A pesar de que la Aiztondo
Klasika está considerada como una prueba con muchas variantes tácticas, sin un
punto clave determinante para su desenlace, en los dos últimos años se ha
decidido -mejor dicho, se ha comenzado a decidir- en el primer descenso a
Alkiza. En 2017 cuando los favoritos no quisieron correr riesgos, se colocaban
en cabeza de pelotón y, sin comerlo ni beberlo, se producía la 'escapada
buena', aunque luego se terminara de romper la prueba en la Sidrería Sarasola
-no dentro, claro-. Y ese recuerdo estaba en la mente de muchos este domingo,
hasta tal punto que terminaría sucediendo algo muy similar.
En esta ocasión fue el Caja
Rural-Seguros RGA el equipo protagonista, metiendo tres ciclistas en ese corte
-entre ellos el pistard Xavi Cañellas en un ida y vuelta Don
Benito-Apeldoorn-Aiztondo realmente curioso-, a los que sumaría un cuarto desde
atrás, Carlos Cobos, que sería el mejor clasificado a la postre. Lizarte
también contó con idéntica representación, si bien su protagonismo final no fuese
tan importante, aunque hayan colocado al élite murciano Antonio Jesús Soto a
sólo dos puntos del 'teenager' ruso Savva Novikov, que está dispuesto a vender
caro su liderato en la Copa de España. Jesús Arozamena (Aldro Team) también se
mete en la pomada de la general, en un día que los cántabros cambiaron su papel
ofensivo del Circuito Guadiana por un trabajo de equipo intentando neutralizar,
sin éxito, la escapada que llegaba a Larraul.
Entre estos protagonistas no
hemos mencionado aún ni a Juan Pedro López (Polartec) ni a Eusebio Pascual (Mutua
de Levante), un élite de primer año, al que ya conocía del año anterior cuando
estuvo con la selección en la Vuelta a Madrid -algún día hablaremos de lo que
me costó vencer su aversión a los vídeos- y que se llevó ese horrible maillot
amarillo con topos rojos que reconocía a la extinta clasificación de la montaña.
Este año ha dado un paso más, dejando con la miel en los labios a los cajeros
en esta segunda cita de la Copa de España.
"Me quedé cortado en
Alkiza -nos cuenta Pascual-, pero con Juanpe fuimos a fuego y pudimos enlazar. Con
la mayoría de los Caja Rural y los Lizarte nos estaban cosiendo a palos con los
ataques alternativos de sus corredores, hasta que en la penúltima subida a
Aduna fui yo el que ataqué y nos quedamos cuatro, con un sólo corredor de estos
equipos. La situación ya era más favorable y aunque en Larraul atacó Sureda, le
dejé ir porque me veía fuerte. Lo peor es cuando enlazó Cobos a tres kilómetros
de meta, que era al que más temía porque venía más fresco, pero al final pude
controlar bien y cuando ataqué, ya nadie puedo seguirme"·
Un triunfo que confía en que
pueda valerle para buscar ese sueño de todos los 'amateurs', de dar el salto a
profesionales. "Este año me encuentro mejor y estoy viendo que puedo disputar
carreras. ¿La Copa? Aún queda mucho, pero vamos a intentarlo. Esta temporada es
el todo o el nada. Ya el año pasado pensé en dejarlo al no pasar, pero como voy
subiendo escalones, voy a seguir intentándolo".
Y no deja de ser curioso que
el triunfo de Pascual haya sido ya recogido ya en la versión francesa de la Wikipedia, donde tiene una completa entrada, aunque con su segundo apellido
Bonhome afrancesado en Bonhomme. "No lo sabía, no tengo ningún amigo francés".
Un artículo que recoge curiosamente en sus primeras líneas su segundo puesto en
la Ruta do Viño Albariño, precisamente detrás de Cobos. "Fuimos
compañeros ese primer año de sub23 y por ello le conozco bien. Somos buenos
amigos", aunque ayer resultaran irreconciliables enemigos hasta cruzar la
línea de meta.
La Copa de España vivirá el
próximo domingo 11 su tercera cita, el Trofeo Guerrita, en Alcantarilla
(Murcia).
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