Los Campeonatos de Valencia 2017 serán mis decimonovenos
Nacionales de ciclocross. Podría hablar de una supuesta mayoría de edad,
haciendo un sesudo análisis. Pero me conformo con recoger algunos recuerdos de
estos eventos, que espero os ‘calienten’ para la gran cita de este fin de
semana.
Mi estreno fue en Porriño
1999, en unos Campeonatos que se solventaban en solamente una tarde de
sábado: a las tres, cadetes y féminas -por primera vez en el programa de un
Nacional, con triunfo de la gallega Carmen Armada-; a las cuatro, juniors y
masters -en una categoría única que también se estrenaba como rojigualda-, y a
las cinco élites, en el que sería el último triunfo de Francisco Pla, con una
sentida dedicatoria a su hermano, fallecido poco antes. Sin embargo, en
aquellos tiempos en el que las “acciones sociales” acompañaban a cualquier
evento, mi mejor recuerdo es el trato, sobre todo gastronómico, que nos
brindaron Horacio Barros y su hermano, el gran alcalde José Manuel.
Colombres 2000 posiblemente nos ofreció uno de
los parajes más bonitos que recuerde como escenario de un Campeonato de
ciclocross, junto al maravilloso Archivo de Indianos, en un evento ya
programado en dos jornadas. La prueba femenina se subdividió en élites y
juniors, con triunfos respectivamente de Rocío Gamonal y Aida Nuño, y la de
masters, también, para 30 y para el resto, por aquella época llamados
veteranos. Allí fue donde David Seco lograría el primero de sus seis entorchados.
Desgraciadamente el recuerdo que tengo de Noja 2001 no es muy agradable, por
culpa de un fiebrón que me hizo estar temblando todo el domingo y afrontar un
viaje de regreso, sólo en el coche, a base de CocaCola, aspirina, calefacción a
tope y bastantes paradas en apenas 400 kilómetros. Los Campeonatos siguieron
creciendo en categorías: aparecieron las sub23 femeninas separadas de las
élite, y con podios independientes lo que hizo que la mejor del evento, Rocío
Gamonal, tuviera que conformarse con el entorchado de las jóvenes, y los
veteranos se multiplicaron en 40 y 50.
La presencia del ex presidente de la RFEC, José Luis
Ibáñez Arana, marcó Durana 2002, ya
que no era nada frecuente que asistiera a actos ciclistas desde su forzada retirada.
De hecho, jamás he vuelto a verle en una competición. Deportivamente me quedo
con el bronce de Israel Núñez, un polifacético ciclista que ha estado en las
selecciones de ciclocross, carretera y BTT, y el primer oro absoluto de Aida
Nuño, la gran favorita para pasado mañana.
Decir Sotrondio
2003 es venírseme a la mente las peores condiciones climatológicas que
jamás haya vivido en una prueba ciclista. El sábado por la tarde, en plena
carrera de féminas, se junto todo: frío, lluvia, nieve e incluso una ventisca
que hizo que la carrera se redujera a solo tres vueltas. Aida Nuño se impuso en
un sprint con fotofinish ante Nekane Lasa… mientras que su hermano Pablo se
llevaba el de masters 30. Y mientras que David Seco seguía sumando, Egoitz
Murgoitio se estrenaba en sub23, el gallego Néstor Rodríguez -uno de los
ciclocrosistas con más clase que he visto, desgraciadamente retirado por una
lesión de rodilla- y un tal Gorka Izaguirre se llevaba la prueba cadete.
Parquesol fue el escenario de Valladolid 2004, otro Campeonato marcado por el frío, aunque en
este caso absolutamente seco, con bastante parte del circuito helado, algo nada
extraño en aquellas latitudes. No tengo especiales recuerdos de aquella cita
-quizá por las muchas veces que iba por entonces a Pucela-, que se saldó con
los triunfos de los favoritos: David Seco, Nekane Lasa… e Ismael Esteban.
Por el contrario, aún tengo en mi mente hasta los más
mínimos detalles de Busturia 2005,
un Campeonato en la patria chica de David Seco y que también homenajeaba a su
hermano y menor Paúl, fallecido pocos meses antes. Quizá la presión, quizá un
excelente Unai Yus, frustraron el que podía haber sido el sexto título del
vizcaíno ante el delirio de sus vecinos. La aparición de la entonces ex rutera
Rosa Bravo en categoría femenina -sin que hubiera título junior por
insuficiencia de corredoras, como en 2004- o el título cadete del inolvidable
Víctor Cabedo fueros otros detalles de este evento, el último organizado hasta
ahora en tierras vascas.
Una canción que no me desagrada, “Nada fue un error”, fue
el soniquete repetitivo hasta la saciedad de Ribadumia 2006, el último Nacional que viví con el inolvidable
Félix Nielfa, que como el presente también coincidía parcialmente con Reyes, y
en el que Seco alcanzaba el sexto anillo, igualando al mítico José Luis
Talamillo. Ruben Ruzafa se llevaba el título en sub23, iniciando una ‘invasión’
de bikers que se prolongaría algunos años más. Lucía González, en cadetes,
sumaba el primero de los ocho títulos que lleva hasta ahora sumados la asturiana,
en un vento que registró la inclusión de la categoría ciclomaster, vigente
hasta 2011.
Finalizamos esta primera parte de la serie con Alcobendas 2007, un Campeonato del que
tengo un recuerdo especial, por la implicación activa y directa que tuve en su
organización, con un programa que, básicamente, es el que ahora mismo está
implantado que supuso la novedad de trasladar la prueba sub23 al sábado, con el
fin de mantener el interés en las dos jornadas. En aquella prueba se impuso David Lozano, inaugurando su reinado
que se plasmaría en cuatro títulos en los cuatro años en la categoría, aunque
más impactante fue la entrada de José Antonio Hermida, en su estreno
ciclocrosero, que dejó con la miel en los labios a Isaac Suárez, que parecía
haber perdido su ocasión de oro para ser campeón en la máxima categoría. El
doblete de los gemelos Gómez, que casi perdieron el título por el tiempo
perdido en entrar juntos de la mano, fue el detalle anecdótico de un Campeonato
que se retrasó una semana respecto a la fecha habitual para no coincidir con
Reyes y que registró unas temperaturas veraniegas.
Sotrondio... lo viví como junior y qué sufrimiento después de correr. Recuerdo ir rompiendo hielo al pisar los charcos.
ResponderEliminarY vosotros corristeis el domingo, que estaba "mejor" comparado con el infierno del sábado
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