Aunque ya hemos hablado en este blog de las relaciones entre el pelotón y la fauna animal, jamás se me había ocurrido –ni supongo que
a nadie en su sano juicio- pensar que uno de estos animales podría ser la
mascota del ciclismo. Y sin duda alguna, este ejemplar no puede ser otro que la
cabra. Y con más méritos que en la Legión.
De hecho, la primera y más fuerte asociación es con la
bicicleta específica de contrarreloj que recibe este nombre caprino, aunque
esta denominación es exclusiva del castellano. De hecho, su origen está en los
acoples que comenzaron a utilizarse en los años ochenta, en la época de Moser,
y que se llamaban popularmente “manillar cuernos de cabra”. De la parte, al
todo, para justificar el bautizo de esta bicicleta específica.
Sin embargo, creo que la relación más fuerte debería venir
por la faceta escaladora de nuestro deporte. La cabra es un animal ágil, capaz
de trepar con facilidad por pendientes sumamente empinadas. Por ello, sería
mejor este apelativo que los habitualmente usados con los ‘grimpeurs’, como
águilas o escarabajos. Por cierto, ahora se están popularizando finales tan
escarpados a los que se les llama, quizá despectivamente, cuestas para cabras.
Pasando a un aspecto psicológico, cientos de veces he oído
esa expresión de que los ciclistas están como cabras. Y en cierto modo es
justificable dadas las manías –incluso supersticiones o caprichos- que tienen
muchos corredores. También hay otro elemento a tener en cuenta: las cabras,
aunque independientes, suelen ser bastantes dóciles y se adaptan muy bien a la estabulación. Y ese ‘borreguismo’ es
algo que siempre se le ha achacado a este deporte.
En las
creencias cristianas, la cabra se asocia al demonio, a causa de los rituales
satánicos. Y es que bastante endemoniados estamos todos los aficionados al
ciclismo. Por el contrario, en la cultura china, la cabra es símbolo de la
honradez, de la sinceridad. Y más me ha sorprendido aún la característica que
según el horóscopo chino se da a los nativos de este signo: Suelen caer
enfermos con cierta frecuencia, necesitan dormir mucho y detestan los excesos.
Vamos, el ABC del ciclista en competición.
Volviendo a
España, no debemos olvidar que Cabra, la moderna Igabrum romana, es la patria
chica de dos de nuestros mejores ciclistas, Antonio y José Gómez del Moral.
En fin, que la cabra puede ser una compañera perfecta para
el ciclista…
… aunque cuando está con el día tonto, puede llegar a ser una verdadera cabrona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario