Por Carles Herrero
Hace algunos meses,
tuve la suerte de poder realizar un curso de ‘introducción’ al coaching
organizado por el Comité Olímpico Español. El tema me interesó bastante y desde
entonces estaba pensando en escribir un ‘post’ sobre esta disciplina tan
desconocida como potencialmente interesante. Pero no voy a ser yo quien lo
haga, sino Carles Herrero, ciclista, periodista y ahora dedicado en cuerpo y
alma al coaching en el mundo del ciclismo.
Siempre que me preguntan a qué
me dedico, cuando digo que imparto cursos para enseñar a la gente a hablar en
público y soy coach, la siguiente
pregunta es directa: “¿de qué deporte?” Al principio les soltaba una gran
parrafada sobre qué es el coaching pero ahora lo hago mucho más simple. “Del
deporte de la vida”, contesto siempre. Cuando las caras me demuestran cierta
extrañeza, no sé exactamente si de no saber lo que digo o pensar que estoy
loco, les explico con algo más de detalle. “Ayudo a las personas a conseguir
sus sueños y objetivos en la vida. ¿Cuál es el tuyo?”. Los rostros cambian.
Algunos siguen pensando que estoy algo loco, pero todos comparten un algo,
grande o pequeño, que querrían alcanzar.
A ello me dedico desde que
descubrí esta habilidad que se puede aplicar en cualquier ámbito de nuestra
vida y faceta profesional. Y lo hago principalmente en el mundo del ciclismo,
mi gran pasión.
Y es que detrás de un ciclista
que tiene miedo a atacar, que se viene abajo en los momentos de presión, no
disfruta de las victorias, no sabe marcarse objetivos claros, tiene una
creencia que le está limitando, busca en la comida u otro lugar un momento
perfecto para saciar su ansiedad, tiene problemas que le afectan en su
rendimiento o, simplemente, no es consciente de sus puntos fuertes y débiles
para mejorar, puede haber un coach detrás para ayudarle y acompañarle con el
fin de sacar su mejor versión.
Que mejor que el coaching para
lograrlo. Una habilidad en la que el ciclista reflexiona y se conoce a sí
mismo, tomando consciencia de su ser, viviendo una vida plena acorde a sus
valores… Cuestiones fundamentales para alcanzar objetivos. Como coach, caminaré
contigo en ese descubrimiento sin juzgar, sin realizar diagnósticos y sin
aportar soluciones. Las soluciones que buscas, aunque no lo creas ahora mismo,
las tienes tú.
Hace unos años, cuando
practicaba ciclismo, un buen conocedor de este deporte se me acercó mientras
veía una carrera de ciclocross y al ver pasar a un ciclista más bien pequeño me
dijo algo así como “si este va bien, tú con la planta que tienes para el
ciclismo deberías estar con los mejores”. Aquellas palabras me marcaron.
Resonaron dentro de mí como algo sobrenatural. Y no fue lo que me dijo, sino lo
que no me dijo. Nunca me explicó cómo podría estar delante. Años más tarde, a
través del coaching y el autoconocimiento, me di cuenta de qué aspectos podría
haber trabajado para mejorar mi rendimiento en el deporte. Difícilmente hubiera
estado con los mejores, pero sí habría sacado una mejor versión de mí mismo.
Y esto es lo que quiero para
quienes confían en mi servicio. Ayudarles a sacar su máximo potencial para
lograr objetivos, por grandes o minúsculos que sean. Porque los sueños, sueños
son, y lo más importante es creer en nosotros y esforzarnos por lograrlo.
La vida actual nos lleva a vivir el día a día sin
apenas reflexionar sobre lo que tenemos por hacer y mucho menos en lo que
estamos haciendo o ya hemos hecho. Preguntas como: ¿Quién quiero ser? ¿Dónde
quiero llegar? ¿Cuál es la vida que quiero vivir? Tienen un poder enorme que nos
ayudarían a clarificar nuestros objetivos tanto personales como profesionales.
Porque al igual que cuerpo y mente van de la mano, lo personal y lo profesional
son las puntas de una cuerda que si se corta puede traer resultados poco
beneficiosos y nada equilibrados.
Por ello la fuerza del coaching. Pocos lo han definido
de manera tan sencilla y clara como uno de sus máximos exponentes, John
Whitmore: “El coaching consiste en ayudar a alguien a pensar por sí mismo, a
encontrar sus respuestas, a descubrir dentro de sí su potencial, su camino al
éxito... sea en los negocios, en las relaciones personales, en el arte, el
deporte, el trabajo...”
Tener un coach en un momento de
nuestras vidas para ir juntos en busca de un objetivo puede sernos muy
beneficioso. Tanto como poder acercarnos al coaching y a alguno de sus
fundamentos y herramientas para poderlas poner en funcionamiento desde el
primer día en nuestras vidas y en nuestro entorno.
¿Te apuntas?
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