Aunque un total de ocho países se han llevado uno o varios
‘arco iris’ de Melbourne sin pasar por los puestos de merchandising del
velódromo, el Mundial de pista finalizado ayer ha demostrado la igualdad
existente entre británicos y australianos –seis títulos cada uno- y ha supuesto
un golpe de timón de los europeos tras el claro dominio de los ‘aussies’ el año
pasado en Appeldorn. Sinceramente creía que los locales iban a asustar de cara
a los Juegos Olímpicos, aunque fuera solo una treta psicológica. Y ha sido, al
revés, ya que los británicos son quienes han salido más reforzados en todos los
sentidos.
Y es que si analizamos solo las diez competiciones que
habrá en agosto en Londres, el balance es muy claro para los británicos, con
cinco títulos, frente a los tres australianos y los dos restantes, para
franceses y alemanes. Todo ello con la salvedad de que la velocidad por equipos
masculina estuvo marcada por la descalificación de dos potentes selecciones
como Alemania –campeona saliente- y Gran Bretaña –aunque no termina de rematar
su trío- y con Australia ganando por una sola décima a los galos que, para mi,
son más fuertes en nueve de cada diez enfrentamientos.
Centrándonos el análisis en esas nueve pruebas olímpicas
restantes, vemos que el golpe psicológico más fuerte de Gran Bretaña fue el
dado en la persecución por equipos, donde no sólo ganaron, sino que batieron el
record del mundo (3-53-295), en una guerra que ya lleva muchísimas batallas. Y
eso que alinearon cinco corredores distintos: Ed Clancy, Andrew Tennant, Peter
Kennaugh, Gerraint Thomas y Steven Burke, con Ben Swift, otro posible
integrante, relegado a las pruebas no olímpicas, pero en la recámara, donde
incluso podría estar Bradley Wiggins en Londres, aunque sólo “por si las
moscas”. Su equipo me ha impresionado, con dos corredores incluso capaces de
marcar 1-01 en el kilómetro, en una nueva forma de entender esta disciplina.
Sinceramente yo creía más en que la suma de talentos individuales australianos
–Michael Hepburn, Jack Bobridge y Rohan Dennis, los tres más rápidos en la
clasificatoria de la persecución- iba a pesar más en un equipo que completó
Glenn O’Shea en detrimento del prometedor joven Alex Edmondson y del ya rutero
autodescartado Luke Durbridge. Y en féminas, nada que objetar al poderío del
trío femenino, también con posibilidad de elección y con record del mundo.
Otra plusmarca mundial que cayó en el Hisense Arena fue el
de la velocidad por equipos femenina. Pero no con Australia –con una plata que
las sentó peor que una copa de cazalla-, ni con Gran Bretaña –que se quedó
fuera del podio, preocupada- sino del sorprendente dúo alemán, con el que habrá
que contar muy en serio para Londres. Victoria Pendelton, por lo menos, se
llevó la prueba reina, mientras que Anna Meares se desquitó con el keirin y con
los no olímpicos 500 metros. En todo caso, en estas disciplinas ‘cortas’ está
todo muy abierto.
Baugé y Hoy,
intocables
En hombres, en cambio, me sorprendería todo lo que no
fuera el oro olímpico de velocidad para Gregory Baugé, que se tomó la justa
revancha por la descalificación mundialista por aquel asunto de las
‘notificaciones’ ante el único que aún le tose de vez en cuando, Jason Kenny.
Sir Chris Hoy, me temo, no está para hacerlos frente aunque es capaz de
genialidades –fuerza, cabeza y coj…- como la que mostró para ganar el keirin,
en el mejor momento sin duda de todo el Mundial. Shane Perkins, con todo mi
respecto y pese a que ganara en Appeldoorn, está un paso por debajo en estas dos
pruebas.
Y terminamos con el omnium, prueba en la que me ha
sorprendido la chistera que tienen los australianos que tuvieron las narices
para descartar al vigente campeón mundial, Michael Freiberg, para sustituirle
por otro que mostró una mayor solidez, el citado O’Shea. Clancy, que
curiosamente fue el mejor en las pruebas cortas, que no son las suyas, no
despejó las dudas británicas, al no subir al podio. Pero que ninguno de ellos
se confíe, ya que en Australia faltó el mejor de la temporada, el colombiano
Juan Esteban Arango.
En cambio la menuda Laura Trott sí parece una garantía
para las huestes británicas pese a que su máxima rival fuese –no podía ser
otra-, una australiana, Annette Edmondson, y que haya una jauría de candidatas
que se han quedado muy hambrientas tras Melbourne, comenzando por Sarah Hammer
y finalizando por Leire Olaberría.
Falta algo menos de cuatro meses para la cita, pero desde
Melbourne ya se puede divisar el skyline londinense.
Poco o nada más que añadir, Luís. Si acaso, añadir algún protagonista más a la lista en las pruebas individuales de velocidad: como Levy, Sireau, Bourgein... o Panarina y Guo entre las chicas.
ResponderEliminarGracias por invitarme a comentar.
Carmelo
No nos olvidemos que los JJOO son en verano y eso beneficia a los paises del este, ya que, aparte de las naciones que emigran a nuestro país, las condiciones para entrenar son las mejores.
ResponderEliminarCreo que la velocidad por equipos femenina estará reñida, Ukrania con el buen tiempo (como han demostrado al inicio de temporada) puede rendir a gran nivel, las chinas estan demostrando que estan creciendo y si Australia mejora su segunda vuelta en 2-3 decimas será la máxima favorita en llevarse el oro.
Para las individuales Meares, como super fan que soy, es mi gran favorita, pero no me olvido de Pendleton, la que creo que los Juegos han sido su apuesta des de el principio, esta temporada solo corrio el Europeo y no volvio ha aparecer hasta Londres. Krupeckaite despues del bajon del año pasado a vuelto y también habrá que tenerla en cuenta junto a Shulika, Guo, Sanchez, Vogel, Panarina (ausente en Melbourne) entre otras.
Alba
La lastima es que en tu crónica no se hable de los españoles, aunque han demostrado que estén tan lejos y tan cerca de los de arriba , quedan 4 meses para Londres , a ver que pasa!
ResponderEliminar