La verdad es que no creía que lo fueran a hacer tan pronto
–si ‘pronto’ es hacerlo con un año y medio de antelación-, pero ayer, aprovechando la amplia presencia de periodistas desplazados al Tour of Qatar, se
presentaron en Doha los aspectos principales del Mundial de ciclismo en
carretera de 2016, que se celebrará en Catar, el primero que se celebra en
Oriente Medio –y el segundo en Asia tras el de Japón en 1991-, uno de los
muchos eventos que se han programado estos años en el Emirato para consolidar
su imagen y que culminará en esa Copa del Mundo de fútbol de 2022… y en unos
próximos Juegos Olímpicos, que es el gran reto.
Eddy Merckx y John Lelangue, las caras visibles del
evento, estuvieron junto al presidente de la Federación Catarí, Sheikh Khalid
bin Ali, para desvelar los detalles del evento, así como la web oficial, todavía
con poca información, bien es cierto, aunque algunos eran ya conocidos de forma
oficiosa, o simplemente rumores a gritos. Por ejemplo, el retraso de las
fechas, ya que se iniciará el 9 de octubre con las contrarreojes por equipos,
para vivir la prueba reina el domingo 16. Ello supone un retraso de tres
semanas, para mitigar el calor del fin del verano, aunque se justifica por la
presencia ese año de los Juegos Olímpicos de Río, lo que permitirá ‘extender’
el calendario. En todo caso, habrá que ver si esto afecta a las fechas de la
Vuelta a España… o se pasa a un mes de ‘hueco’ entre el final de la ronda y la
disputa del Mundial, que obligaría a una forma distinta de planificar la lucha por
el ‘arco iris’. Il Lombardia podría pasar a ser un test pre-Mundial… si no
fuera por lo distinto que serán los dos recorridos. Pero no avancemos
acontecimientos.
Volviendo a la climatología, Lelangue advirtió que en
octubre, las temperaturas no superarán los 40 grados –la media mensual es de
35º aunque se han alcanzado máximas de 43º-, pero se piensa en poner motos con
avituallamiento de agua para paliar los efectos del calor; que la lluvia puede
hacer acto de presencia –aunque las estadísticas no hablan precisamente de
diluvios-, pero que el elemento fundamental será el viento, y más en las zonas
del recorrido que transcurren junto a la costa.
Al final no habrá ninguna subida artificial, como se
‘habló’ en un primer momento, por lo que el circuito será completamente llano,
pero sí un tramo de adoquines de 1,2 kilómetros, que se calificó como natural.
Imagino que tanto como el ‘skyline’ de la ciudad, es decir, sin reparar en
gastos. Por todo ello, Catar 2016 será un Mundial para velocistas en el que se
prevén muchas renuncias y más con ese obligado retraso a octubre.
Antes de llegar al circuito, de 19 kilómetros por las
zonas de Katara -la zona cultural cuya imagen no tiene nada que ver con la tópica megápolis- y The Pearl –la isla artificial en la capital catarí-, habrá un
tramo de enlace –como en Geelong, Valkemburg o Florencia- en las pruebas de
féminas, sub23 y élites, aunque ese tramo no tendrá otro aliciente que el
desierto. Todas las pruebas tendrán su salida junto al Doha Exhibition Centre,
que será también el cuartel general de los Mundiales.
En cuanto a las pruebas contrarreloj, habrá que esperar a
Richmond 2015, el próximo mes de septiembre para conocer los detalles de este
Mundial que no gusta a muchos –por recorrido o por su absoluta falta de
tradición- pero que precisamente por diferente puede resultar muy interesante.
Eso sí, como Copenhague 2011, poco propicio para los españoles. Y de público,
mejor ni hablar.
Creo que la etapa hoy del Tour of Qatar está demostrando que el Mundial de 2016 puede no ser tan 'aburrido' como algunos piensan. El viento también es ciclismo.
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