360 puntos podría sumar un
corredor que ganase las tres pruebas que restan, por lo que aún tendríamos
hasta 28 ciclistas capaces de adjudicarse matemáticamente la Copa de España
élite y sub23 2018. Sin embargo, poco a poco el número de candidatos se está
reduciendo paulatinamente, y hoy tras la disputa del Memorial Momparler podemos
ver que, en cierta medida, Lizarte y Aldro Team parecen ser los principales
contendientes.
Es una pena que el Momparler
haya tenido que prescindir de su fórmula inicial del adoquinado por cuestiones
de seguridad. Pero desde luego el nuevo recorrido que ha habilitado el
seleccionador nacional no le va a la zaga. Si a ello le añadimos la tópico -siempre
cierto- de que ‘son los corredores los que hacen duras las carreras’, entenderemos
plenamente el resultado de hoy, de una bonita y durísima carrera.
Más sorpresa me ha producido
la victoria de David González, un ciclista al que no tenía muy controlado, pese
a haber sido segundo el año pasado en Vuelta a Galicia. Como me decía un
seguidor la semana pasada, parece confirmado que Caja Rural-Seguros RGA, ya sin
opciones en la general, ha apostado por las victorias parciales, De esta forma
el abulense releva a su compañero Antonio Gómez, ganador la semana pasada en
Torredonjimeno.
Por otro lado, debo destacar
la valentía de tres ciclistas que, buscando la victoria, se la jugaron de lejos:
el ruso Sava Navikov, el alicantino Eusebio Pascual y el sevillano Juanpe
López. Los dos primeros, sin embargo, lo pagaron en la parte final y quizá
hayan perdido sus opciones en la general, aunque seguro que les volveremos a
ver como protagonistas; el de Polartec aún está ahí y, lo que es mejor para las
opciones de la Fundación Contador, respaldado por un José Antonio García que
podría ser ese ‘tapado’ que muchas veces es necesario en el juego de equipo.
Y esa debe ser también la
baza de un Aldro Team, el tener a dos hombres y excelentemente colocados, como
segundo y al tercero de la general: Jesús Arozamena y Cristian Mota al acecho
de un Antonio Soto (Lizarte) que, aunque sea por poco, les supera en velocidad
en las llegadas.
Veremos lo que puede suceder
en las tres carreras que quedan, de muy distintas carácterísticas, aunque
serán los corredores los que las hagan más o menos duras: la Santikutz Klasika
del 1 de mayo es la más dura de todas, y además viene precedida -para bien o
para mal- de la neonata Bizkaia 3E; la Classica Tondo es una prueba que engaña
y que podría meter a algún ‘secundario’ más en la pomada; y del Macario, ¿qué vamos
a decir después de lo que sucedió el año pasado?
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