Uno de los lugares que más me interesó en mi reciente viaje a Nueva York fue la tienda de la NBA en la Quinta Avenida. Es cierto que pasé por delante casi de casualidad. Pero las dos horas en que estuvimos dentro me parecieron muy cortas. Y me sugirieron un buen número de posibilidades por explotar en otros deportes, incluso en el tan comercializado fútbol europeo. Por no hablar de mi querido ciclismo.

Pero lo que realmente te impresiona es encontrarte una mini cancha en la planta baja. Cuando asistimos, estaban grabando un programa de televisión, con una –para mí desconocida- estrella de la NBA y varias decenas de chavales. Pero ahí dentro cabe mucho más: Fiestas de cumpleaños, de aniversario, visitas de colegios, reuniones de empresa, ruedas de prensa, shows de televisión, concierto eventos promocionales… todo cabe en este recinto, que no podría ser definido como una tienda, como un museo o como una cancha deportiva. Es todo ello y mucho más que todo esto.
Si no puedes ir, por lo menos haz una visita virtual, aunque no te guste el baloncesto. Te lo recomiendo.
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