Aunque no ha tenido mucha trascendencia en España –al
menos en el ciclismo de carretera, que ayer en el Open de España en Jerez sí se
comentaba-, anda el mundillo ciclista un poco revuelto como consecuencia de una
carta de hace unas semanas del presidente de la UCI, Pat McQuaid, acerca de la
participación en carreras no oficiales.
En el fondo, se trataba de un recordatorio de un artículo
–el 1.2.019- que ya lleva muchos años en el Reglamento UCI y que textualmente
dice: “Ningún poseedor de licencia puede participar en una prueba que no ha
sido inscrita en un calendario nacional, continental o mundial o que no es
reconocido por una federación nacional, una confederación continental o la
UCI”, aunque se especifica que se pueden conceder autorizaciones especiales
para determinadas manifestaciones deportivas por la federación del país donde
se desarrolla la prueba.
Este artículo se complementa con el 1.2.021 que prevé una
sanción de un mes y una multa de 50 a 100 francos suizos para los que
quebrantes la mencionada norma.
Como decía, una norma antigua que en la práctica resultaba
de muy difícil aplicación, quizá por tratarse de pruebas menores, de lo que se
han llamado popularmente romerías.
Sin embargo, que sea la propia UCI la que haya tomado
cartas en el asunto, instando a las Federaciones Nacionales a que tomen las medidas
disciplinarias oportunas contra cualquier ‘licenciado’ –no sólo los que
pertenecer a equipos UCI, como se pensó en un principio- parece evidenciar la
‘preocupación’ del máximo organismo mundial por estas pruebas.
Y es que ya no estamos hablando de simples carrerillas de
pueblo, sino de pruebas de alto nivel que ‘pasan’ de inscribirse en los
calendarios oficiales por razones fundamentalmente económicas y no sólo por las
tasas que deben pagar sino muchas veces por evitar los requerimientos
reglamentarios. En este caso estamos ante una decisión fácilmente comprensible, sin duda.
Sin embargo, parece que no van solamente por ahí los tiros. En
Estados Unidos, pero también en otros países ‘emergentes’, encontramos
numerosas competiciones y circuitos, especialmente en BTT o ciclocross, pero
también de ciclismo urbano, con características especiales fuera del ámbito
UCI. Especialmente significativo es el caso del enduro, una disciplina que
cuenta con un importante número de participantes y seguidores y a la que el
máximo organismo mundial no termina de controlar, o las pruebas de resistencia o larga distancia de mountain bike.
De momento la advertencia está lanzada y veremos la
evolución en las próximas horas –es decir días, semanas o meses- antes de
valorar la gravedad de la misma y sus consecuencias, que de momento van contra
los corredores ya que –desgraciada pero lógicamente- las organizaciones quedan
fuera del ámbito sancionador de los organismos ciclistas.
Foto procedente del blog iurgi.blogspot.com
Acabo de leer que la UCI ha decidido aplazar la aplicación estricta de la regla 1.2.019 hasta 2014, tras haber escuchado a los diversos grupos involucrados y que se sienten afectados por la misma. El objetivo de la UCI es que se pueda discutir y negociar entre los sectores implicados para la plena aplicación de la norma para 2014.
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