El primer comentario sobre mi voz que recuerdo fue hace ya
muchos años, cuando era apenas un veinteañero. Fue una amiga de una amiga que,
por teléfono, me dijo que “tenía voz de tío bueno”. ¡Menos mal que no llegó a
conocerme!
Mucho más profesional fue la valoración de mi 'Tecol' en
el Centro de Ayuda a la Enseñanza donde hice la ‘mili’ realizando vídeos –y del
que ya hablo en otro ‘post’ más ampliamente-. Le gustó mi tono o mi dicción y
gracias a ello participé en la locución y el doblaje de tres o cuatro de los
programas que realizábamos allí, lo que supuso otra experiencia formativa más
que sumar a mi currículum.
Sin embargo, desde ese ya muy lejano 1987 hasta casi diez
años después apenas utilicé la voz como herramienta de trabajo, ya que me
centré exclusivamente en lo que se llamaba periodismo escrito, una
diferenciación que, afortunadamente, está desapareciendo en los nuevos medios informativos…
y que también nos beneficia a los ‘todo terreno’.
De la carretera…
Fue gracias a mi colaboración con el Club Ciclista Cadalsa
como pude volver a ejercitar mi locución, ya vinculado al mundo del ciclismo.
Tras haber colaborado con ellos en labores organizativas en pruebas como la
Vuelta a España de aficionados, en 1995 –una interesante iniciativa que no tuvo
lamentablemente continuidad-, o la Vuelta a Castilla y León, tanto de
aficionados como de profesionales, la internacionalización de ésta exigía
realizar ‘radiovuelta’ –dar las informaciones de carrera- en francés.
Desde ese momento hasta ahora, he tenido la suerte de
ejercer como ‘radiovuelta’ en numerosas pruebas del calendario nacional e
internacional como Campeonatos de España –de todas las categorías-, Clásica de
Alcobendas, Clásica a los Puertos de Guadarrama, Juegos del Mediterráneo
Almería 2005, Vuelta a Chihuahua o Challenge y Cinturón de Mallorca. Y aunque
el francés sigue siendo el idioma internacional del ciclismo, el inglés es
también oficial para la UCI, tiene cada vez más fuerza… y es la lengua que tengo
que utilizar en más pruebas, llegando incluso a simultanear ambas.
Hacer ‘radiovuelta’ es posiblemente una de las formas más
interesantes y directas de conocer el desarrollo de una carrera. Ir en el coche
del presidente del Colegio de Comisarios supone poder contemplar al pelotón o
al grupo de favoritos inmediatamente detrás de ellos, en mejores condiciones muchas
veces que los propios directores deportivos, sobre todo si circulan en los
últimos lugares de la fila de coches. Obviamente la colaboración de una buena
moto de información –y en este sentido quiero acordarme de dos grandes
profesionales como Jesús Guzmán y Jorge Rodríguez (qepd)- es fundamental. Pero
también es importante saber lo que tienes que decir inmediatamente, lo que
tiene que esperar, y lo que no se debe comentar. Escuchar y hablar por tres
emisoras distintas, emitiendo por una cuarta e incluso atendiendo alguna
llamada relacionada con la carrera por el móvil, es algo que no está al alcance
de muchos mortales, pero que puede ser realmente de locos cuando lo compaginas
con ‘radio twitter’, algo que realizado en numerosas pruebas.
En todo caso es un trabajo que me satisface plenamente,
que fundamentalmente realizo por amistad con los organizadores y que si no me
‘apunto’ en más ocasiones es sencillamente por falta de tiempo. Y es una labor
que va a tener una mayor importancia en los próximos años, con la progresiva
prohibición que está estableciendo progresivamente la UCI de los llamados ‘pinganillos’
en todas las carreras, salvo que impere la sensatez y se restablezcan estas
comunicaciones.
… a la pista
Dando de nuevo un salto atrás en el tiempo, nos remontamos
a 1999, en un Campeonato de España de pista juvenil, en Tomelloso. Aún recuerdo
las moscas que nos ‘comieron’ durante los tres días… y la voz del simpático
gruñón Manolo Lorenzo como speaker del evento. Siempre he admirado al ‘Abuelo
Porretas’ por su magnífica locución y su personalísimo tono, potente y cortado;
siempre, y desde ese día quizás más, he sido consciente de que no podía estar a
la altura de los mejores como animador, porque me faltaba ‘labia’, aunque puedo
ejercer más que correctamente, como he podido comprobar posteriormente en las
escasas ocasiones en que he actuado como tal.
Pero en esos Nacionales me di cuenta de que, por mis
conocimientos técnicos, sí podría y quería ejercer como ‘speaker’. Y pedí una
oportunidad, que se me concedió: el Campeonato de España en pista cadete en
Valencia, unas semanas después. No lo debí hacer muy mal porque rematé poco
después con el Nacional absoluto. Y es que consideraba –y aún lo pienso,
naturalmente- que la labor de un locutor de pista es muy similar a la de ‘radiovuelta’,
mucho más que la de un animador de carretera o BTT, dada la prioridad que tiene
la gran cantidad de información técnica que debes proporcionar.
No me olvido del público. La pista tiene una magia que no
tiene ninguna otra disciplina ciclista. Hay muchos aficionados a este deporte
que no la entienden, que la rechazan, pero a quien le gusta, le encanta de
verdad. Por ello comentar bien una puntuación o una madison, las pruebas más
complicadas de seguir, es todo un reto y la mejor recompensa es que algún
espectador te diga lo que me dijeron en Valencia, que jamás habían oído ‘explicar’
una prueba como lo había hecho. No lo digo para presumir, sino simplemente como
satisfacción personal.
Como en el caso de ‘radiovuelta’, la falta de disponibilidad
de tiempo –o la imposibilidad de simultanear este trabajo con otras funciones
que debo realizar en este tipo de eventos- me impide prodigarme más. Pero en
estos diez años largos he acudido a numerosos Campeonatos de España y mangas de
la Copa de España en Pista y siempre que puedo me procuro ofrecer para algún
evento, aunque sea para que no se me oxiden ni la voz ni los conocimientos… y
para disfrutar de una disciplina que, sin duda alguna, es el la que más a gusto
me siento.
Y esta es mi historia, la de mi propia voz, esa que a todo
el mundo le extraña cuando la escucha grabada, pero que en el fondo no debe
sonar tan mal y que es capaz de cautivar incluso a Mari Carmen, que ya me tiene
bien calado, admirada de escuchar desde los pasillos del velódromo de Valencia
los comentarios del ‘speaker’… y gratamente sorprendida cuando se sentó, miró y
descubrió en mí al propietario de esa voz.