Hoy se ha presentado en sociedad el Team Sky, el nuevo súper equipo nacido con un objetivo concreto: tener un ganador británico del Tour de Francia en los próximos 4 años. Una tarea que no se presenta nada fácil, ya que –hoy por hoy- Gran Bretaña no parece tener un corredor con garantías de ser ese potencial ganador en la ‘grande bouclé’. Tan sólo Bradley Wiggings, la guinda del pastel Sky tras su laborioso fichaje, se ha acercado al podio en los últimos años. Pero el campeón olímpico de persecución ya ha realizado una espectacular metamorfosis, de excelente rodador a aguantar cerca de los mejores en las montañas alpinas. Pedirle una vuelta de tuerca más parece complicado, ¿o no?

Más importante aún se nos antoja que al frente del mismo esté Dave Brailsford, el artífice del éxito británico en el velódromo olímpico de Laoshan, con un trabajo serio y meticuloso que ha sido la envidia de todos los países … y en el que se quiere mirar también el centro de alto rendimiento de Joan Llaneras en el Palma Arena. Detrás de este galés, todo un equipo de colaboradores que concibe el ciclismo como un engranaje, como una máquina en la que no hay lugar para la improvisación. Quizá por ello Brailsford sea haya manifestado en más de una ocasión como acérrimo enemigo de todo lo latino.
Sea como fuere, el Team Sky ya está en marcha con ese deseo, manifestado por su manager, de “convertirse en el más grande, mejor y más admirado equipo del mundo". Lo consigan o no, ganen el Tour o no, estoy seguro de que habrá un antes y un después en el ciclismo profesional tras la llegada de esta formación, en un paso más en la anglosajonización del ciclismo.
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