Mientras que numerosos medios informativos se están haciendo eco estos días de lo que puede ser la reforma del UCI Pro Tour para 2011 desde un punto de vista demasiado ilusionante desde mi punto de vista, hoy nos llegaba una noticia mucho realista y por ende, pesimista: el organizador de la Subida a Urkiola suspende la prueba en 2010 “debido a los recortes en los patrocinios, la caída de alguno de ellos, y la imposibilidad de encontrar nuevos”. Una decisión que confirma lo que era un secreto a voces en el pelotón profesional. Pero lo verdaderamente grave es que no es una decisión coyuntural sino que parece definitiva: la carrera tampoco aparece en la preinscripción de pruebas del calendario UCI 2011, lo que supone su definitiva desaparición.
La SC Duranguesa sigue así el camino de otros muchos organizadores de carreras nacionales –demasiadas o excesivas sería un calificativo más preciso-, que han decidido tirar la toalla no sólo por la situación económica, sino al darse cuenta de la triste realidad del uso interesado que algunos gestores hacen de esta situación para afrontar reformas más o menos caprichosas, pero que en este caso afectan al ciclismo de una forma bastante más grave de la que se podría pensar. Porque por mucha internacionalización –algo positivo, sin duda- que haya, un equipo español con patrocinador español querrá competir y venderse principalmente en España. Y si no hay carreras, no habrá equipos; otra cosa son los Pro Tour con vocación universal, ¿pero tenemos de esos?
Luis Puig, Comunidad Valenciana, Setmana Catalana, Aragón, La Rioja –como carrera por etapas-, Alcobendas, Bicicleta Vasca, Guadarrama… son ya historia de este deporte. Y otras como Asturias, seriamente tocadas. Y si la vida es renovación, lo podríamos entender. Pero lo malo es que no ha entrado ni una sola prueba nueva en el calendario profesional español en los últimos años, excepción de la Vuelta a Madrid, que no es ni la sombra de lo que quería ser.
Y lo que es peor, no se ve a nadie con ganas, salvo al voluntarioso amigo que lucha con denuedo por resucitar la Vuelta a la Comunidad Valenciana. Antes, muchos organizadores de pruebas amateur soñaban con la “promoción” de sus carreras al profesionalismo tras un rodaje más o menos largo. Ahora el ‘Virgencita, que me quede como estoy’ parece lo máximo a que en este mundo ciclista se puede aspirar. ¡Que pena!
La verdad que me ha apenado mucho la noticia, y como bien dices, aun no se ve luz al final de este tunel, es mas, parece que se estrecha.
ResponderEliminarPro Tour, televisiones, dopaje (gran influencia de los medios en esto, el ciclismo no esta tan lejos de otros deportes en este asunto como se pinta, es mas, quiero creer que se cazan por que se les aprieta, en otros tienen muchas mas opciones de andar "a sus anchas")....y pasa con carreras, con equipos, con cantidad de chavales (tambien influido por lo de la cultura del esfuerzo, mas bien del no-esfuerzo).
Tambien influido por falta de relevo en temas organizativos (la edad media de la gente que se involucra no es precisamente baja, y hay carreras que han desaparecido no por temas economicos, si no por falta de relevo, como le paso a la Txuma).
Esto cada vez se esta convirtiendo en un coto de unos pocos y poderosos, y dejando de ser el deporte popular que ha sido siempre.
Y lo peor de todo y creo que el peor sintoma....no se ve union en casi ningun sentido entre los diferentes implicados, ni los aficionados podemos hacer nada para intentar algo
Eso que dices, Mikel, es verdad. Hay carreras con unos elencos que dan miedo de que la palmen de muerte natural. La gente joven prefiere organizar marchas cicloturistas y mountain bike.
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