Con 700.000 habitantes, Louisville se encuentra entre las veinte ciudades más grandes de Estados Unidos y es la mayor del estado de Kentucky, en la zona centroeste del país. Denominada así en honor el Rey Luis XVI de Francia, cuando se fundó a finales del siglo XVIII, su principal referencia deportiva es el Derby de Kentucky, una popular carrera de caballos. Sin embargo, en enero 2013 tendrá un nuevo motivo de orgullo se convertirá en la primera sede extra europea, en sesenta años, de un Campeonato del Mundo de ciclocross.
La decisión ha sido tomada hoy por la UCI en la reunión de su Comité Directivo, aunque ya era un secreto a voces que el Mundial de ciclocross iba a cruzar el charco, confirmando la acertada línea de globalización de este deporte que pretende el máximo organismo ciclista mundial.
Y a pesar de que a los ciclistas siempre les da un poco de respeto este tipo de viajes transoceánicos, algunos han acogido la idea con entusiasmo. Por ejemplo Sven Nijs que seguramente pospondrá su retirada unos meses –decía que se iba tras los Juegos Olímpicos de Londres- para afrontar este último Mundial.
En todo caso, nadie puede pensar en esta cita como una aventura exótica ya que Louisville organiza una de las más prestigiosas pruebas del ciclocross mundial, en un magnífico escenario, el Parque Eva Bandman, muy cerca del centro de la ciudad. Y no olvidemos tampoco el potencial de los anfitriones con dos recientes medallistas como Jonathan Page o Katherine Compton. Y tras el hielo de Tábor, el previsible frío de Sankt Wendel y las dunas de Koksijde, Louisville cerrará un ciclo. ¡Qué lástima de un Mundial en Cuba!, como tantas veces se dice.
El único ‘pero’ de esta decisión es que Louisville también tendrá que organizar el Mundial para masters en 2012 y 2013. La aventura anual para tantos veteranos de ir a Mol (Bérlgica) se terminará y mucho me temo que no serán demasiados los que tengan los medios económicos para volar hasta Kentucky.
Fotografía de Chris Watson bajo la licencia Creative Commons Genérica de Atribución 2.0.
La decisión ha sido tomada hoy por la UCI en la reunión de su Comité Directivo, aunque ya era un secreto a voces que el Mundial de ciclocross iba a cruzar el charco, confirmando la acertada línea de globalización de este deporte que pretende el máximo organismo ciclista mundial.
Y a pesar de que a los ciclistas siempre les da un poco de respeto este tipo de viajes transoceánicos, algunos han acogido la idea con entusiasmo. Por ejemplo Sven Nijs que seguramente pospondrá su retirada unos meses –decía que se iba tras los Juegos Olímpicos de Londres- para afrontar este último Mundial.
En todo caso, nadie puede pensar en esta cita como una aventura exótica ya que Louisville organiza una de las más prestigiosas pruebas del ciclocross mundial, en un magnífico escenario, el Parque Eva Bandman, muy cerca del centro de la ciudad. Y no olvidemos tampoco el potencial de los anfitriones con dos recientes medallistas como Jonathan Page o Katherine Compton. Y tras el hielo de Tábor, el previsible frío de Sankt Wendel y las dunas de Koksijde, Louisville cerrará un ciclo. ¡Qué lástima de un Mundial en Cuba!, como tantas veces se dice.
El único ‘pero’ de esta decisión es que Louisville también tendrá que organizar el Mundial para masters en 2012 y 2013. La aventura anual para tantos veteranos de ir a Mol (Bérlgica) se terminará y mucho me temo que no serán demasiados los que tengan los medios económicos para volar hasta Kentucky.
Fotografía de Chris Watson bajo la licencia Creative Commons Genérica de Atribución 2.0.
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