Del 27 julio al 3 de agosto la Vuelta a Polonia
será un banco de pruebas para la Unión Ciclista Internacional, y ojalá un escaparate
para el ciclismo mundial, en un intento -¿tímido, insuficiente, decidido, de
cara a la galería…?- de cambiar el ciclismo profesional.
Poco ha trascendido sobre el experimento polaco aparte
del comunicado de la UCI, que se puede sintetizar en dos medidas: una
clasificación intermedia que se traducirá en bonificaciones y la reducción del
número de corredores por equipo.
‘Race appeal’ o ‘attactivité’ es el nombre que se
le ha dado a esta clasificación, que recogería los puntos logrados por los
corredores en distintos sprints especiales y pasos de montaña de cada etapa
-¿todos, parte?-, y que se traduciría en bonificaciones de cara a la general.
Si con ello se pretende que haya mayor movimiento en carrera por parte de los
‘gallos’ en esos momentos a priori intrascendentes, se habrá conseguido el
objetivo, aunque los recorridos también tendrán que cambiar, ya que se puede
lograr el efecto contrario indeseado: más bloqueo hasta el final.
Más interesante parece la segunda medida, con
equipos de seis corredores para la carrera sea más difícil de controlar, y más
después de haber visto la interesantísima prueba en línea de los Juegos
Olímpicos, con sólo cinco ciclistas por nación. Muchos directores se han
mostrado siempre contrarios a estas reducciones, argumentando que el ciclismo
es un deporte de equipo y que sería muy peligrosa en las grandes vueltas, sobre
todo si se pierde algún corredor muy pronto por caída, lesión, enfermedad… ¿Y si se permitieran las sustituciones
justificadas la primera semana, por ejemplo? En este caso nadie se vería
perjudicado cuantitativamente –que no, cualitativamente, pero en eso sólo
influye la suerte- y se podrían ver principalmente los efectos positivos.
Pero volviendo a Polonia, la reducción debe traer
también una mayor combatividad… si los directores quieren. Algunos querrán, por
supuesto, pero otros pueden ser bastante más remisos para defender su postura de cara a otras citas. Y como antes decía, se
puede lograr el efecto contrario indeseado.
PD: Eso si, experimientos como el inicio dolomítico-italiano sobran.
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