Coincidiendo con la llegada a París del Tour de Francia,
nada mejor que hablar de la casi segura elección de la capital francesa –mejor
dicho, de su localidad periférica de Saint Quentin des Yvelines- como sede del
próximo Mundial de pista 2015. A estas alturas, no se puede hablar de sorpresa…
pese a que el pasado invierno todo hacía pensar que México sería quien
organizase el evento.
La Federación Mexicana le echó una mano muy grande a la
UCI al salvar la vigente temporada ciclista, tanto en la pista convencional,
organizando la tercera manga de la Copa del Mundo en Guadalajara –después de
haber celebrado la primera en Aguascalientes-, como la de ciclismo adaptado,
acogiendo el Mundial en el velódromo hidrocálido. Parecía seguro que la contrapartida no sería otra que ese soñado Mundial en 2015.
Tanto es así que el presidente de la FMC, Edgardo Hernández, anunciaba a principios de marzo, oficiosa y unilateralmente, la concesión, lo que no le gustó nada a la UCI, que en un comunicado oficial un
día más tarde precisaba que el Comité Directivo no había tomado ninguna
decisión al respecto. Primer aviso.
El segundo llegó el pasado mes de mayo, cuando la UEC
oficializaba que el Europeo élite se haría en territorio francés. Pero no en la
‘banlieue’ parisina… sino en los territorios antillanos de ultramar, en
Guadalupe. Si Francia renunciaba a presentar en sociedad su velódromo olímpico
era porque tenía algo mejor que ofrecer.
El Comité Directivo celebrado el pasado mes de junio no decidió nada al respecto de la sede mundialista, lo cual también puede entenderse como un tercer augurio negativo respecto a las opciones mexicanas, en parte también porque dos Mundiales consecutivos en América no parecen tampoco del agrado de las naciones europeas. La decisión queda en el aire, al parecer para la próxima reunión de este organismo, que tendrá lugar en septiembre durante el Mundial de Ponferrada, aunque, si no es ya en 2015 bien Guadalajara, bien Aguascalientes –las dos alternativas que se proponían para el evento- tendrían que esperar al 2017 como poco, ya que el del año olímpico está adjudicado para Londres. Y el hecho de que aún no se conozcan tampoco las sedes de la Copa del Mundo, o que Australia también esté en la lista de espera mundialista, contribuye más a enredar el asunto.
El Comité Directivo celebrado el pasado mes de junio no decidió nada al respecto de la sede mundialista, lo cual también puede entenderse como un tercer augurio negativo respecto a las opciones mexicanas, en parte también porque dos Mundiales consecutivos en América no parecen tampoco del agrado de las naciones europeas. La decisión queda en el aire, al parecer para la próxima reunión de este organismo, que tendrá lugar en septiembre durante el Mundial de Ponferrada, aunque, si no es ya en 2015 bien Guadalajara, bien Aguascalientes –las dos alternativas que se proponían para el evento- tendrían que esperar al 2017 como poco, ya que el del año olímpico está adjudicado para Londres. Y el hecho de que aún no se conozcan tampoco las sedes de la Copa del Mundo, o que Australia también esté en la lista de espera mundialista, contribuye más a enredar el asunto.
De esta forma, todo parece indicar que el magnífico recinto de Saint Quentin des Yvelines será el escenario ‘arco iris’ el próximo mes de febrero. Y desde un punto de vista egoísta español, mucho mejor, económicamente hablando, la cercanía de París a una nueva aventura mexicana, por mucho que la merecieran.
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