A pesar de que el vigente campeón del mundo élite es español; a pesar de que nuestro país tenga –junto con Suiza- el mejor grupo de corredores de la máxima categoría a nivel mundial, con esos seis magníficos que son Hermida, Coloma, Mantecón, Ruzafa, Lejarreta e Iván Alvarez, se echaba en falta la presencia de jóvenes que vinieran pegando fuerte, sobre todo a nivel internacional, como hicieron los propios Coloma y Lejarreta, por ejemplo, a finales de los noventa y principios de siglo.
Afortunadamente –por lo visto en la presente temporada y en especial en estas dos últimas semanas- hay un gallego de nombre Pablo y de apellidos Rodríguez Guede que está llenándonos de ilusión a todos los aficionados al BTT: hace diez días conseguía ese siempre agridulce cuarto puesto en el Campeonato de Europa y ayer, en la Copa del Mundo de Nove Mesto na Morave, lograba subir al podio de una gran competición internacional por primera vez, quedando a apenas 14 segundos de la ‘plata’ que obtuvo el vigente campeón continental, el belga Jens Schuermans.
Afortunadamente –por lo visto en la presente temporada y en especial en estas dos últimas semanas- hay un gallego de nombre Pablo y de apellidos Rodríguez Guede que está llenándonos de ilusión a todos los aficionados al BTT: hace diez días conseguía ese siempre agridulce cuarto puesto en el Campeonato de Europa y ayer, en la Copa del Mundo de Nove Mesto na Morave, lograba subir al podio de una gran competición internacional por primera vez, quedando a apenas 14 segundos de la ‘plata’ que obtuvo el vigente campeón continental, el belga Jens Schuermans.
Pablo, que también practica el ciclocross con la misma ilusionante progresión –es el actual campeón de España y ha completado notables actuaciones en Copa del Mundo- ha aprendido tanto de los éxitos como de los fracasos: por ejemplo, este año en Becerril de la Sierra no pudo ratificar su condición de gran favorito por culpa de un problema mecánico, lo que sin duda le ha servido de espoleta para echarle más ganas, si cabe, en la segunda parte de su campaña internacional que culminará –esperemos que con un gran resultado en el Mundial de Champery, dentro de apenas tres semanas.
Pese a sus indudables méritos, no nos olvidemos que el gallego aún es junior y que le quedan muchos años de aprendizaje –por lo menos los cuatro de la categoría sub23 y algunos más en élite-, por lo que debe olvidarse de toda presión, la mejor manera de que los éxitos lleguen a corto plazo. Por cierto, Pablo Rodríguez corre con los colores del Club Ciclista Maceda-Escola de Ciclismo José Antonio Hermida, ¿casualidad?
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