No fui nada original al decir que la llegada de Movistar
Team al pelotón femenino es una de las noticias más ilusionantes de los últimos
tiempos, ya que supone un paso decisivo para la profesionalización de nuestras
corredoras, a nivel de medios, de preparación y por supuesto de salarios. Para
la veterana Mavi García, a priori la líder del equipo, supondrá el saber -a sus
ya casi 34 años- si la apuesta por el ciclismo merece la pena dejando de lado
el duatlón que tantos beneficios deportivos y económicos le ha dado en los
últimos años; para las jóvenes promesas, como las escaladoras Eider Merino y
Lorena Llamas, las rodadoras Lourdes Oyarbide y Gloria Rodríguez o las polivalentes
Alicia González y Alba Teruel, si, con los medios que tienen otras ciclistas
foráneas, pueden estar al mismo nivel que ellas. Personalmente me hubiera
gustado ver vestida de azul celeste a una Belén López que se hubiera merecido
una oportunidad así algunos años antes, o por supuesto a una Anna Sanchis,
aunque la valenciana ya tenía decidido colgar la bicicleta.
Un interesante proyecto, bajo la batuta de Jorge Sanz
-posiblemente la persona idónea para ello-, que completan tres ciclistas
foráneas para dar empaque a una formación a la que tampoco se le deben pedir
resultados inmediatos, desde el tradicional desconocimiento sobre el ciclismo
femenino que hay en nuestro país, o por la euforia con la homonimia con el que
ha sido el mejor equipo masculino del World Tour en años precedentes.
Tampoco debemos olvidar que el ciclismo femenino no
termina con la neonata escuadra telefónica. Las dos mejores corredoras españolas
-palmarés en mano- no militarán en 2018 en Movistar Team, pese al interés
mostrado por la escuadra de Eusebio Unzue. Y personalmente no me parece mal.
Sheyla Gutiérrez seguirá creciendo hasta límites que nos cuesta incluso
imaginarnos en una escuadra como Cylance con un técnico que siempre ha sabido
sacar lo mejor de ella, Manel Lacambra, y en el que está ya al nivel de las
corredoras más destacadas.
En cuanto a Ane Santesteban, lo más importante ahora es
que se recupere de sus problemas de vértigo que la llevan lastrando desde ese
terrible atropello sufrido a principios de año. Porque en el Ale italiano, pese
a tener un plantel muy compensado, posiblemente sea la más destacada corredora
para pruebas por etapas.
Por otro lado, las dos escuadras que han monopolizado el
pelotón español en las últimas temporadas seguirán en el mismo, aunque bastante
remodeladas: el Bizkaia, en la forma; el Sopela, ex Lointek, en el fondo. Eso
sí, teniendo en cuenta la vocación internacional de Movistar, no es extraño que
en varios momentos de la campaña, incluyendo algunas pruebas de la Copa de
España, el mayor protagonismo sea de estos dos equipos.
Especialmente motivado -y no sólo por razones deportivas- estará
en 2018 el conjunto de Agurtzane Elorriaga que, pese a haber perdido a sus
ciclistas más importantes -no sólo las que han engrosado el Movistar sino a
corredoras como Vera Adrian, Ross Hoogeboom o Spela Kern-, ha conseguido una
alianza estratégica que parece asegurar su futuro, dando lugar al Bizkaia
Durango-Euskadi Murias, es decir, la parte femenina del nuevo equipo
profesional vasco.
Lierni Lekuona -que debe consolidar todo lo bueno apuntado
en 2017-, Irati Idrin y Yessica Pérez continúan del plantel anterior, al que se
le unen algunas de las más prometedoras ciclistas de la categoría sub23, como
son las valencianas Sandra Alonso y Cristina Martínez, la vasca Ane Iriarte o
la navarra Miriam Gardachal, sin olvidarnos de la siempre combativa -y
experimentada- Lucía González. Dos británicas ya anunciadas -Dani Christmas y
Henrieta Colborne- y otros dos fichajes foráneos de relumbrón -las italianas
Alice Maria Arzuffi y Anna Zita Maria Stricker-, completan una plantilla que
tiene mucho que decir a día de hoy en el nuevo pelotón femenino nacional.
Sopela Women's Team será el tercer equipo en discordia,
sin que el ordinal suponga ningún orden preestablecido: es cierto que el
potencial del equipo ha disminuido respecto al equipo anterior, el Lointek,
pero también lo es que pretenden mantener el importante calendario internacional
de su predecesor -aunque ello dependerá de las invitaciones que reciban-, que
contemplaba presencias en pruebas tan prestigiosas como GP Plouay, Omloop Het Nieuwsblad o BeNeLadies Tour.
El equipo mantiene a tres ciclistas del extinto Lointek -Ziortza
Isasi, Ariadna Trias, y Beatriu Gómez-, pero sobre todo se destaca por su
apuesta por tres de las juveniles más prometedoras del campo nacional, Sara
Martín, Sofía Rodríguez y Maialen Aramendia. La arandina ya estuvo el año
pasado muy cerca de las mejores élite en Copa de España, por lo que no es
aventurado pensar en que pueda incluso incrementar su protagonismo, aunque la
apuesta no es el corto plazo sino el crecimiento de estas corredoras.
Las portuguesas Soraia Silva y Carolina Martins completan un plantel en el que se estrena
como director Francisco Pla, más conocido por su faceta ciclocrosista pero al
que el mundo de las féminas y el de la carretera no le es ajeno, en una
escuadra que mantendrá su proyecto de formación en las categorías
inferiores, junior y cadete.
Buena pinta tiene también el DC Ride - Vektor Cycling Team, el nuevo proyecto de Héctor Rondán, que cuenta con una Ainara Elbusto que también debe dar un salto de calidad importante, con la solidez y experiencia de Belén López, con la ilusión de Cristina Pujol y de otras jóvenes ciclistas. Se dejarán ver... también en los velódromos.
Buena pinta tiene también el DC Ride - Vektor Cycling Team, el nuevo proyecto de Héctor Rondán, que cuenta con una Ainara Elbusto que también debe dar un salto de calidad importante, con la solidez y experiencia de Belén López, con la ilusión de Cristina Pujol y de otras jóvenes ciclistas. Se dejarán ver... también en los velódromos.
Dicho de otra forma: deseando que llegue la Setmana
Ciclista Valenciana -del 22 al 25 de febrero- que será el inicio de la
temporada femenina en España y en Europa.
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