Hace unos días leía que Valencia acogerá esta Semana Santa
–entre el sábado 7 y el lunes 9- la II Concentración de Ciclistas Reclinados de
España. En principio me pareció una noticia interesante para profundizar en
ella, creyendo que este tipo de aparatos -recumbent
bicycle, en inglés o veló-couché, en francés- eran una moda de los últimos
años, aunque plenamente justificada y amparada en su posición más cómoda de
pedaleo.
Mi sorpresa fue encontrar que estos artefactos nacieron, al igual que las bicicletas convencionales, a finales del siglo XIX y fueron tan populares como ellas a comienzos del XX, aunque su progresión deportiva fue cortada de raíz por una decisión de la UCI en febrero de 1934, al definir las medidas de las bicicletas amparándose en las convencionales. Esta historia nos permite conocer los detalles de aquella decisión.
Las
‘reclinadas’ evolucionaron hacia prototipos carenados, para luego decaer en su
uso, aunque han sido recuperadas en los últimos años, eso sí, desprovistas del
matiz deportivo, ya que las competiciones no terminan, incomprensiblemente, de
cuajar.
Junto a
los modelos clásicos, se han popularizado los llamados trikes, o triciclos,
cuya doble rueda puede hallarse tanto delante como detrás, y con las que se ha
ganado en estabilidad. Los detractores de las ‘recumbentes’ –castellanización
bastante común en Hispanoamérica a partir de la denominación inglesa-
argumentan que, al ser más bajas, son más peligrosas, especialmente en su uso
urbano; los defensores contraatacan diciendo que, efectivamente, se deben
extremar las medidas de seguridad, especialmente las de visibilidad –muchas de
ellas llevan banderines rojos elevados- pero que tienen un mejor comportamiento
en la transmisión de la fuerza a la pedalada, en la frenada o en las curvas.
Obviamente manejar una reclinada no tiene que ver nada con una convencional ya
que la utilización muscular es radicalmente distinta y exige un reentrenamiento.
Por otro lado, el precio es otro factor disuasivo, aunque supongo que será por
su menor producción. Aquí tenéis más información al respecto.
Como decía, las competiciones entre ciclistas reclinados no terminan de arrancar, aunque sí hay una importante tradición de records con estas bicicletas, principalmente en velódromos, aunque fuera de la reglamentación UCI, claro está. En la página de la IHPVA –la Asociación Internacional de Vehículos de Propulsión Humana- podemos encontrar bastante información al respecto.
De momento, para aquellos que puedan o quieran interesarse más por estas ‘otras’ bicicletas, la cita obligada es Valencia.
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