Por Jaume Mas
Hace unas semanas, escribí un post en este blog para
dejar de ‘demonizar’ a las fixies, y comprender que este nuevo fenómeno del
ciclismo urbano puede tener interesantes conexiones con el convencional. Una de
las personas que más está trabajando en ‘acercar’ los dos ciclismos es el ex
seleccionador nacional Jaume Mas, que con su trabajo con PistaBCN en el
velódromo de Horta es la persona idónea para contarnos su experiencia.
Descubrí
el mundo de las fixies en Los Ángeles, con ocasión de alguna prueba de pista. La
mayoría de veces eran mensajeros que venían a ver las pruebas que se celebraban
allí con sus bicicletas de piñón fijo. Llegaban a gran velocidad, derrapando la
rueda trasera y frenaban en el acto -luego me dijeron que esa técnica se
llamaba ‘skid’-. A veces se quedaban parados aguantando el equilibrio como un ‘surplace’
–‘track stand’- demostrando el gran dominio que tenían sobre la bicicleta.
Tiempo
después comencé a verlos por el velódromo de Barcelona, cuando había alguna
prueba de pista. Sin dejarse ver mucho, medio ocultos en un rincón, a pesar de
lo llamativo de sus fixies o bicicletas vintage, en la mayoría de casos
recuperadas de carretera y de diversos colores.
Fue
entonces cuando Vicenç Catalá y un servidor pensamos que podía ser interesante
acercar a los usuarios de la fixie al velódromo. Siempre he creído que el
ciclismo tiene que llegar a todos los aficionados, ya sean competidores o no.
Por eso hablamos con el presidente de la Catalana, Josep d. Bochaca, y con el
director del Velòdrom de Barcelona, Manel Herrando, para que el sábado se
abriese al público ‘de a pie’, aficionados al ciclismo que quieran introducirse
en la pista y como no, a los usuarios de
las fixies de Barcelona.
Obviamente
tuvimos todo tipo de comentarios que nos alertaban de que se llenaría de
‘frikies’ y de ‘barbudos’. Por el contrario, cuando pasamos por las principales
tiendas de Barcelona especializadas en el mundo fixie, como Barceloneta Bikes o
My Beautiful Parking y les explicamos el proyecto, tuvimos una excelente
acogida.
El
primer día contamos con 15 aficionados, que miraban los peraltes con mucho
respeto, algunos con un poco de miedo. Sin embargo, la pista les atraía. Nos
explicaron los problemas que tenían la mayoría por acceder a los velódromos, y
que incluso algunos de ellos incluso saltaban la tapia para poder rodar unas
vueltas.
Me
sorprendió mucho saber todo lo que saben de ciclismo, en muchos aspectos. No
les preguntes quien ha ganado el Tour o el Mundial de carretera. Ni tampoco de ganadores
de competiciones de pista. Pero el ciclismo en su hobby y realmente aman la
bicicleta.
También
me sorprendió la visión tan negativa que tenían del ciclismo convencional. No
obstante, me demostraron una gran receptividad hacia todo lo que les enseñabas.
Y es curioso que se sorprendan de que estés con ellos. ¿Cómo siendo quien eres
pierdes el tiempo con nosotros?, me llegaron a preguntar. Lo que puedo decir,
muchos meses después es que cada sábado es un descubrimiento. Hemos conocido
gente maravillosa, de todo ámbito, razón social y ciudadanos de todo el mundo,
donde lo que más prima es la educación. Por cierto, casi todos se han sacado
licencia, y han comenzado a participar en carreras de ruta, pista o ciclocross,
en pruebas cicloturistas e incluso en triatlones.
Las pruebas CRIT
Llevábamos tiempo ya metidos en nuestra experiencia cuando nuestros
amigos de Enciklica nos pidieron que nuestro club fuese colaborador de una
prueba CRIT, el Red Hook Criterium de Barcelona, que se
celebró a finales de agosto. Íbamos a ser course marshall
(una especie de control) y no sabíamos ni de que nos hablaban. Pero descubrimos una prueba interesantísima, que se
disputa en
un circuito urbano cerrado, en bicicleta
de pista y por supuesto sin frenos y a piñón fijo. También me sorprendió la
repercusión de la prueba ya que se presentaron corredores de todo el mundo,
cuando el premio suele ser modesto, una bicicleta y algún
regalo mas.
Royal | Red Hook Crit Barcelona 2014 from Royal Productions on Vimeo.
Muchos de los participantes, la mayoría norteamericanos que trabajan como mensajeros, vinieron a rodar antes al Velòdrom de Barcelona, y pudimos intercambiar muchas experiencias. A nivel técnico te encuentras que la mayoría vienen muy preparados, tienen mucha técnica. Los cuadros son un poco más altos de caja de pedalier, sobre 29 cms, y los desarrollos que utilizan suelen ser los mas cómodos para cada prueba, ya que igual que han de arrancar después de cada curva, tienen que frenar al llegar a ellas y al final de la prueba las piernas lo pagan.
A nuestro
modo de entender las carreras de CRIT serán parte importante del futuro del
ciclismo, pruebas que se pueden celebrar en cualquier circuito o en este caso,
como en el Red Hook de Barcelona en una explanada, donde tan solo hacen falta
unas vallas para dibujar el recorrido. Y una mente abierta, para entenderlo.
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