¡Qué ingrato es el deporte! Perder una final deja peor sabor de boca que ganar la consolación, aunque en el primer caso suponga una ‘plata’ y en el segundo, el ‘bronce’. Y como hoy nos ha pasado con Rafael Alvarez de Lara, el éxito que supone haber entrado en la gran final queda empañado con ese último lugar en la serie definitiva, aunque haya sido por culpa de una caída y que esta cuarta plaza suponga el segundo mejor resultado del four cross español de la historia, justo por detrás del oro que él mismo logró el año pasado en Val di Sole.
Pese a su pesimismo inicial, Alvarez de Lara hizo un gran torneo, demostrando que, aún sin estar en su mejor momento, es ya uno de los más expertos ‘bikers’ en esta disciplina, haciéndonos vibrar, como en Val di Sole, hasta el final. Solamente que la suerte, la maldita suerte, le volvió a ser esquiva en este aciago 2009. Pero no está nada mal para un piloto, en un año tan negativo, ser cuarto en un Mundial y séptimo en la Copa del Mundo.
Lástima que la tecnología nos haya jugado una mala pasada, ya que fue imposible seguir en directo la final por freecaster.tv. Al parecer, problemas con el satélite, En todo caso, aquí tenéis unas imágenes para recordar. Ojalá el año que viene en Canadá sea distinto para todos.
Fotografía: © Luis M. Román-Mendoza (2008)
Pese a su pesimismo inicial, Alvarez de Lara hizo un gran torneo, demostrando que, aún sin estar en su mejor momento, es ya uno de los más expertos ‘bikers’ en esta disciplina, haciéndonos vibrar, como en Val di Sole, hasta el final. Solamente que la suerte, la maldita suerte, le volvió a ser esquiva en este aciago 2009. Pero no está nada mal para un piloto, en un año tan negativo, ser cuarto en un Mundial y séptimo en la Copa del Mundo.
Lástima que la tecnología nos haya jugado una mala pasada, ya que fue imposible seguir en directo la final por freecaster.tv. Al parecer, problemas con el satélite, En todo caso, aquí tenéis unas imágenes para recordar. Ojalá el año que viene en Canadá sea distinto para todos.
Fotografía: © Luis M. Román-Mendoza (2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario