Posiblemente todos hayamos oído cientos de veces la historia del padre de Luis León Sánchez, y del no menos famoso Pedro León, el hermano futbolero, aunque para muchos la prioridad está invertida, cosas del deporte rey. Esa anécdota que nos decía el padre –también Pedro, y León, como todos en esa familia- comenzó a montar para recuperar la fuerza en su pierna izquierda cuando estaba destinado –era guardia civil- en el País Vasco, tras haber sufrido un atentado por parte de ETA. Y que esa afición y ese coraje se lo transmitió a sus hijos, entre ellos a Luisle.
La leyenda ha quedado desmentida y desmontada, al menos para mí, desconocedor de la verdad hasta hoy, cuando he leído la verdadera historia en Otraspelotas, donde nos cuentan que no fue ni un atentado, ni siquiera una acción de ETA. Y es que una mentira repetida mil veces pasa a ser una verdad. O aquella máxima que aprendimos en la facultad: No dejes que la verdad te estropee una bonita historia.
"Éramos una patrulla de nueve guardias con un cabo. Nos habían mandado a cubrir el paso de un alto cargo por la autovía Bilbao-Irún a la altura del peaje de Zarauz (Guipúzcoa). Tomamos el paso y yo protegía uno de los carriles. Un coche venía de frente y no deceleraba. Me embistió y pude echarme al suelo, pero me destrozó la pierna", rememora Pedro León. El peligroso pistolero que atentó contra él era un conductor epiléptico que sufrió un ataque justo al acercarse al peaje y se estrelló cientos de metros después.
No deja de ser curioso que el afectado no haya desmentido jamás la historia “porque no me lo preguntó nadie”, aunque en la web oficiosa del Getafe, sí lo corrobora su hijo futbolista. Pero más extraño aún es que en http://www.luisleonsanchez.net/, la página oficial del ciclista murciano, aparezca la falsa historia tal cual siempre nos la hemos creído.
¡Y luego dicen que los ciclistas somos unos mentirosos!
La leyenda ha quedado desmentida y desmontada, al menos para mí, desconocedor de la verdad hasta hoy, cuando he leído la verdadera historia en Otraspelotas, donde nos cuentan que no fue ni un atentado, ni siquiera una acción de ETA. Y es que una mentira repetida mil veces pasa a ser una verdad. O aquella máxima que aprendimos en la facultad: No dejes que la verdad te estropee una bonita historia.
"Éramos una patrulla de nueve guardias con un cabo. Nos habían mandado a cubrir el paso de un alto cargo por la autovía Bilbao-Irún a la altura del peaje de Zarauz (Guipúzcoa). Tomamos el paso y yo protegía uno de los carriles. Un coche venía de frente y no deceleraba. Me embistió y pude echarme al suelo, pero me destrozó la pierna", rememora Pedro León. El peligroso pistolero que atentó contra él era un conductor epiléptico que sufrió un ataque justo al acercarse al peaje y se estrelló cientos de metros después.
No deja de ser curioso que el afectado no haya desmentido jamás la historia “porque no me lo preguntó nadie”, aunque en la web oficiosa del Getafe, sí lo corrobora su hijo futbolista. Pero más extraño aún es que en http://www.luisleonsanchez.net/, la página oficial del ciclista murciano, aparezca la falsa historia tal cual siempre nos la hemos creído.
¡Y luego dicen que los ciclistas somos unos mentirosos!
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