“Espero que los
logros de Jens (Voigt) y Matthias (Brandle) inspiren a otros grandes ciclistas
a que intenten superar una de las marcas más desafiantes de nuestro deporte. El
ciclismo debe adaptarse a los tiempos y por eso optamos por modernizar las normas
del récord de la hora. Es fantástico que hayamos podido ser testigos de dos
hazañas de este calibre en tan poco espacio de tiempo. Eso también prueba que
el récord sigue estando totalmente revitalizado", comentaba esta semana el
presidente de la UCI una vez que el austriaco estableciera la nueva plusmarca
con 51,852 kms.
Coincido con Cookson, salvo en su matización de ‘grandes ciclistas’. Y es que ahora, los próximos meses son muchos –me atrevería a decir decenas de corredores- los que pueden batir esta marca, perfectamente asequible, sin que ello suponga que el record de la hora esté minusvalorado o venido a menos. Todo lo contrario. “Los 51,110 kms. de Voigt podrían batirlos bastantes profesionales. Soy optimista, lo afronto porque me siento capacitado”, comentaba Brandle con absoluta sinceridad antes de su desafío.
Y es que el guante de este primer record de la hora, el de
los teloneros, está lanzado y quien no lo aproveche es porque no quiere.
Insisto: son muchos, pero que muchos, los rodadores que estarían capacitados en
llevarse su ‘hora’ de gloria.
¿Algún español?
Eso me preguntaba hace un par de días. Y la verdad es que
a estos niveles, pienso que hay varios que podrían afrontarlo, aunque mi
opinión no es la relevante. “Creo que hay
unos cuantos que la superarían, con Castroviejo o Luisle a la cabeza –me
indica Raúl Mena, presidente de la Comisión de Pista de la RFEC y responsable
del equipo Eustrak-, aunque sinceramente
me gustaría ver a Teruel o Torres, que seguro que también lo batían”. “Castroviejo
me encanta –añade el ex seleccionador Jaume Mas-. También veo a Mora o a Albert, pero dentro de unos años”. Por su
parte Javier Zahonero, preparador de numerosos pistards, añade que “si tomamos como barrera los 52, podemos
contar con Castroviejo, Valverde, Izaguirre y Herrada o los pistards Teruel,
Muntaner, Torres o Mora. Pero superar o estar cerca de los 53 ya es otra cosa,
la lista se reduce, incluso me atrevería a decir que a cero si no hay una buena
preparación específica, estando dispuesto a los sacrificios que supone”.
Y aunque en principio, el record parece más algo más
destinado a grandes rodadores de ruta, el factor de adaptación al anillo parece
algo fundamental para el éxito, sobre todo cuando las exigencias de la
plusmarca vayan siendo cada vez más elevadas. En España, desde luego parece más
probable que si alguien se decidiera a afrontar ese segundo record de la hora
fuese un ‘pistard’. “Creo que el único
loco que puede intentarlo ahora mismo es David Muntaner”, me comenta Mora. “No es tan fácil de batir, aunque haya aún
margen de mejora”, tercia el balear. “A
mi me encantaría intentarlo –añade Teruel-, pero se necesita un gran apoyo tanto logístico como económico”.
No olvidemos que en España no hay ninguna marca homologada
como récord de la hora, por lo que el desafío podría ser interesante para
muchos segundos y primeros espadas, aunque como comentaba Zahonero, los 53,040
kms. de Indurain que sí permanecen como mejor marca de la hora parecen algo
inaccesible hoy en día “aunque a medio plazo,
a falta de un poco más de madurez, pienso que Herrada y Torres tienen potencial
para platearse el reto”.
La hora de Wiggins
Volviendo con la plusmarca mundial, ésta permanecerá
asequible hasta que llegue el momento de que los grandes especialistas decidan
poner las cosas en su sitio, establecer ese tercer record que ya permanezca por
más tiempo. De momento el único que lo ha dicho claramente de que es un
objetivo a corto plazo, uno de sus retos para 2015 junto a la ‘Roubaix’, es
Bradley Wiggins. Por cierto, hoy el ‘Diario de Mallorca’ adelantaba que el británico podría intentarlo en el Palma Arena en julio o agosto.
“Wiggo lo tiene todo
a su favor –añade Zahonero-. Es capaz
de rodar en ruta durante periodos superiores a una hora con velocidades medias
cercanas a los 50 km/h. De hecho en Ponferrada en un recorrido de perfil
positivo rodó 56'25" a 50,1km/h, a lo que hay que añadir que es capaz de
hacer la persecución por equipos por debajo de 4 minutos y la individual por
debajo de 4'20". Por lo tanto tiene a su favor el factor de eficiencia por
celebrarse el evento en velódromo, además de los medios técnicos muy superiores
de British Cycling en cuanto al análisis de factores como elección de
velódromo, trayectorias óptimas, materiales…”
Lo que no está tan claro es la marca a la que puede
llegar, por mucho que quien más quien menos piense en la mejor plusmarca, los
56,375 kms. que estableció Chris Boardman. “Eran
otros tiempos -comenta Mas-. Pienso más
que en los 54, quizás 55”. Así también lo piensan Zahonero, Muntaner o
Teruel, mientras que Mora o Mena apuestan por una distancia cercana a los 56.
Ya a este nivel, son pocos los corredores capaces, aunque
muchos solamente se atreven a señalar a Tony Martin –“que hizo 58 kilómetros en 1h5’ en el Mundial de 2013” recuerza
Zahonero- y a Fabian Cancellara, cuya respuesta al desafío está siendo más
tibia de lo que cabía esperar, a pesar de que fue uno de los primeros
interesados y cuente con toda la información del intento de su compañero
Voigt. Ojo también a Taylor Phinney, al australiano Rohan Dennis, al
bielorruso Vassily Kirienka o incluso al neozelandés Jesse Sergent o al danés
Ramus Christian Quaade.
“En cuanto al
escenario hay algo que no se esta teniendo en cuenta y es que los velódromos
más favorables son los que tienen más curva por los efectos inerciales, que
favorecen en la pista la aceleración”, comenta Zahonero, aunque Mas me precisaba que “para aquellos corredores que están menos
acostumbrados a rodar en pista como es el caso de Cancellara (o Martin) es
mejor un velódromo como el de Moscú, por su cuerda de 333 metros”.
En este sentido, pienso que ese plus de ‘pistard’ que
tiene Wiggins y del que carecen Cancellara y Martin puede ser fundamental
cuando hablemos de ‘performances’ que aspiran a esos 55 o 56 kilómetros.
“Estoy seguro que el
récord tendrá un punto de inflexión antes y después de Wiggo, ya que no veo a
nadie con tantos factores favorables como el británico”, termina Zahonero, aunque
posiblemente, llegados a ese momento, pudiéramos entrar en otro factor
desestabilizador, como pudiera ser la altitud de Aguascalientes (México), el
escenario ideal para alcanzar nuestro cuarto record de la hora, aunque ello
conllevaría un periodo de adaptación no inferior a tres semanas, con todo lo que
de esfuerzo y de renuncias supondría, puesto que no tendría nada que ver con las circunstancias que, por ejemplo, el año pasado vivió François Pervis
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