Con el anuncio de la selección élite esta mañana a cargo
de José Luis De Santos, y a falta de determinar únicamente los tres juniors que
competirán en línea –el sábado, tras la Premundial de Beasain-, ya conocemos la
expedición española al Mundial de Limburgo, que estará formada por 22 ó 23
ciclistas –dependiendo si el juvenil Oscar González dobla en la prueba en
línea-, entre ellos siete mujeres.
En un país en que cada español es un seleccionador, ha
sido relativamente bien acogido el ‘nueve’ pro anunciado hoy. Tan sólo algunos
reparos a la presencia de ‘Samu’, dado su estado físico, y una preocupación por
el exceso de gallos, de la que no saldremos de dudas hasta el mismo 23-S: más
que de consignas previas, depende de ellos mismos, de su actitud en carrera, su
consideración como equipo o como una suma de individualidades digna de la
Italia de los peores tiempos. Lo más positivo es que, a día de hoy, es una
selección que interesa, que ilusiona, pero sobre todo que engancha y ojalá esto
se traduzca en el seguimiento de este evento.
También se ha escrito algo de la presencia de sólo un
sub23 en la prueba en línea. Y aunque he leído algunos apuntes interesantes, no
se ha profundizado en las causas de esta disminución –desde los cinco
corredores hubo en Copenhague-, que se debe a dos razones fundamentales: falta
de pruebas 2.2. en España que den los puntos necesarios y escasa presencia de
nuestros sub23 en competiciones en el extranjero. Y en este caso no se trata de
ir con la selección, sino de competir con sus equipos (aficionados o
continentales) o mismamente de militar en formaciones extranjeras, algo cada
vez más necesario para nuestros corredores, desde un punto de vista profesional
y personal.
La suspensión de la Vuelta a Madrid –que se unía a las de
otras rondas internacionales como el Cinturón o el Circuito Montañés- ha sido
fundamental, ya que fueron los puntos logrados en esta ronda los que nos
permitieron alcanzar la máxima presencia en el anterior Mundial. Y un detalle
para terminar: la semana pasada, saliendo de Ámsterdam, vi un cartel de
carretera que señalaba las distancias a Bruselas, París y Londres, todas ellas
–lo mismo que Alemania- a escasos 500 kilómetros, como mucho. ¿Qué señalización
se ve desde Madrid? España y más España. Nos cuesta salir no sólo
psicológicamente sino físicamente.
De lo que menos se ha hablado ha sido de las féminas. Ni
de las élites, con una Anna Sanchis supermotivada que quiere ‘liarla’ en
Valkemburg, incluso compitiendo en la crono, ni mucho menos de las juniors, con
un cuarteto de muchos quilates, al que dedicaré un post más amplio porque
realmente esta generación –la más completa de la historia- se lo merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario