Aunque ya han
pasado tres días, aún tengo frescas las imágenes del reciente Campeonato de
España de ciclocross en Gijón. Un Nacional de los que marcan ‘un antes y un
después’, por el excelente trabajo realizado por la Federación Asturiana y la
Escuela de Ciclismo Coque Uría, tanto monta, monta tanto. No sólo se trataba de
un recorrido precioso, sino que estaba perfectamente acondicionado, con una
valla doble que no suele prodigarse mucho en España. Si a ello le sumamos una
benigna climatología –infrecuente en Asturias- y una notable presencia de
público es lógico que le demos la máxima calificación a este evento. Por no
hablar del plano personal donde tuve la suerte de volver a coincidir con un
gran amigo como Víctor Picallo. Pero ese es otro tema.
Solamente
constaté un problema a nivel organizativo, aunque totalmente justificable: la
ubicación de la salida y llegada en la única recta posible, en una zona poco
idónea para la presencia de público –por la presencia de una tapia en uno de
sus laterales- con lo que en muchas fotos se ve dicha zona vacía de
espectadores, pero a la que era realmente complicado acceder y colocarse en
ella. Por este mismo motivo, el podio se traslado junto al ‘corazón’ del
circuito, la zona de las escaleras, la oficina permanente y el bar, donde en
algunos momentos no cabía un alma.
Eso sí, entre
carrera y carrera, buena parte de los fotógrafos, el siempre excelente Juan Mari
Guajardo y este servidor nos veíamos obligados a un paseíto de cinco minutos.
En mi caso aprovechaba ese tiempo para subir algún vídeo a Youtube o las
clasificaciones a Dropbox… con lo que parecía un frikie total mirando al móvil
y chocándome con algún otro espectador tan ajeno al peligro como yo. Gajes del
oficio. Eso sí, aprovecho la ocasión para felicitar a Félix ‘CronoUno’ por su
excelente trabajo y disposición.
Deportivamente,
en cambio, no hubo sorpresas dignas de mención, ya que en todas las pruebas
ganaron o los grandes favoritos o corredores que estaban en esa pomada. Para
mí, la única fue la del master 35 Eduardo Jiménez, aunque luego me dijeron que
el vasco –sobrino del gran ausente, Jokin Mujika- ha demostrando bastante nivel
en Euskadi, aunque no se haya prodigado fuera. A la otra gran ausencia, la
sub23 asturiana Alicia González, también se la echó de menos dentro del
circuito, aunque la pena es menos de pensar en los duelos que podrá tener en
muy poco tiempo con Rocío del Alba García.
No quiero
terminar sin hacer mención a la interpretación interesada, desafortunada y
tremendamente tendenciosa que se ha hecho –tres días después, insisto- sobre la
sanción a Rocío Gamonal, una excelente profesional y mejor persona –a la que sé
positivamente lo que la está fastidiando el asunto-, cuya única ‘culpa’ fue
desconocer una norma, aunque como se dice en los ambientes legales “…no exime
de su cumplimiento”.
Y es que a la
asturiana se le impuso una sanción –arbitral, ojo, no federativa- en base al artículo 12.1.040–28 por “no
respetar las instrucciones de la dirección de la prueba o de los comisarios”,
quienes habían indicado en la reunión de directores de la víspera que se sancionaría
a quien entrase en meta con cualquier tipo de bandera o similar, no
específicamente con la asturiana, como se ha tergiversado de forma lamentable.
Es decir, si lo hubiese hecho con el ‘flyer’ de Cajastur o con un póster de su
familia… habría sido igualmente sancionada. ¿No pasa en el fútbol con las
camisetas interiores que se dejan al descubierto para festejar un gol? Eso sí,
jamás se la habría desposeído del título, ya que solo se contempla una sanción
económica de hasta 100 francos suizos. Sobre la justicia o la misma oportunidad
o no de la norma no me meto; sólo hablo de su legalidad, algo incuestionable.
A partir de
ese momento, los ociosos y maledicientes diablos se ponen a matar moscas con el
rabo, a pesar de todo lo mucho y bueno que se podría contar del evento en lo deportivo
o en lo organizativo. Comparto, pues, el comentario matinal de DaniBici sobre
“esa gente que se toma como un conflicto identitario la aplicación de las
normas que afectan a todos en un deporte. Me toca mucho los huevos la gente que
cree que una legislación es anti-gallega, anti-asturiana o anti-Columbretes.
No: es para TODOS”. Aunque el colmo de lo torticero no es pensar que a un
catalán o a un vasco no le habrían sancionado pero a un asturiano sí (o
viceversa), es un tuit en el que aseguraba que es una multa contra la libertad
de expresión. Exactamente, chaval: Lo mismo que lo es si te sancionan por hacer
una pintada tipo ‘Me pican los güevos’ en la fachada del Palacio de Revillagigedo.
Un poco de publicidad gratuita nunca viene mal a nadie, aunque sea a base de demagogia barata. http://www.lne.es/deportes/2015/01/14/pas-ofrece-pagar-multa-ciclista/1698538.html
ResponderEliminarEl de IU va más lejos. Debes ser al que te referías Roman http://www.20minutos.es/noticia/2347199/0/iu-acusa-federacion-espanola-ciclismo-prohibir-bandera-asturias-como-hacia-franquismo/
ResponderEliminarYo pienso que lo de la bandera es una tontería, ¿que es que en la ropa no pone AST y asturias? ¿Que es que muchos no llevan un vinilo de su bandera en el casco o en la bici?¿muchos no llevaban sus colores o una bandera de su provincia impresas en la ropa? No me digáis que no porque vi más de una...
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