarse a la carretera… e imagen de la nueva e interesante campaña de la UCI como promoción de esta modalidad a la que llaman “bella puerta de
entrada”.
Tras recordar que el sprinter de Brisbane fue el primero en
celebrar sus victorias –tres veces maillot verde del Tour, donde sumó doce
etapas- con espectaculares caballitos, “antes de Sagan”, la UCI destaca al BMX
como “la primera y más eficaz escuela del ciclismo”, en base a que se puede
iniciar muy joven su práctica –con cuatro o cinco años-, en que es una
disciplina muy lúdica, “que procura inmediatamente sensaciones de velocidad y
placer extremadamente seductoras”, segura, ya que se realiza en circuitos
cerrados y “adaptables en función de las capacidades de sus practicantes”. Y poco
cara, por la mecánica simple de las bicicletas, para terminar diciendo que
“desarrolla progresivamente todas las cualidades técnicas de base necesarias
para el dominio de la bicicleta y su utilización sin aprensión”. Tan sólo les
faltó señalar ese componente familiar que tiene esta disciplina, que ya analicé detenidamente hace unos meses en este blog.
El Centro Mundial del Ciclismo quiere promocionar así en
continentes como África y Asia, una vez que ya está bastante difundido por
Europa, Norte y Sudamérica y Oceanía.
Por mi parte, absolutamente de acuerdo –y aquí tenéis otra muestra gráfica, tremendamente simpática- y nada más que añadir que felicitar
esta iniciativa que ojalá pudiera tener parangón en España.
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