
Como refleja la página web del equipo andaluz, José María
murió haciendo lo que le gustaba. Pero no deja de ser triste que haya sido a
los 17 años, con toda una vida por delante. De ciclismo… y de otras muchas
cosas. En fin. Lo único que se me ocurre en estos momentos es la frase manida
pero que ojalá algún día se cumpla el que no haya más fallecimientos así.
Utópico, sí, pero absolutamente necesario.
Volviendo a Salamanca, la cuestión que flotaba en el aire era la ausencia de algunas de las principales figuras ciclistas españolas, que dejaban de lado el Nacional por ‘cuestiones de programación’, bien pensando en el Tour, bien disfrutando de en un descanso entre objetivos. Pienso que una concienciación de los corredores –como ocurría hace unos años con Indurain y Delgado, como ocurre en países como Italia donde los ‘grandes’ se sacan los ojos por la ‘tricolore’- sería la mejor fórmula de potenciar el Campeonato. Si no, habría que plantearse la táctica del ‘palo y la zanahoria’. Tiempo y ocasiones habrá para replantearse el tema.
Por lo demás, tuvimos la suerte de vivir una bella jornada en este Campeonato pro, con un centenar de participantes que –al menos a mí- me hicieron olvidarme de las ausencias por la combatividad mostrada. Podría quedarme con muchos protagonistas, pero sin duda hay que mencionar Fran Ventoso ese vencedor en la carretera por el que muchos moralmente apostaban y a Paco Mancebo, combativo en todas las fases de la carrera y con una ilusión que ya quisiera cualquier juvenil.
Foto: Josu Mondelo / www.rfec.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario