domingo, 9 de septiembre de 2018

Ciclismo en Flandes (I): Jempi Monsere, tragedia y museo


Entrada al Museo Nacional del Ciclismo en Roeselare
La historia de Jean Pierre Monsere es una de las más trágicas de un deporte como el ciclismo, en el que junto a grandes gestas aparecen de vez en cuando estas situaciones. En el Mundial de 1970 en Leeds –el último disputado en tierras británicas, aunque el año que viene regresaremos a Yorkshire -, bajo unas terribles condiciones de viento se proclamaba campeón del mundo de carretera, por delante del danés Leif Mortensen y el italiano Felice Gimondi. Con 22 años y algo más de un mes se convertía en el ¡arco iris’ más joven de la historia, aunque en 1991 Lance Armstrong le superaba por unos pocos días.
Vitrina con el maillot arco iris
 y la medalla de oro de Monsere
Era su primera temporada completa como profesional, ya que había pasado el mes de septiembre anterior tras quedar segundo en el mundial amateur, precisamente detrás de Mortensen. Y en su primer mes como profesional se imponía ya en el Giro de Lombardía, aunque fuese por descalificación del ganador, por dopaje.
Ya corriendo con el arco iris, el estreno de Jempi en 1971 no pudo ser más afortunado, al adjudicarse dos etapas y la general de la Vuelta a Andalucía. Pero su racha –y su vida- no durarían mucho más: el 15 de marzo, cuando competía en el GP Rétie, era mortalmente atropellado por un conductor.
Ayer sábado habría cumplido 70 años y el aniversario no ha pasado desapercibida para sus vecinos de Roeselare, en el Flandes occidental –su nombre y apellido no deben hacernos caer en el error de que fuese valón-, que han aprovechado esta fecha para reinaugurar –después de cuatro años cerrado- el Koers, el Museo Nacional del Ciclismo, y en el que he tenido la suerte de acudir gracias a Turismo de Flandes y Bruselas. Sus tres plantas exponen algunos de los grandes recuerdos del ciclismo belga y mundial, en forma de bicicletas, maillots, carteles y mil y un objeto que hacen la delicia de cualquier aficionado, aunque personalmente me quedo con la segunda planta, con una increíble colección de libros, revistas y otras publicaciones a las que se puede acceder fácilmente, aunque es una pena –para mí claro- que la mayor parte estén en flamenco. Una razón más para visitar Flandes si te gusta el ciclismo.
Con el mítico Freddy Maertens, presente en el acto de inauguración 
Pude incluso hacerme una foto con Freddy Maertens, recordman de triunfos parciales en una Vuelta a España, con trece en la misma edición, también de esta región –igual que otros dos campeones del mundo como Benoni Beheyt o Patrick Sercu o el primer ganador belga del Tour, Odile Defraye-  y haber protagonizado una época irrepetible para el ciclismo belga.
La tragedia de Monsere no terminaba ahí: unos años más tarde, fallecía atropellado su hijo cuando también montaba en bicicleta con una réplica del maillot arco iris de su padre que le habían regalado por su primera comunión.

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