La inclusión de las contrarrelojes por equipos –ojo,
grupos deportivos profesionales, no selecciones nacionales- como prólogo de las
pruebas tradicionales es la gran novedad del presente Campeonato del Mundo de
carretera, que se inicia el domingo. La UCI siempre ha manifestado su deseo de
que existiese una crono por escuadras al más alto nivel profesional, pero ni su
inclusión en la Copa del Mundo ni en el World Tour tuvieron las consecuencias deseadas.
Ahora veremos si a la tercera va la vencida y si su
inclusión en estos Mundiales surte los efectos deseados. De momento, una mezcla
de este tipo es, cuanto menos, extraña y haciendo un símil es como si la final
de la Champions League precediera a la Eurocopa de naciones. Eso sí, para
hombres y mujeres.
Pero Limburgo 2012 también presenta numerosos cambios en su programa de competiciones, que afectan de forma importante –y no siempre para mejor, sinceramente- a la logística de las selecciones y de los que trabajamos allí. Por ejemplo, el hecho de que todas las cronos tengan punto de salida y llegada distintos origina que deba haber un mayor número de auxiliares, por no hablar de la incomodidad que supone para los informadores para compaginar previo y post carrera. Eso sí, sin alcanzar la ‘diversidad’ de Plouay, cuando cada crono comenzó en una localidad diferente, incluso en el mismo día.
Además, en vez de la tradicional combinación de pruebas
–chicas juniors y sub23 el primer día, y juniors y féminas, el segundo- se ha
optado porque el lunes compitan ellos y el martes ellas, obligando a los
seleccionadores nacionales a estar todo el día ocupados.
Tras la crono élite del miércoles, el Mundial entra en un
incomprensible ‘impasse’ de día y medio hasta que el viernes por la tarde se
reanudan las competiciones en carretera, con ese ‘atrevido’ solapamiento de
pruebas del domingo: mientras que los profesionales salen de Maastricht y
recorren un centenar de kilómetros por la provincia de Limburgo antes de entrar
en el circuito final, los juniors disputan su prueba íntegramente en el
recorrido de Valkemburg. Nuevamente un esfuerzo que implica duplicidad… lo que
perjudica a las selecciones con menos medios. Materiales y económicos. Veremos
si por lo menos la prueba gana en expectación.
Es curioso el caso de los juveniles, ya que los ciclistas
que doblen en crono y línea tendrán que permanecer en los Países Bajos toda la
semana, de lunes a domingo. Pero incluso los que participen en la prueba de
fondo exclusivamente, tendrán ya una primera actividad –obligatoria e
ineludible- en la Conferencia UCI, el jueves por la tarde. Muchos días,
demasiados, en estos tiempos de austeridad que corren.
Interesante el apunte que haces al final sobre los juveniles. Demasiados días, demasiado dinero.
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