No he podido encontrar cuál fue el día exacto,
durante el mes septiembre de 1996. El lugar, Cairns, una de las ‘capitales’
turísticas de Queensland, Australia, por su clima tropical y por su cercanía a
la Gran Barrera de Coral. Y en aquel año, la capital mundial del entonces
naciente BTT. El protagonista, claro está, un entonces jovencísimo y
desconocido José Antonio Hermida Ramos, que lograba el ‘arco iris’ junior, el
primer título de la historia del mountain bike español.
“Fue como ganar la lotería para mí, aunque no
fuese fácil, ya que hubo mucho esfuerzo detrás”, comentaba el de Puigcerdá.
Incluso algo de suerte, ya que el francés Michael Reynaud se equivocaba al esprintar en una pancarta antes
de la de meta, aunque quien sabe que hubiera sucedido en caso contrario, ya que
Hermida siempre ha sido capaz de lo mejor en los grandes momentos.
Dieciocho años después, con 35 primaveras en el DNI,
Hermida ha vuelto a Cairns, sede este fin de semana de abril de la segunda
manga de la Copa del Mundo. Y ha terminado en quinta posición demostrando que
eso de la edad es algo secundario. Y en esto del BTT, un quinto puesto también
es podio, que no se nos olvide.
Durante estos días, Hermida ha tenido “muchos recuerdos,
ya que era mi primera competición a este nivel, mi primera participación con la
selección. Incluso la primera vez que volaba en avión. Todo era nuevo para mí y
en estos días me he acordado de muchas cosas. Pero quizá la más curiosa es que
estaba bañándome en la piscina del hotel tres horas antes de comenzar.
Imáginate cómo estaba de nervioso…”
Las comparaciones, lógicamente, son difíciles. “Estamos
hablando de casi veinte años. Aquel circuito era mucho más selvático; ahora es
más artificial porque también ha llegado el ‘boom’ del ladrillo. Pero a pesar
de que es un circuito de nueva construcción, tiene un estilo muy retro, muy
natural, que mantiene la esencia y
filosofía del cross country. Y sobre todo, es bastante más corto que el de 1996, ya que en aquel
entonces eran competiciones más largas”.
Tampoco son muchos los que, como Hermida, vivieron aquel
Mundial de 1996 y esta Copa del Mundo de 2014. “Creo que corriendo solamente
Peat y yo, aunque hay muchos que están en el paddock, como mánagers de equipos,
entrenadores, en el personal de organziación. También el diseñador de aquel
circuito y el de este es el mismo”. Incluso en aquel Campeonato hubo un bronce
sub23 que no necesita presentación, aunque ahora esté vinculado a otra
disciplina, un tal Cadel Evans, también de rabiosa actualidad estos días.
Un recorrido que a Hermida le ha gustado,
independientemente del buen resultado logrado. “La verdad es que es un circuito muy bien diseñado
y muy actual”. Un recorrido que se ha estrenado este año, pero que tendrá su
punto culminante en el Mundial de 2017, que se celebrará en esta localidad
australiana. “Creo que es muy buena decisión por parte de la UCI y más el
hecho de saber que se celebrarán las copas el mundo hasta ese 2017. De esta
manera siempre podrán hacer tests y modificaciones para tenerlo todo perfecto dentro
de tres años”.
Y evidentemente, la cuestión surge por si sola. ¿Estará
Hermida en ese Campeonato, aunque tenga 39 años? “Es un poco pronto para
pensarlo y ahora prefiero ir poco a poco aunque el tiempo pasa rápido. Solo hay
que ver que mi currículo comenzó a escribirse en 1996…”
Se admiten apuestas, pero sinceramente no me extrañaría
que aguantase –como poco- hasta ese Cairns 2017.
PD: Tampoco
he podido encontrar una foto de aquel Mundial. Las que acompañan este post
corresponden a Sierra Nevada 2000, donde logró su tercer y cuarto arcoiris de
su carrera, aún como sub23, y a la mencionada Copa del Mundo de Cairns.
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