Como todos los años, las primeras pruebas de la campaña suelen ser una fuente de sorpresas al conocerse de forma más o menos masiva una serie de normas que ya estaban aprobadas, pero que no tenían ese conocimiento público que deberían tener. Puede ser porque la UCI no las difunde lo suficiente o simplemente porque los interesados –equipos y sobre todo corredores- no se preocupan por aprenderlas.
Ayer, en la reunión de directores previa al inminente inicio de la Vuelta a Mallorca, el responsable del control médico informó de las nuevas normas relativas a la comunicación a los corredores sobre si deben acudir al control posterior a la carrera.
Básicamente, una vez cruzada la línea de meta –unos 200 metros después-, el corredor debe permanecer por espacio de diez minutos –eso dice el artículo 179 del reglamento- en esa zona donde se le comunicará –bien el propio comisario, bien el ‘chaperon’ correspondiente- si debe presentarse o no al control. Una comunicación que se puede delegar ante el correspondiente auxiliar del equipo, pero que no se realizará en ningún caso hasta que no haya terminado la prueba.
Sin embargo, la ausencia de comunicación no basta: si no se ha producido, no es excusa para comprobar si realmente le corresponde a un corredor determinado presentarse a dicho control. Ayer se dejó bien claro que es responsabilidad del corredor informarse, no del comisario informarle. Más claro, agua.
Pero hay otra más: un corredor que abandone puede tener que pasar el control como ya sucedía y por lo tanto deberá presentarse en dicho local en el que se realiza el control con el fin de informarse personalmente. Se acabó pues, lo de abandonar a media etapa, llamar al auxiliar para comprobar e irse hacia el hotel.
Una vez más lo único que me viene a la cabeza es que el ciclismo es diferente. Casi siempre para bien, pero otras veces para mal.
Mas basura, mas locura, mas asco. A ningún buen aficionado le interesa otra cosa que si mañana se lleva a cabo o NO la ejecución alevosa de Alberto Contador, si fuera de Luxembourg, inglés, francés o americano igual no le sancionaban ni le perseguían... aunque diese positivo a lo que fuera, o aunque hubiera factura. Credibilidad =0 FORZA CONTADOR!!
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