A pesar de su épica, de su indudable plasticidad y de
muchas otras características que podrían brindarle un lugar de privilegio en el
mundo del celuloide, el ciclismo no ha terminado de establecer un idilio con el
séptimo arte. Ni a través de sus grandes mitos, ni tampoco por sus escenarios,
a pesar de algunas intentonas bastante bien estudiadas, pero incompletamente
realizadas.
En este sentido, la París-Roubaix ocupa un lugar de
privilegio desde 1976 cuando el cineasta danés Jorgen Leth filmó aquella
edición, en un documental de 111 minutos que tituló ‘A Sunday in the Hell’, un
domingo en el infierno, en una edición que no fue la mejor desde el punto de
vista deportivo, ya que la lluvia y el barro dieron paso al sol y al polvo, y
la victoria de un artista secundario como Marc De Meyer eclipsó a protagonistas
pasados como Roger De Vlaeminck o el propio Eddy Merckx, o futuros como
Francesco Moser.
Una veintena de años más tarde, en 2008, nos encontramos ‘Road to Roubaix’, de Dave Cooper y Dave Deal, mucho más contemporánea que la anterior, aunque solo sea por su dinamismo, por su estética… y por los protagonistas a los que vemos como Tom Boonen –que ganaría precisamente aquella edición- o Juan Antonio Flecha.
Por cierto, la película completa está actualmente en Youtube… aunque no sé si por mucho tiempo por aquello de los derechos.
Y es que en esta red es posible encontrar prácticamente todas las ediciones recientes completas del ‘Infierno del Norte’, incluso de 1936 he llegado a ver, un interesante resumen, aunque también hay otros reportajes o documentales que demuestren que la realidad puede superar a la ficción. Por ejemplo este ‘Paris-Roubaix, La legende’ o este otro, de Máxime Boilon, sin olvidarnos de esta ‘slow motion’ en blanco y negro, digna también de la gran pantalla.
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