La Vuelta llega a Galicia sin apenas gallegos

Durante las pasadas semanas, algunas personas y clubes de Galicia me han enviado mensajes –y supongo que a mucha gente más- llamando a un boicot de la Vuelta a España a su paso por esta región, justificándolo por la situación de ‘impasse’ de Ezequiel Mosquera. Afortunadamente no ha tenido demasiada trascendencia, pero hoy –en la primera de las tres jornadas gallegas de esta edición- sabremos si este llamamiento trae alguna consecuencia negativa. Personalmente me parecería una pena que una Comunidad como ésta que, a causa de su ubicación periférica, ve la ronda española con muy poca asiduidad –solamente 2006 y 2007 en lo que va de siglo- desaprovechase este espectáculo en una Vuelta que está resultando mucho más interesante y emocionante de lo que nadie esperaba.

Sin embargo, no es mal momento para reflexionar sobre la situación actual del ciclismo gallego. Durante los últimos cuatro años Galicia sí ha estado presente en la ronda española, pero de otra manera: con un equipo participante, y con un protagonismo destacado en algunas de sus ediciones, especialmente en la del año pasado… aunque su epílogo no fuera nada feliz. La estructura gallega no sólo se desmoronaba sino que la mayor parte de los ciclistas de este equipo profesional se quedaban en el paro, y, en algún caso, truncando la trayectoria de unos profesionales dignos o una prometedora carrera. Es más: por primera vez en muchos años solamente hay un solo ciclista gallego en este 2011 entre los 198 participantes de la ronda: David Blanco.

Xacobeo-Galicia se extinguió de una forma muy triste, marcado por un gran escándalo, aunque la verdadera razón de su adiós fue la combinación de un escaso deseo político y de un nulo interés económico. Una razón de más para pensar que cualquier proyecto deportivo no debe depender exclusivamente de las veleidades de los gobernantes de turno, sino también de una esponsorización trabajada y justificada. Algo difícil, que se había olvidado ante la facilidad con que se conseguía dinero público, pero que va a ser bastante más complicado en los próximos años.

En todo caso, me gustaría que ese Equipo Galego Sempre que ha surgió como un fogonazo entre los rescoldos del viejo Xacobeo aprenda de los errores, cobre fuerza, se deje ver estos días, y permita que Galicia siga siendo ciclista, aunque la Vuelta la siga visitando sólo de vez en cuando (insisto, por razones geográficas perfectamente comprensibles).