Siempre he creído que las máximas esperanzas españolas de
medalla –ahora, desgraciadamente las únicas- estaban depositadas en nuestros
‘bikers’. Por ello, la prueba masculina del mañana domingo, con la que se
cierra el programa olímpico de nuestro deporte, a partir de las 14,30, tiene un
tinte especial que, sin embargo, podría tener una difusión bastante inferior a
la deseada ya que ni Eurosport ni Televisión Española la tienen programada inicialmente
en sus parrillas. Una pena, aunque hay tiempo de rectificar, incluso sobre la
marcha si la carrera se pone favorable para los nuestros, como todos esperamos.
Y es que Carlos Coloma, perfecto ejemplo del ‘todo o
nada’, José Antonio Hermida, competitivo en las grandes citas al 100%, y Sergio
Mantecón, coraje y trabajo duro a partes iguales, forman un trío con plenas
garantías en ese día B, de BTT, televisado o no, que será el domingo. Y en un
circuito tan especial como el de Hadleigh Castle Country esa
condición, siempre a priori, de equipo más fuerte supone una superioridad
táctica que podría ser aprovechada. O no, porque a la postre siempre decidirán
las fuerzas de cada uno. No olvidemos que, lo mismo que para los españoles,
para buena parte de los 50 olímpicos presentes en Essex la motivación es máxima
y los objetivos, igual de ambiciosos. Quizás sean pocos los candidatos al oro,
pero la nómina de aspirantes al podio es bastante amplia. Eso sí, resultados
como el de Mont Sainte Anne, con los tres en el ‘top 6’ son la mejor de las
garantías.
Riojano, catalán y murciano llegan
a Londres en su mejor momento –quizá de su vida deportiva en el caso de
Mantecón-, justificando plenamente una selección que, en olimpiadas anteriores,
fue bastante más complicada. Por ello, me quiero acordar del ‘gran ausente’, de
otro hombre que en perfectas condiciones estaría al mismo nivel que sus rivales
y compañeros, Iñaki Lejarreta, que no pudo jugar sus bazas por culpa de un
absurda lesión en Nove Mesto, que le tardó en ser descubierta y que el propio
ciclista no quiso revelar, sembrando una injusta confusión entre muchos –yo
mismo incluido-. Seguro que el de Bérriz será protagonista en el inminente
Mundial… y dentro de cuatro años en Río de Janeiro.
Por lo demás, habrá que ver
cómo resulta el circuito trazado para estos Juegos, independientemente si nos
favorece o no el resultado final. Absolutamente artificial, pero ‘tecnificado’ a
base de 500 toneladas de roca y 3.500 toneladas de piedra triturada, nadie lo
define como un circuito de cross country… pero tampoco ninguno se ha
significado denostándolo. Es lo que hay, todos lo tienen asumido y se resume en
un circuito de 4,7
kilómetros, con una salida extra de 440 metros, con 172 metros de desnivel
acumulado por vuelta y situado en Essex, al este de Londres, cerca del mar.
En cualquier caso, cualquier
aficionado podrá opinar por si mismo, ya que después de los Juegos –no sabemos
el plazo exacto- la
zona se convertirá en una centro de BTT, manteniéndose el recorrido olímpico
salvo en las zonas más complicadas para
hacerlas más accesibles al gran público, con zonas especiales para
mejorar la técnica y otras instalaciones relacionadas con el mountain bike.
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