Aunque el inicio de la Vuelta a España ha monopolizado el
interés ciclista en este fin de semana, hay muchas más pruebas en todo el
mundo. Y no sólo de carretera, sino de BTT -¡suerte Pablo!- o incluso de pista.
En este caso, quiero referirme al Campeonato de Europa de derny, que se ha
celebrado en la localidad alemana de Hannover, con triunfo del belga Kenny De
Ketele y con el español David Muntaner en undécima posición, como segundo de la
final B, y con varios campeones del mundo de pista más en liza. Aunque a fuer
de ser sinceros, me temo que este tiempo de competición pasaría totalmente
desapercibido bajo cualquier circunstancia en nuestro país.
Si se conoce a la ‘derny’ por algo –por poco, esa es la
verdad-, es por ser esa motocicleta que marca el ritmo ‘in crescendo’ durante
las primeras vueltas de un keirin antes de que los velocistas lancen el sprint.
Una máquina cuyo nombre proviene del ex ciclista Roger Derny, que fabricó el
primer modelo en 1938, basando su movimiento en una combinación del motor de 90
cc y del pedaleo, lo que le permite una aceleración y una deceleración gradual,
idónea para poder marcar el ritmo al ciclista que se sitúa detrás.
Pues bien, también hay carreras de fondo en las que cada
pistard hace equipo con un motorista que marca el ritmo con el fin de restar
rozamiento y posibilitar unas mayores velocidades –cercanas a los 60 kilómetros
por hora- al ciclista, que debe mantener un contacto fluido con su conductor a
la hora de planificar ataques y momentos de descanso, lo que no resulta nada fácil
con el ruido de las motos. Reconozco que nunca he visto en directo una
competición de este tipo, aunque sí tuve la suerte de ‘locutar’ una similar en el Palma Arena hace un par de años, donde había bastante tradición con carreras
de este tipo y del ‘hermano mayor’, el medio fondo tras moto- resultó
espectacular.
No deja de ser paradójico que la UCI no regule como tal
esta tipo de carreras, cuando son muy habituales en Centroeuropa, tanto como
pruebas independientes, como en el transcurso de los ‘Seis Días’, aunque en
este caso el tandem piloto-ciclista suele estar vinculado al azar. Gran Bretaña
puede considerarse el paraíso de las ‘Derny Races’, habituales en las
‘Revolution Series’ y en citas específicas como la ‘DernyFest’. Incluso hay un
Campeonato nacional para ambos sexos que se han adjudicado ciclistas como Luke
Rowe, Laura Trott o la velocista Vicky Pendleton, por partida doble.
La UEC recuperó este Campeonato en el año 2000, y en el palmarés, aparte de De Ketele –que ya había ganado en 2009-, encontramos a Davide Vigano, Elia Viviani, Jesper Morkov o el propio Bradley Wiggins.
Muntaner reconocía que “la experiencia ha estado muy bien,
aunque me falta experiencia, saber correr. En la semifinal salí muy fuerte y lo
pagué al final, pero en la final me ha ido mejor. Es un buen entreno para la
madison, y que ojalá pueda repetir otro año, pero preparándolo mejor”.
Y para los que crean que la derny es propia exclusivamente de los velódromos, tenemos que recordar una carrera mítica tristemente desaparecida como la Burdeos-Paris en la que algunos de los tramos se recorrían tras la motocicleta, con el fin de aguantar los más de 500 kilómetros de la prueba. Por cierto, el ‘doblete’ Dauphiné Liberé - Burdeos-París que realizó Jacques Anquetil en 1965 sin apenas descanso entre ambas pruebas está considerado como una d elas grandes gestas de la historia del ciclismo.
Y para los que crean que la derny es propia exclusivamente de los velódromos, tenemos que recordar una carrera mítica tristemente desaparecida como la Burdeos-Paris en la que algunos de los tramos se recorrían tras la motocicleta, con el fin de aguantar los más de 500 kilómetros de la prueba. Por cierto, el ‘doblete’ Dauphiné Liberé - Burdeos-París que realizó Jacques Anquetil en 1965 sin apenas descanso entre ambas pruebas está considerado como una d elas grandes gestas de la historia del ciclismo.
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